Cuando se habla de calidad, muchas veces pensamos solo en productos “sin defectos” o en auditorías.
Pero la calidad no empieza en el control final, empieza en la forma en que hacemos las cosas todos los días.
Y ahí es donde entra la documentación de procesos.
🧩¿Cómo
se conectan?
La calidad busca cumplir con requisitos, generar
valor y satisfacer al cliente. La documentación de procesos asegura que lo que
hacemos esté claro, ordenado, repetible y medible.
La relación entre ambas es directa: "𝘴𝘪𝘯
𝘱𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰𝘴
𝘣𝘪𝘦𝘯
𝘥𝘰𝘤𝘶𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰𝘴,
𝘦𝘴
𝘤𝘢𝘴𝘪
𝘪𝘮𝘱𝘰𝘴𝘪𝘣𝘭𝘦
𝘴𝘰𝘴𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳
𝘭𝘢
𝘤𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥
𝘦𝘯
𝘦𝘭
𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰".
📝
La documentación: la base silenciosa de la
calidad
Un proceso bien documentado permite:
🔹
𝗖𝗼𝗻𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮:
Todos siguen el mismo camino, no importa quién lo ejecute.
🔹 𝗖𝗹𝗮𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱:
El equipo sabe qué hacer, cómo hacerlo, con qué herramientas y en qué momento.
🔹 𝗣𝗿𝗲𝘃𝗲𝗻𝗰𝗶ó𝗻: Evita
errores por confusión o ambigüedad.
🔹 𝗠𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮
𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗻𝘂𝗮:
Permite analizar, medir y optimizar lo que ya está definido.
🔹 𝗧𝗿𝗮𝗻𝘀𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮
𝗱𝗲
𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼:
Las personas pueden capacitarse sin depender de la memoria de otros.
🔹 𝗖𝘂𝗺𝗽𝗹𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼
𝗻𝗼𝗿𝗺𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼:
Las auditorías no dan miedo si tus procesos están bien documentados.
📉¿Y
si no documentamos?
🔹Cada
uno “hace lo mejor que puede” (pero diferente).
🔹Se
depende del conocimiento tácito.
🔹Se
repiten errores sin identificar su origen.
🔹No
se puede escalar ni medir la calidad del proceso.
🔹Se
improvisa ante los auditores o ante un reclamo del cliente.
🧠
Relación final:
"𝘓𝘢 𝘤𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘳𝘦𝘷𝘪𝘴𝘢. 𝘚𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦. 𝘠 𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘰𝘤𝘦𝘴𝘰𝘴."
💬 ¿Cómo está la documentación de procesos en tu empresa? ¿Se ve como parte de la estrategia de calidad o como algo aislado?
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