Tener un infarto no es algo que nos podamos permitir asi nomas por falta de prevencion, en especial en epocas de crisis. Ademas de reducir la calidad de vida, aun cuando no hayan quedado secuelas evidentes, altera la economia familiar en tan solo meses despues de salir del hospital.
Un estudio en cuatro paises de medianos y bajos ingresos, incluida la Argentina, revela que las complicaciones de la enfermedad cardiovascular asociada con la aterosclerosis obligan a siete de cada diez pacientes a trabajar menos horas. Y mas de la mitad ve reducido su ingreso mensual, incluso aquellos con salarios mas altos.
"Estamos hablando de entre 403 y 1860 pesos, para los niveles de ingresos mas bajos y mas altos. En una familia con pocos recursos, dejar de contar con 400 pesos es mucho", señalo el doctor Andres Pichon-Riviere, director del Instituto de Efectividad Clinica y Sanitaria (IECS) y coautor de la investigacion publicada en PlosOne.
Durante los 15 meses posteriores al alta medica, que fue lo que duro el estudio, del 7 al 13% de los pacientes argentinos no pudo comprar los medicamentos necesarios. Esto prueba que la prevencion es clave y, como resumio el otro coautor argentino, tambien del IECS, "la enfermedad cardiovascular afecta seriamente la economia tanto en forma directa como indirecta", porque reduce la productividad de la poblacion activa.
"Produce un impacto que va mucho mas alla de lo fisico. Es uno del que nunca se habla ni se ve: el daño que produce la enfermedad en el nivel familiar, economico y social del paciente. Algo asi como un cono de sombra que afecta su entorno y cuyas consecuencias pueden ser, por ejemplo, que los hijos tengan que abandonar el colegio para ir a trabajar, que una ama de casa necesite salir a buscar empleo o que la familia tenga que vender una casa o un terreno para afrontar gastos. Es un problema grave, pero no solo desde lo medico", sostuvo Pichon-Riviere.
En el estudio participaron mas de 20 investigadores de China, la India, Tanzania y la Argentina. Analizaron las respuestas de 1657 pacientes, de entre 25 y 70 años, que acababan de estar internados en hospitales publicos o privados, con cobertura o sin ella, por sindrome coronario agudo, accidente cerebrovascular (ACV), enfermedad vascular periferica o insuficiencia cardiaca aguda.
La internacion de los 367 pacientes tratados en La Plata, Mar del Plata y la ciudad de Buenos Aires habia durado una semana en promedio, comparado con 12 dias en China, por ejemplo. Aunque la muestra local fue pequeña, representa "muy bien" la piramide de ingresos del pais.
La aparicion de la enfermedad cardiovascular se adelanta de 10 a 15 años en los paises en desarrollo. Y "lo mismo sucede con el resto de las enfermedades cronicas", dijo Pichon-Riviere, profesor de Salud Publica de la UBA y vicepresidente del grupo de investigacion de la Federacion Mundial del Corazon.
Aqui, la enfermedad cardiovascular causa el 34,2% de las muertes y el 12,6% de las discapacidades. El año pasado, otro estudio del IECS mostro que el costo anual de las hospitalizaciones por infarto, angina inestable o ACV es de unos 1600 millones de pesos. "La Argentina siempre tuvo una cobertura alta y amplia, pero a costa de ser ineficiente: se puede acceder a la dialisis o al trasplante renal. Pero, por ejemplo, no se controla la presion o el colesterol. Gastamos mucho, pero mal", agrego.
El informe, de acceso gratuito en www.plosone.org , muestra tambien que el 5% de las familias con bajos ingresos y el 20% de las familias mas acomodadas afrontan un "gasto catastrofico" despues de una emergencia cardiaca en la familia: necesitan usar el 40% de los gastos del hogar no destinados a la comida para atender las secuelas. Y no tener cobertura medica cuadruplica el riesgo de tener que afrontar ese gasto, aunque los autores aclaran que la cobertura por si sola no protege de ese riesgo.
Por Fabiola Czubaj
Fuente: La Nacion
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