domingo, octubre 01, 2017

El gobierno da el primer paso en la reforma de la seguridad social y apura el CUS.

La Cobertura Universal de Salud comenzó a tomar cuerpo, con la primera reunión de la unidad Ejecutora. Se acordó su puesta en vigencia en 2018, gracias a la tregua lograda con la CGT. Sin embargo, todavía no está claro de dónde saldrán los fondos para garantizar las prestaciones.
Pese a las críticas y las dudas sobre su funcionamiento el gobierno nacional decidió avanzar en la transformación de la seguridad social. Con una reunión de la Unidad Ejecutora, se dio el primer paso para la puesta en marcha de la denominada Cobertura Universal de Salud (CUS), el proyecto que busca dar atención a los 15 millones de argentinos que están fuera del sistema sanitario. El sistema, recomendado por el Banco Mundial, es según los detractores “un cambio de paradigma” que lleva la atención a un plan de aseguramiento. El oficialismo defiende la iniciativa, y remarcaron la sintonía que existe con el resto de los actores para dar marcha al CUS. Detalles de lo que sucedió en ese primer encuentro, donde se fijaron plazos y objetivos. 
La Unidad ejecutora del CUS se reunió ayer lunes, según informó el Ministerio de Salud nacional. Esta entidad maneja el fideicomiso de 3 mil millones de pesos que darán forma al inicio del CUS, y que serán aportados por las obras sociales sindicales. Por eso, en esta mesa hay dos representantes de la CGT, además de miembros de la Superintendencia Servicios de Salud, entre otros. “Durante el encuentro se expusieron los proyectos que se financiarán por medio del fideicomiso y se organizaron las próximas reuniones en las que los mismos se analizarán con el objetivo de abrir el diálogo e intercambiar sugerencias”, informó la cartera sanitaria mediante un comunicado de prensa. 
Más allá de lo institucional, la información que comenzó circular marca algunos de los puntos destacados del CUS. Fuentes del encuentro confirmaron a MIRADA PROFESIONAL que se acordó que recién el año que viene se ponga en marcha el sistema. “Hasta el 2018, la pelea estará centrada en los fondos para hacer funcionar el sistema”, afirmaron las fuentes. En este sentido, se supo que por el momento no está presupuestado en el proyecto de gastos del año que viene los fondos para poner en marcha el CUS. “Los ministros no saben de dónde saldrá el dinero, pero confían que se conseguirán”, agregaron. 
El CUS estuvo en duda luego que Luis Scervinio dejara de ser titular de la SSS, en medio de la pelea con los gremios de la CGT. Es que según determinó el decreto 908/2016, firmado a mediados del año pasado, para financiar el CUS se destinarán, “por única vez”, 8 mil millones de pesos del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que pertenece a las obras sociales sindicales. Las negociaciones avanzaron en las últimas horas, y según las fuentes el apoyo al CUS “fue parte de la tregua lograda por el gobierno y la central obrera”. Otra de los acuerdos alcanzados es terminar de dar forma a la nueva agencia de tecnología médica, que decidirá qué medicamentos y estudios deberán cubrir de manera obligatoria las obras sociales. 
Los críticos al CUS hablan de un sistema que funciona casi como una privatización. “Lla CUS, en la medida que es una estrategia de seguro y no de salud pública, va en contra del sistema que tiene el país, que es el subsidio de la oferta, es decir, poner plata en hospitales y centros de salud públicos para atender gratuitamente a la población. Acá, se saca la plata de los hospitales y se la pone en un seguro, y que la gente con el carnet pueda atenderse en el sistema público o privado a conveniencia”, dijo en una reciente entrevista con MIRADA PROFESIONAL Jorge Yabkowski, titular del gremio nacional de médicos FESPROSA. El profesional sostuvo que la cobertura será “la obra social de los pobres”, e implica “un grave retroceso en el derecho a la salud, porque no sólo se bastardea al hospital público como garante de la salud sino que además se abre oportunidades para el privado”. “Lo que garantiza el Estado, según dice el propio decreto de creación, no es la atención de la salud integral, sino una canasta básica de prestaciones, que determinará una comisión evaluadora de Ciencia y Tecnología, que además de determinar que medicamentos entran en la seguridad social, para evitar lo juicios. Ellos mismos van a determinará cuál es la canasta básica del CUS, en el sector público. Esto hace que no haya atención integral. Por eso decimos que hay una vuelta de tuerca hacia la privatización”, concluyó.

Leído en Mirada Profesional

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