Es un dispositivo portátil que
detecta, con velocidad y precisión, la gravedad de las lesiones vinculadas a
golpes o aneurismas
en la cabeza. En apenas un minuto puede monitorear varias regiones del cráneo para
identificar acumulaciones de sangre debajo del tejido óseo.
De este modo permite realizar una primera evaluación y minimizar la necesidad
de recurrir a estudios de alta complejidad.
En ciertos casos, el diagnóstico
de pacientes que sufrieron traumatismos
de cráneo o algún otro trastorno intracraneal requiere estudios de alta
complejidad, como resonancias magnéticas o tomografías computadas.
Si bien estos procedimientos
permiten identificar cualquier lesión interna derivada de los golpes en la
cabeza, son costosos, demandan tiempo y exigen trasladar al herido hasta un
centro médico especializado.
Ante ese cuadro, dos egresados de
la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (Faudi) de la UNC diseñaron un
monitor portátil intracraneal para emergencias, que llamaron
"Hemonir".
Se trata de un dispositivo capaz
de detectar, con rapidez y precisión, trastornos hemodinámicos intracraneales,
esto es, anomalías o accidentes en el flujo sanguíneo del cerebro, entre los
que se encuentran los accidentes cerebro vasculares (ACV) y los trastornos
encéfalo-craneales.
Su funcionamiento está basado en
la utilización de la espectroscopía de infrarrojo cercano (NIRS, por sus siglas
en inglés). Es un método no invasivo, que aprovecha la reflexión de la luz
infrarroja por parte de un componente de la sangre (el cromóforo de la
hemogloblina), para evaluar la gravedad de la lesión.
De esta manera, al medir la
cantidad de la luz infrarroja absorbida por la sangre, es posible conocer el
estado de los vasos sanguíneos o la acumulación de sangre debajo del tejido
óseo del cráneo. Y esta primera evaluación es fundamental para decidir los
pasos a seguir en el tratamiento de la persona afectada.
La forma del monitor se asemeja a
una vincha, para asegurar la comodidad y simplicidad de uso, así como su
transportabilidad. Le toma apenas un minuto realizar un escaneo en ocho puntos
de la cabeza del paciente. Esa información, luego puede ser descargada a una
computadora o teléfono a través de una conexión USB o por Bluetooth.
Hemonir pesa apenas 235 gramos y
el 80% de los elementos que lo componen puede ser desarrollado en el país. Su
costo de fabricación es de aproximadamente 160 dólares.
Si bien el dispositivo todavía
necesita ser sometido a una serie de pruebas y lograr aprobaciones
internacionales, Marcos Guevara –creador del dispositivo junto a Nicolás Pech–
subraya el impacto que podría tener en la salud: "Hemonir aporta al
sistema hospitalario de diagnóstico por imagen un procedimiento previo, rápido,
preciso y accesible, que descomprime tiempos y dificultades de los equipos de
alta complejidad. De esa manera, amplía la capacidad de respuesta y disminuye
posibles riesgos”, explica.
Colaboración interdisciplinaria
Sobre el origen del dispositivo,
Guevara recuerda: "En 2015 nos sumamos al proyecto que desarrollaban
Gastón Laphitz y Ezequiel Pavón para su tesis de grado en Ingeniería Biomédica.
Ellos estudiaron bien el espectro infrarrojo NIRS y cómo censar la absorción de
luz infrarroja a través de la hemoglobina. Desarrollaron la placa y calibraron
el dispositivo emisor-receptor NIRS para detectar colecciones de sangre a
través del cráneo”.
Según comenta el joven, hasta ese
momento existía un dispositivo similar utilizado en Estados Unidos por las
fuerzas militares, llamado "Infrascanner 2000", que censaba
manualmente y punto a punto las regiones craneales.
Uno de los valores que los
creadores de Hemonir destacan fue el proceso de trabajo interdisciplinario por
el cual se llegó al diseño del producto.
“El constante crecimiento, acceso
y flujo de la información y tecnología permite a los técnicos proyectistas
disponer fácilmente de herramientas, aprender conceptos y técnicas de cualquier
área disciplinaria. El desafío para lograr progreso, desarrollo y competitividad
en la actualidad ya no está relacionado solamente a la especialización
disciplinaria, sino a la capacidad y eficiencia en el proceso de desarrollo
interdisciplinario”, precisa Pech.
Este proceso colaborativo también
fue efectivo gracias a los lineamientos que Guevara y Pech recibieron de parte
del departamento de Biomodelos del Hospital de Niños de Córdoba, fundado y
coordinado por Daniel Capeletti -también director de la tesis de Guevara y
Pech- y Victor Defagó.
Sobre las posibilidades de
producir el monitor localmente Guevara sintetiza: “Excepto los emisores y
receptores NIRS –que son componentes estándares importados, debido a la
miniaturización que requiere el producto ensamblado– los demás dispositivos
como la placa base o la batería pueden ser fabricados localmente”.
Pech completa: “Esperamos generar
contactos con empresas locales abocadas a la fabricación de productos médicos y
elaborar en conjunto un plan para materializar el Hemonir”.
Tesis | Hemonir. Monitor
Intracraneal Infrarrojo.
Autores | Marcos Guevara
Domínguez; Nicolás Pech.
Director | DI. Daniel
Cappelletti.
Año | 2017.
Andrés Fernández
Pablo Carrizo
Prosecretaría de Comunicación
Institucional
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