miércoles, octubre 05, 2016

Yoshinori Ohsumi, Nobel de Medicina por su descubrimiento de los mecanismos de la autofagia.

El concepto surgió durante la década de 1960, aunque poco se sabía sobre el fenómeno hasta comienzos de la década de 1990, cuando en una serie de experimentos con levaduras de panadero, el investigador identificó los genes de este proceso.
Este lunes, el japonés Yoshinori Ohsumi fue galardonado con el premio Nobel de medicina por su descubrimiento de los mecanismos de la autofagia, el “sistema de reciclaje” del organismo. Se trata de un proceso conservado evolutivamente con el que la células eucariotas pueden reciclar parte de su contenido “quitando” una porción del citoplasma en una vesícula que es envíada a una parte de su propia célula (lisosomas) para su digestión. Esta acción remueve proteínas antiguas que están dañadas u obsoletas.
“Autofagia” proviene del griego y significa “comerse a uno mismo”. En medicina, el concepto surgió durante la década de 1960, aunque poco se sabía sobre el fenómeno hasta comienzos de la década de 1990, cuando en una serie de experimentos con levaduras de panadero, Ohsumi identificó los genes de la autofagia. En ese entonces, el investigado trabajaba en el Instituto de Tecnología de Tokio.
Desde que el japonés observó que las células humanas empleaban una maquinaria similar a la de las levaduras, la comunidad científica ha continuado con su investigación e incluso ha detectado que las mutaciones en los genes de la autofagia pueden provocar enfermedades. Inclusive, el propio proceso de autofagia está implicado en varios trastornos, incluidos el cáncer y el párkinson, además de encontrarse en la respuesta a las infecciones y en la adaptación a la falta de alimento.
El trabajo de Ohsumi consistió en el descubrimiento de 15 genes vitales de este proceso en levaduras, un trabajo que publicó en 1993. En una serie de estudios, clonó varios de estos genes en levaduras y en células de mamíferos y elucidó la función de las proteínas que sintetizan.
Las células utilizan la autofagia para obtener energía y materiales de manera rápida en caso de inanición o situaciones de estrés. Asimismo, en infecciones las células también utilizan este proceso para eliminar bacterias o virus y sirve además como sistema de control para deshacerse de proteínas u orgánulos defectuosos que surgen de manera natural con el envejecimiento.

 Fuentes: El PaísLa Nación

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