miércoles, mayo 03, 2017

El nuevo rol del CIO en el mundo sanitario.

Para asumir la nueva realidad y que se produzca una verdadera transformación digital en el mundo de la salud, todos los procesos que llevan a cabo las organizaciones sanitarias deben ser digitales. No será posible llevar a cabo esta transformación hasta que todos los servicios y departamentos asuman que deben incorporarse de una forma o de otra al mundo digital y lo lleven a cabo.
Lógicamente, se trata de un cambio de gran envergadura y necesita el liderazgo de personas que sean capaces de comprender los procesos de negocio de las organizaciones sanitarias y sus flujos de información para aportar sobre ellos los beneficios que aporta la tecnología. Y sin lugar a dudas el líder ideal en las organizaciones sanitarias para guiarlas a través de este importante proceso de transformación es el CIO.
El rol tradicional del CIO
El CIO (acrónimo de Chief Information Officer) es la persona que siempre hemos conocido como Responsable de IT, Director de Informática, o cualquier otro nombre que nos venga a la cabeza. Se ha ocupado tradicionalmente de la tecnología, de asegurar que todos los recursos tecnológicos que necesitasen los profesionales estuvieran disponibles y operativos. La gestión de los servidores y los CPD’s, el mantenimiento y la gestión de los equipos de trabajo, las conexiones de red … el CIO tradicional se encargaba de ayudar en el mantenimiento operacional de las organizaciones en su día a día pero sin ir mucho más lejos.
Su rol dentro de las instituciones era muchas veces testimonial, en ocasiones aislado de otros responsables de servicios, restringido al mundo de la tecnología  y con no demasiada relevancia en la toma de decisiones globales. Sin embargo, la necesidad de que todo funcionara adecuadamente y de que siempre estuviera disponible para cualquier miembro de la organización, confirmaba su importancia y su relevancia dentro de las mismas más allá de cualquier duda. Siempre ha sido una posición fundamental dentro del mundo sanitario para asegurar que todo funciona sin fisuras y aportando el soporte necesario al resto de profesionales sanitarios para desarrollar sus funciones.
El nuevo rol del CIO: liderazgo estratégico
Sin embargo los tiempos han cambiado y junto con ellos, también lo ha hecho (o debería haberlo hecho) el rol del CIO en las organizaciones sanitarias.
Con el desarrollo de la tecnología y la automatización de las infraestructuras los CIO’s pueden dejar de ocuparse tanto de los procesos operativos diarios para tomar parte y conocer aplicaciones y proyectos estratégicos mucho más relevantes para las organizaciones sanitarias. Pueden pasar de gestionar una infraestructura informática a centrarse en servicios y aplicaciones buscando en ellos aportar el mayor beneficio posible a sus centros y sistemas sanitarios.
El conocimiento tecnológico que aporta un CIO a una organización le permite disponer de una amplia visión de lo que la tecnología puede aportar al mundo sanitario y es vital para, entre otras cosas:
Ayudar a los profesionales en su día a día, proponiendo y aportando soluciones para resolver sus problemas.
Aumentar la eficacia de los procesos internos y externos de la organización aprovechando al máximo los recursos tecnológicos.
Reducir costes en la organización, tanto relacionados directamente con la tecnología como en cualquier otro proceso de la organización.
En definitiva, el CIO tiene que tener un papel fundamental para permitir una evolución en el mundo sanitario, acompañando a los profesionales en esta transformación y aportando valor a las organizaciones para las que trabaja.
Desafíos y Retos
Pero para lograr estos objetivos, los propios profesionales así como las organizaciones deben afrontar una serie de retos y desafíos muy importantes:
Los CIO’s tienen la obligación de mantenerse al día de todos los avances y desarrollos tecnológicos, buscando siempre en ellos el mayor beneficio para las organizaciones sanitarias y sin dejarse llevar por las tendencias del mercado.
Además deben tener la capacidad de trasladar ese conocimiento de forma realista a sus organizaciones, alineado con las necesidades de las mismas y sin generar expectativas demasiado grandes de los beneficios que con ellas se pueden conseguir.
Para ello deberán salir de la cueva e implicarse de forma mucho más activa en todos los procesos que tienen lugar en sus centros, conociéndolos y analizándolos. Su contacto diario con los profesionales sanitarios debe ser fundamental para conocer sus necesidades, sus carencias, sus inquietudes y aportando soluciones para cada una de ellas si es posible e incluso anticipándose a ellas o a las necesidades de la organización en su globalidad.
Y para poder lleva a cabo toda esta labor es innegable que el CIO debe tener una importante capacidad de gestión y liderazgo. Debe ser capaz de exponer sus ideas, argumentar sus propuestas y liderar las iniciativas para que todas ellas lleguen a buen fin con el mayor grado de éxito posible.
Las organizaciones, por su parte, deben ser capaces de confiar en su CIO, integrándole en las estructuras de decisión,  dotándole de los recursos necesarios para que desarrolle su función y reconociendo la importancia que su papel tiene en el mantenimiento y desarrollo del negocio.
No todo el mundo comparte esa visión
El CIO siempre ha sido una figura vital para las organizaciones sanitarias pero no todas ellas han asumido esta relevancia ni han sido capaces de reconocer ese papel. Son muchos (demasiados) los casos en los que los directores de informática no toman parte en decisiones operativas clave para el funcionamiento de los centros sanitarios o lo hacen de forma testimonial, sin capacidad de decisión real y aportando simplemente un punto de vista tecnológico.
Tampoco los propios CIO’s, en más de una ocasión, han sabido ver la importancia de su rol dentro de las propias organizaciones y se han mantenido aislados en su entorno IT, sin involucrase más allá de sus estrictas funciones operativas. Su actitud pasiva (muchas veces percibida como rareza) tampoco ha contribuido a que las organizaciones perciban todo lo que pueden aportar en el desarrollo estratégico, restringiendo su capacidad de participar y decidir en los aspectos clave del negocio sanitario.
El CIO en las organizaciones sanitarias juega hoy en día un papel fundamental en el desarrollo del entorno sanitario y de las propias instituciones. Y éstas deben asumir que sus profesionales tienen los conocimientos y la capacidad para tomar parte en las decisiones estratégicas más importantes. Sólo con su ayuda y su liderazgo se podrá alcanzar una verdadera y completa transformación digital en el mundo de la salud.
Publicado por PEDRO GONZALO

Fuente: Hablando de eSalud

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