viernes, abril 27, 2012

Micro robot ‘vivo’ para detectar enfermedades dentro del cuerpo.


Micro robot ‘vivo’ para detectar enfermedades dentro del cuerpo.
El 'Cyberplasm', un hibrido construido con fibras musculares y microelectronica avanzada, se moveria en el interior del organismo recogiendo datos de utilidad medica.
 
Lampreas marinas, animales en los que esta inspirado el 'Cyberplasm'.
Fuente: Great Lakes Fishery Commission
Un minusculo robot con forma de lamprea, un animal alargado y resbaladizo que se desplaza serpenteando por el agua, podria convertirse en el proximo explorador del interior del cuerpo humano. Este centinela incansable se moveria traves de los tejidos recogiendo datos y detectando enfermedades sin riesgo de agotar su bateria. Sus musculos, fabricados con tejido vivo, se alimentarian de forma autonoma transformando la glucosa y el oxigeno como hacen las celulas del cuerpo humano.
“Nada es capaz de igualar la habilidad natural de las criaturas vivas de observar y oler su entorno y de recopilar datos de lo que sucede a su alrededor”, afirma Daniel Frankel, bioingeniero de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) que lidera la construccion de este microrobot al que el y sus compañeros han bautizado como ‘Cyberplasm’. 
Su proyecto, junto a otros cuatro, fue seleccionado en 2009 de entre diez candidatos que luchaban por una inversion de cinco millones de dolares a tres años aportados por la Fundacion Nacional de la Ciencia (NSF) norteamericana y por el Consejo de Investigacion en Ingenieria y Ciencias Fisicas (EPSRC) de Reino Unido.
En el prototipo que estan construyendo, el sistema nervioso de este pequeño robot es sencillo -como el del animal al que imita- y electronico, lo que plantea a los cientificos el reto de conectarlo a las celulas vivas que confeccionan sus musculos y a los sensores sinteticos que captan estimulos quimicos y luminicos. Todo el sistema esta coordinado por un cerebro tambien electronico en el que unos microchips recogen las señales procedentes de los sensores y coordinan los movimientos ondulatorios del aparato.
La version inicial del Cyberplasm dispone de una cantidad limitada de respuestas ante distintos estimulos, pero su comportamiento podria aumentar en complejidad en el futuro. Para ello, los investigadores imitarian el sistema nervioso de insectos como las abejas que, tal y como señala Jose David Fernandez, investigador del Grupo de Estudios en Biomimetica de la Universidad de Malaga (España), son capaces de conseguir “comportamientos extraordinariamente complejos por medio de redes neuronales relativamente simples”.
Esta idea de la inteligencia basada en la interconexion de elementos sencillos es uno de los enfoques principales del Cyberplasm. Antonio Barrientos, coordinador del grupo de Robotica y Cibernetica de la Universidad Politecnica de Madrid (España) explica que para lograr un robot operativo, en lugar de “complicados algoritmos de control monoliticos” pueden utilizarse muchos elementos con capacidades muy simples y muy interconectados, de forma que “la inteligencia resida en las conexiones”.
Tras tres años de trabajo en este desarrollo, el equipo de Frankel esta ultimando y probando los componentes individuales del dispositivo. “Esperamos alcanzar la fase de ensamblado en un par de años y podria empezar a utilizarse en situaciones reales en un plazo de cinco”, pronostica el investigador.
La idea de disponer de microrrobots para distintos usos sanitarios -como la cirugia o la deteccion de enfermedades- supondria un verdadero adelanto, pero hasta ahora los prototipos construidos con materiales sinteticos funcionan con energia electrica y necesitan baterias o algun tipo de cable para ser autonomos.
Para esquivar esta limitacion, los investigadores han propuesto que el Cyberplasm obtenga la energia igual que lo hacen las celulas del cuerpo: de la glucosa y el oxigeno de la sangre. “Pretenden que los actuadores que se mueven sean musculos cultivados en lugar de sinteticos”, explica Fernandez. “Utilizarian precursores de celulas musculares para crear fibras que se alimentarian y harian su funcion usando glucosa y oxigeno”. De esta forma el paciente, al comer y respirar, abasteceria al robot que navega por su cuerpo con un caudal de energia inagotable.
No obstante, para que esto sea posible, el primer reto que aun tienen que superar concierne al tamaño del robot, que es demasiado grande para viajar por los vasos sanguineos mas delgados. En 2010, el biologo de la Universidad Northeastern Joseph Ayers, uno de los miembros del equipo, construyo un robot lamprea electronico de unos 80 centimetros de largo. Ahora, el objetivo es que el Cyberplasm mida un centimetro, y despues, reducirlo hasta un milimetro.
 
Por Elena Zafra (OPINNO)

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