martes, febrero 18, 2014

Medico argentino que creo un modelo de salud para los indigenas.

(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
Este sistema de salud, denominado SER, incorpora a la poblacion indigena desde lo mas fundamental: conociendo su cosmovision en terreno.
Dr. Jorge Gronda
En 1988 el ginecologo Jorge Gronda subio a la montaña de la puna, en el norte argentino, tras renunciar al hospital central de Jujuy, la provincia fronteriza con Chile y Bolivia. Estaba desencantado por la forma como los medicos trataban a la poblacion indigena. “Un trato de una discriminacion despreciativa a irrespetuosa”, recuerda hoy Gronda. “Alli el Estado hace como que paga, los medicos hacemos como que trabajamos, pero la gente no hace como que se enferma”. Cirujano de la Universidad de Cordoba especializado en ginecologia y obstetricia, sentia que se estaba contagiando de los malos hábitos y por eso decidio escapar.
Su plan era comenzar en la montaña un criadero de vicuñas, una de las especies originarias del altiplano. Pero alli Beatriz Quispe, una mujer de la etnia local kolla, lo reconocio como el ginecologo del pueblo. “¿Por que no se deja de joder con las vicuñas y nos ayuda como doctor?”, le increpo. Quispe le conto de las altas tasas de muerte por cáncer de cuello uterino. “Era genocidio, se morian mujeres porque no podian hacerse un estudio de dos o tres dolares”, comenta el medico. “Y el Estado no solucionaba las cosas”.
La montaña y las palabras de Quispe cambiaron sus planes: abandono el proyecto “vicuñas” y, junto con continuar con el centro ginecologico que comparte con un colega en Jujuy, comenzo como voluntariado a atender a las mujeres de la etnia kolla en la montaña. Pero con visitas puntuales no lograba gran impacto; para un cambio mayor precisaba de un modelo adecuado, una tercera via alternativa a los modelos publico y privado de la salud argentina. El primer desafio fue solucionar el costo del servicio para una poblacion en la base de la pirámide. El segundo fue desterrar los malos tratos de los medicos hacia los kollas.
Los otros
Las llanuras de la puna jujeña y las cumbres de la cordillera de los Andes, algunas de 6.000 metros sobre el nivel del mar, son escenario de la cultura kolla. Son unas 26.000 personas, un 7,9% de la poblacion de Jujuy, segun el ultimo censo, dedicadas a la crianza de animales y la siembra de hortalizas en el altiplano.
Apenas comenzado su voluntariado en la montaña, Gronda busco una alternativa de atencion medica para las mujeres kolla. Cuando las pacientes bajaban a la ciudad, y no las atendian en el hospital publico gratuito, se dirigian a la consulta ginecologica privada de Gronda. De golpe la sala de espera, con aire acondicionado y tecnologia avanzada, comenzo a reunir a pacientes acomodadas y a mujeres campesinas con su cuero al hombro.
Al principio Gronda trato de convencerlas para que volvieran al hospital estatal, pero la respuesta era siempre la misma: preferian atenderse con el en su consulta. “No me sentia bien cobrándoles”, dice Gronda. “Pero al momento que el 70 % de las consultas eran gratis, eso no era sustentable”. Incluso Beatriz Quispe le recordo las falencias de un modelo paternalista: “Doctor, regalarles a los pobres no sirve”. Además, las cuatro personas que trabajaban alli no daban abasto con el creciente flujo de pacientes. Necesitaban un plan.
Con este desafio Gronda ideo un nuevo modelo de negocio, definiendo lo que denomina “un precio justo”. Lo bautizo Sistema SER y sumo a medicos de otras especialidades en la provincia. “Incorporar prácticas de otras disciplinas hace innovador al modelo de Gronda”, comenta Tomás Kidd, academico de la Universidad Torcuato Di Tella que estudio el caso para incluirlo en el libro Marketing in Growth Markets, que se publicará este año. “No se parece ni al modelo de salud publica ni al privado”, agrega.
Altiplano simbolico
En Argentina, mientras el sistema publico es gratuito, el privado consta de un seguro de pago mensual. Las atenciones se costean con bonos y el medico recibe semanas o meses despues el pago.
En SER, en cambio, mediante una suscripcion anual de US$ 5 se accede a una red de especialistas pagando directamente cada atencion, sin sobrecostos. La clave es eliminar los pagos a los intermediarios que tiene el sistema privado de salud en Argentina, y con el beneficio para cada medico de recibir en efectivo la paga. “Permite que el precio de la atencion sea tres o cuatro veces más bajo”, dice Jacqueline Pels, academica de la Universidad Torcuato di Tella y coautora junto a Kidd del caso basado en Gronda.
El sistema se consolido en 2005, cuando se establecio una fundacion como administradora. Los pacientes recibieron una tarjeta de usuario, la que se constituyo en un elemento simbolico del sistema. Para Pels, es un elemento clave que empodera a los usuarios kolla. “No tienen muchas veces ni documento de identidad y tener un carnet representa no ser un excluido”, comenta.
Sin embargo, seguia existiendo prejuicio hacia las pacientes indigenas entre los medicos participantes en SER. “Estaban recontentos de cobrar en efectivo, pero menos contentos con quien les estaba pagando”, dice Pels. Por eso habia rotacion entre los especialistas participantes. “Entraba un medico y a la semana se iba porque seguian atendiendo a la gente igual que en el hospital”, comenta Gronda. “Tenian una actitud rozando lo racista”.
La solucion no vino de la medicina, sino de la antropologia, o más especificamente de la etnografia. Gronda incorporo la práctica de convivir con un grupo humano para conocer de primera mano su cosmovision.
La montaña me hablo
En 2008 el Ministerio de Salud argentino, asombrado con SER, contrato a la fundacion para realizar atencion gratuita a las mujeres en la puna de Jujuy. Como lo realizado por Gronda en 1988, pero esta vez con mayor respaldo y recursos. En el primer viaje, el ginecologo invito a cuatro medicas recien tituladas para probar etnográficamente si se podia mejorar la relacion entre kollas y medicos.
Tras seis meses contacto con la montaña, las cuatro medicas ingresaron a SER. Gronda decidio repetir la experiencia, y en alianza con el Ministerio, invito a otros medicos a visitar la puna jujeña. Alli atendieron a una comunidad que por siglos ha vivido sin agua potable o electricidad y con una cosmovision ritual de conexion con la Pachamama.
 “Son comunidades que quieren respeto, con las mismas necesidades que las mujeres de un consultorio privado”, dice Gronda. Para las pacientes kolla tambien fue un aprendizaje, ya que asimilaron la importancia de la prevencion en salud, con los medicos como evangelizadores. “El concepto de gastar hoy para estar mejor mañana lo sentian muy lejos”, dice Pels.
En este trabajo etnográfico Gronda hizo escuela: hasta el dia hoy los medicos que fueron a la montaña llevan a los más nuevos.
Otra arista a enfrentar fue la cobertura en terminos de prestaciones medicas. “El 90% de los problemas de la poblacion femenina se soluciona con tres consultas, cinco estudios y un valor de US$ 100 por año”, dice Gronda. “Es toda la logica del sistema SER”. ¿Pero como enfrentar financieramente partos, enfermedades catastroficas u operaciones más complejas? SER incorporo el denominado Banco para la Cirugia: si un parto cuesta US$ 900 dolares, se le permite a la paciente abonar mes a mes el costo, de modo que al momento del nacimiento el dinero este. “Luego hacen planificacion familiar y no pagan más dinero o seguro”, explica Gronda.
En 2010, SER ya contaba con 60 medicos afiliados y 46.000 pacientes entre mujeres, hombres y niños, kollas y no-kollas. El modelo habia crecido y funcionaba, pero Gronda colapso. La presion de estar al frente de una organizacion de miles de personas le provoco depresion y crisis de pánico. “No estaba preparado profesionalmente ni emocionalmente para manejarlo”, comenta. Entonces su mujer y su hijo, Irene y Simon Gronda, se hacen cargo de la administracion. “Al principio fue caotico estar sin Jorge, pero aprendimos a funcionar”, comenta Simon, administrador de empresas y MBA de INCAE. El nuevo equipo mejoro la gestion, demostrando de paso que SER podia sobrevivir sin su fundador.
Hoy de regreso, Gronda preside la Fundacion SER y está retomando su consulta ginecologica adherida al modelo de salud que creo. Pero su principal entusiasmo está en promover que otros repliquen el modelo. Por ejemplo, en las favelas de Brasil. “Se podria replicar siempre y cuando se haga el trabajo de hormiga de contactarse con referentes locales y construir confianzas”, dice Kidd, de la Torcuato di Tella. ¿Y las vicuñas? Siguen esperando al doctor en la montaña.
 
Fuente:  David Cornejo - MBA & Educacion Ejecutiva

Leido en Baires Salud

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