lunes, marzo 25, 2013

La salud, una batalla constante.


(Los acentos fueron obviadoros por cuestiones tecnicas)


                             El dificil equilibrio que desarrollamos desde el momento mismo del nacimiento, esta destinado a protegernos de las agresiones del medio ambiente, que en definitiva es el habitat en que nos desarrollamos, crecemos, nos reproducimos, trabajamos y realizamos  todas nuestras actividades fisicas e intelectuales. Esa lucha sorda y desconocida por nuestra vida cotidiana que dan nuestros organismos personales y sociales, es sin embargo desconocida tambien por los procesos sanitarios oficiales que se ocupan preferentemente de la atencion de la enfermedad, verdadero paradigma dominante, producto de la irrupcion del lucro, que fueron avasallando los sistemas solidarios y que entraron al pais de la mano planificada, financiada y consolidada en la etapa neoliberal dominada por el Banco Mundial y el BIRF, apadrinados esos planes por los organismos regionales y mundiales de salud, OPS y OMS.
No es casual que ese paradigma coincida con los planes de la industria farmaceutica  y con la irrupcion de la aparatologia medica como panacea del diagnostico, desplazando la semiologia como practica central del conocimiento medico y la intima relacion medico-paciente, eje de cualquier proceso de resolucion de la enfermedad. La cronificacion de las enfermedades, los controles medicamentosos de alteraciones humorales de hallazgo casual o preventivo, le medicalizacion de los estados de animo y afectivos, los controles de obesidad milagrosos, la droga de ultima generacion en la enfermedad terminal entre otras cotidianeidades de la practica medica, han distorsionado el concepto profundamente humanista de la medicina, llevando al sistema sanitario a intentar dar respuestas, cuando el equilibrio salud-enfermedad se ha perdido o sea que el organismo ha claudicado frente a la agresion de cualquier tipo fisica, psiquica, ambiental o social.
Nuestro pais pionero en los sistemas nacionales sanitarios en America Latina, desde la gestion del Dr. Carrillo en adelante con la Teoria del Hospital verdadero hito de los años 50, sostuvo un modelo de contencion social sanitaria de alto nivel prestacional por niveles, con especial incidencia en esa epoca, en la prevencion de la salud y su fortalecimiento. Estos dos ejes preventivos, no se dan solo a traves de modelos sanitarios, es mas desde Carrillo sabemos que desde la obra publica, del estado presente se hace mas por la preservacion de la salud, que desde modelos de atencion medica, de ahi “que el mejor sistema de salud son cloacas y agua corriente” al decir del primer ministro de salud de la Argentina. Los indicadores de salud son innumerables, verificables y esenciales en la calidad de vida de la poblacion y van desde la insercion de la escolaridad de los niños hasta la laboral de los padres, el tipo de vivienda y acceso a los servicios, por supuesto los planes de vacunacion y el seguimiento escolar de deteccion precoz de patologias, salud bucal, deportes su practica y sus accesibilidad, entre otras variantes que aun en muchos casos nos debemos en el marco de la construccion del modelo social solidario del siglo XXl.
Esta situacion ha invadido cada rincon de los sistemas sanitarios, tanto en su concepcion economicista, como por su afan de lucro.
En efecto, desde el hospital publico kioscazo, es decir entregado a sectores privados, verdaderos negocios insertos en sistemas solidarios hasta la irrupcion de las prepagas en los sistemas de obras sociales, gracias a la desregulacion, han alterado el concepto central de la planificacion sanitaria que es establecer prioridades epidemiologicas, antes que economicas en los diseños politicos. Es asi que se producen en funcion del lucro los procesos economicos de “descreme” de los sistemas solidarios, es decir cooptar los sectores de mayores ingresos, los mas jovenes y por lo tanto los mas rentables en el tiempo por baja demanda prestacional y los mas sanos, deshechando los enfermos, viejos y de bajos ingresos, que sin margen de accion son empujados a los prestadores sanitarios mas precarios.
Esa mecanica perversa escribio el mapa sanitario argentino de la mano del Banco Mundial con el acompañamiento de la OPS y la OMS, verdaderas herramientas funcionales y promotoras de ese diseño privatista de los sistemas solidarios. Es el mismo sistema que funciono desde el FMI en el endeudamiento y privatizaciones del erario publico, con sumision nacional, tambien funciono en la salud y la educacion en su desmantelamiento publico.
Los procesos sanitarios por programas, generalmente financiados por los organismos internacionales de credito,son la expresion mas acabada de la fragmentacion de los sistemas, que ha llevado a la municipalizacion del hospital publico o provincializacion del mismo, con las asimetrias naturales de cada region del pais, lo cual genera inequidad en el seno del pueblo.
La ruptura de la solidaridad en los sistemas desarrolla la teoria darwiniana del triunfo de los mas fuertes, absolutamente injusta y ahistorica en el caso de nuestro pais, verdadero emblema latinoamericano del desarrollo social como modelo solidario, desde el peronismo en la decada del 50 en adelante, que se intento abortar desde el neoliberalismo globalizador en los ultimos 35 años, enarbolado como cultura dominante y avasalladora.
En la Constitucion Nacional del 94 el tema salud figura solo en un articulo y en ese se define a los pacientes como consumidores, es la expresion mas acabada de la consumacion de la derrota cultural que permitio comenzar a plantear la inversion en salud, como gasto y la enfermedad como negocio.
En forma rapida los procesos industriales farmaceuticos comenzaron a desarrollar una agresiva politica de medicalizacion de “nuevas patologias” que llevaron a este sector a participar del 32% del gasto total de salud de nuestro pais en el año 2011 por un monto cercano a los 40 mil millones ya que el gasto total de ese periodo fue de 122 mil millones entre todos los subsistemas y gastos de bolsillo de los pacientes.
Esa mecanica impacta en forma negativa en la formacion curricular de los profesionales de la salud, ya que son instruidos e imbuidos de un concepto de cura de enfermedad dependiente del farmaco, con el agravante de uso indebido de la tecnologia medica como metodo diagnostico precoz ante la consulta. Una vez mas el matrimonio medicamento-tecnologia medica se dan la mano, en sistemas de consultas empujados por la urgencia de atencion, en sistemas colapsados de consulta medica del nivel  primario. La necesidad del lucro implica hasta 8 turnos por hora de consultorio, lo cual significa “no atencion”, receta y estudio como respuesta prestacional, sin interrogatorio ni semiologia minima.
Cambiar el paradigma es intentar reconstruir un modelo nacional de salud solidario, que integre todos los subsistemas en una concepcion sanitaria de profunda raiz nacional y popular, respetando los perfiles epidemiologicos, cambiando las curriculas de formacion profesional, apuntalando la produccion publica de medicamentos, igualando las posibilidades de cualquier argentino resida donde resida, trabaje en lo que trabaje, nazca donde nazca. Un Plan Nacional participativo e integrativo con participacion plena de la comunidad tanto en la planificacion como en la gestion de los recursos, priorizando la prevencion como eje constituyente del nuevo paradigma, es decir el fortalecimiento de la salud, su desarrollo como derecho humano esencial y derecho constitucional, trabajando el medio ambiente y el deporte integrados al desarrollo del Plan, en una lucha desigual porque es donde los intereses economicos y financieros hace años predominan en el sistema, forman parte de su estructura cultural y han producido un enorme daño al cuerpo social argentino.
Por ultimo ese modelo social sanitario socialmente justo, debe comenzar a integrarse con los sistemas solidarios, “la mesa de las cuarto patas” que son el PAMI, las Obras Sociales sindicales, los Institutos provinciales y el sector publico hospitalario, que entre ellos constituyen la fuente de atencion del 90% de la poblacion argentina, que determinan el 60% del total de la inversion en salud y que al no estar integrados, son violados en forma permanente por los sistemas de lucro, la corrupcion, la sobreventa de medicamentos y la sobreoferta prestacional de aparatologia medica, todo lo cual desfinancia cualquier sistema y determina una precarizacion en la atencion de la enfermedad y cero inversion en salud.
Revertir este modelo es parte de la batalla cultural por desalojar el neoliberalismo residual y aun dominante en algunas areas pero en forma especial y por la presion de los organismos internacionales supuestamente impolutos como la OMS y la OPS gerenciadores de modelos prearmados, aun siguen vigentes y que son los tomadores de deuda externa en el sector salud, que termina en alto porcentaje en manos de consultoras, de dudosa capacidad y anonimos personajes.
Debemos salir por arriba de estas verdaderas trampas, verdaderas bombas sin espoleta que el neoliberalismo y sus agentes locales implantaron por decadas, forjando una nueva cultura sanitaria, con una propuesta totalizadora, integrativa, nacional y federal de contenido nacional, popular y revolucionario en el campo de la salud, enfrentando sin sumision los desafios de la hora.
 Por Jorge Rachid (*)
(*) Jorge Rachid es Medico-UBA. Posgrado en Medicina del Trabajo. Especializado en Seguridad Social. Profesor Titular en Ciencias Sociales de la UNLZ y Profesor Adjunto de la Catedra de Medicina del Trabajo - UBA, de la que fue co-fundador.

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