martes, agosto 30, 2011

Un simulador para bucear en el interior de las arterias

(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)



Permite a los medicos intervencionistas aprender a colocar stents.



Si tripular un avion puede parecer complicado, "navegar" por pequeños vasos sanguineos hasta una obstruccion arterial con un cateter y una cuerda metalica sin dañarlos ni equivocarse de camino es un desafio que exige mucha serenidad, buen pulso y una gran destreza, que siempre se puede mejorar.



Asi lo permite un simulador como el que usan los pilotos. En este caso, sirve para que los medicos se entrenen en el uso de un cateter y un balon para restablecer el flujo de sangre alterado por un coagulo o placa de aterosclerosis en venas o arterias de entre 1,5 y 4,5 milimetros de diametro.




"A lo largo de los años, uno va quedando expuesto a dificultades cuando hay que tratar a pacientes con angioplastias en las arterias del corazon o en cualquier otra parte del cuerpo. Claro que en las coronarias es donde se necesita tener mejores reflejos porque son las arterias que pueden comprometer rapido la salud del paciente. El simulador permite generar situaciones complejas que quizas un medico nunca tenga o que necesite muchos años mas de experiencia para vivirlas. En definitiva, nos permite aumentar la experiencia en esas dificultades, pero sin que hayan ocurrido en pacientes reales", explico a La Nacion el doctor Daniel Berrocal, jefe del Servicio de Hemodinamia y Cardiologia Intervencionista del recien inaugurado Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano, donde funciona el simulador.



En una sala, sentados frente a dos pantallas, un par de pedales y unos pocos instrumentos de trabajo, medicos especializados en "reabrir" un vaso con la rapidez que lo exija la gravedad de la oclusion (por ejemplo, si un paciente esta cursando un infarto), pueden conocer en detalle como responden ante distintas complicaciones durante un cateterismo o de una angioplastia con stent o sin el, una pequeña malla tubular que impide que la arteria reparada vuelva a colapsar.



Cada año, en el pais se realizan unas 24.000 angioplastias coronarias, ademas de las que se hacen en las arterias renales, del cuello (carotidas) y las piernas. Los datos del registro del Colegio Argentino de Cardiologos Intervencionistas, que tambien cuenta con un simulador de entrenamiento, indican que cada paciente suele necesitar mas de un stent.



Las obstrucciones mas comunes tienen unos 10 milimetros de longitud (20 milimetros es el limite que separa las lesiones "cortas" de las "largas"), y lo habitual es encontrarlas en vasos de entre 2,5 y 3,5 milimetros de diametro.



"Como todo en medicina, no existe nada facil -aseguro Berrocal-. La biologia no es una ciencia exacta ni mucho menos. Entonces, lo que hacemos en una arteria y como esta responde tiene un bajo nivel de prediccion. Por lo tanto, no existe una angioplastia facil. Y es bueno saberlo porque mantiene vivo el respeto y el cuidado aun durante el procedimiento aparentemente mas sencillo."



Un trabajo artesanal.



Con una sucesion de maniobras totalmente artesanales, que se van siguiendo en tiempo real en una pantalla con imagenes en los distintos tonos de grises de las radiografias, en unos minutos es posible eliminar una obstruccion sanguinea con ayuda de pequeñas dosis de un liquido de contraste para revelar por segundos en la pantalla la red de vasos que los medicos parecen seguir de memoria.



El punto de ingreso es una puncion que, segun la ubicacion de la lesion, puede ser en la ingle (arteria femoral) o en la muñeca (arteria radial). En el simulador, eso lo recrea un dispositivo con un orificio en el extremo. Por ahi, como si fuera el brazo o la pierna de un paciente real, hay que guiar un cateter y un cordon metalico delgado y flexible hasta el vaso enfermo. En este caso, el programa propone revascularizar una rama coronaria.



En el camino hacia el corazon, despues de haber ingresado por la arteria radial, el simulador recrea las resistencias durante el trayecto que obligan a retroceder un poco para volver a intentarlo en la direccion correcta.



Una jeringa sobre la mesa de trabajo permite liberar un poco mas de contraste para confirmar en la pantalla que el recorrido llevo a buen destino. Ya se puede introducir por la guia otro cateter que lleva el balon y el stent hasta la altura de la lesion. Un inflador manual envia una presion de entre 10 y 18 atmosferas para que el balon dilate el vaso, lo que inmediatamente fija la malla contra la pared arterial. Finalmente, con un poco mas de contraste se ve de inmediato como la sangre vuelve a circular normalmente.



"El 70% de las angioplastias son sencillas, pero nunca hay que minimizarlas -señalo Berrocal-. Sabemos que el 98% de los pacientes se va de alta al dia siguiente y sin inconvenientes. Pero instituciones como la nuestra, que es un hospital universitario, reciben pacientes cada vez de mayor complejidad, añosos y con enfermedades mas difusas, que no se ven en todos los centros. Con este simulador, se pueden formar medicos intervencionistas todoterreno."



Aunque es un procedimiento muy seguro, que se usa desde hace casi 30 años, no es una solucion definitiva. "Siempre es decimos a los pacientes que resuelve la obstruccion, pero no la enfermedad que la genero. Es necesario que el paciente modifique su estilo de vida porque si no las arterias se van a volver a enfermar. La prevencion es la solucion para un problema futuro", insistio.



Fuente: La Nacion

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