(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
Una investigacion interdisciplinaria demuestra que la causa de los dolores cronicos, aquellos que perduran como minimo seis meses, reside en afectaciones cerebrales. Existen fallas de conexion cerebrales que propician la permanencia del dolor aun cuando el daño fisico ha desaparecido. El estudio, realizado por un medico y tres fisicos, procura establecer cuales son las distintas alteraciones en el balance del sistema cerebral que provocan dolores cronicos como el de cintura o de espalda.
Hasta que punto puede decirse que el dolor cronico “lastima” el cerebro, y si los trastornos del cerebro causados por el dolor afectan algo que tenga que ver con aspectos emocionales, fueron los planteos de la investigacion argentina que recogio “Neuroscience Letters”, una revista internacional del grupo editorial Elsevier.
Fisicos y medicos de la UBA y de la Universidad Nacional de Rosario realizaron ensayos en personas sanas y en pacientes con dolores cronicos en estado de reposo, en cuyos cerebros detectaron “el balance de correlaciones alterado”, es decir, regiones cerebrales que deben “apagarse” permanecen “encendidas”, lo que provoca “problemas de insomnio y de toma de decisiones” incluso en pacientes que ya no sienten dolor.
“El dolor cronico altera circuitos cerebrales” señalo a InfoUniversidades Pablo Balenzuela, uno de los investigadores. “El cerebro se acostumbra y el dolor sigue”, por lo que los dolores persisten aun cuando desaparezca el daño. Los investigadores dedujeron que el tratamiento no debe centrarse en el lugar del dolor sino en “fallas de conexion del cerebro”. Claro que pese a demostrar que “el origen del dolor esta en el cerebro” desconocen aun las causas de las alteraciones “permanentes” en las conexiones cerebrales.
En los ultimos tiempos, los estudios con resonancia magnetica funcional demostraron que los enfermos con dolor sostenido tienen algunas alteraciones cerebrales y esas alteraciones estan relacionadas con la intensidad y la duracion de la dolencia.
Uno de los dolores cronicos mas corrientes es el dolor de espalda que, junto al de cintura, constituye uno de los principales argumentos para justificar el ausentismo laboral y para el que no existe un tratamiento totalmente efectivo. Por muchas decadas, el dolor cronico era un dolor agudo que pasaba a la cronicidad, lo que llevo a tratar ambos padecimientos como si fueran lo mismo.
Pero los cientificos localizaron “tres sitios del cerebro en pacientes con dolor cronico de cintura, que tenian la conectividad alterada respecto de centros normales. Habia un cambio en la comunicacion entre regiones de la corteza frontal y la insular, que es un area relacionada con la percepcion del dolor. Al sujeto no le dolia la espalda solo cuando estaba haciendo una tarea, le dolia siempre, entonces, teniamos que ser capaces de ver un marcador claro de lo que estaba pasando”.
Utilizando doce pacientes y doce personas sanas a las que se les pidio que pusieran sus mentes en blanco y no hicieran absolutamente nada, los investigadores advirtieron el mismo desequilibrio, lo cual les demostro que “las alteraciones cerebrales estan presentes aun cuando el paciente esta descansando”. Y que esto se haya demostrado en ausencia de cualquier hipotesis previa es una particularidad significativa.
En esta linea, se considero que si uno, por ejemplo, va al medico y se queja de un determinado dolor y el profesional no encuentra nada anormal que pueda provocar la dolencia, pero uno sigue quejandose, se esta demostrando algo objetivo y esa alteracion echa por tierra cualquier prejuicio y, por lo tanto, permite lograr que personas que no reciben tratamiento tengan acceso a la consideracion del medico. Lo que resulta de suma importancia porque plantea un potencial uso para diagnostico y seguimiento de la patologia del dolor.
Nuevos caminos para el tratamiento del dolor cronico.
Aportar un conocimiento concreto y objetivo sobre la relacion entre el dolor y el cerebro, y la respuesta al interrogante acerca de si el dolor causa algo mas que dolor, fue el resultado de un trabajo en el que los investigadores no utilizaron ningun atlas anatomico para buscar los sitios con la conectividad alterada, sino que partieron “de los datos encontrados, utilizando metodos de analisis de sistemas complejos”.
El hecho de que las alteraciones sean demostrables en forma objetiva, recurriendo a la sencillez de solicitar al paciente que solo descanse en un resonador, conlleva una posibilidad cierta para el diagnostico y seguimiento de los ya populares dolores cronicos.
El descubrimiento viene a confirmar que estos deben ser abordados como una condicion objetiva que altera procesos cerebrales y es necesario por lo tanto, ir mas alla de despachar a quien se queja de un dolor determinado diciendole que esta alucinando.
Se trata de descartar la vision simplista del problema que se lleva al consultorio y pensar en nuevas estrategias terapeuticas que “pueden ser de drogas, quirurgicas o psicologicas. Porque hay algo objetivo que nos dice: esto esta alterado. De hecho, la profesion medica, a traves de su historia, estuvo liberandose persistentemente de prejuicios. El mismo HIV empezo siendo para la gente una forma de cancer hasta que se descubrio el virus. Bueno, con el dolor cronico esta pasando algo parecido” concluyeron los investigadores.
Autor:
Rodolfo Zibell
Subsecretaria de Relaciones Institucionales
Universidad de Buenos Aires
Fuente: InfoUniversidades
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