El gobierno nacional desarrolló una Hoja de Ruta que permitirá
transformar el sistema de salud con el objetivo de que todas las personas
accedan a servicios médicos y sanitarios de calidad. Se estima que entre 2022 y
2023 la integración del sistema (público, obras sociales y privados) será
realidad, algo que es clave para allanar este camino hacia la democratización.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) tendrán un rol
fundamental para alcanzar una meta que para el Estado es indelegable y que es
garantizar el derecho universal a la salud.
La Secretaría de Equidad en Salud del Ministerio de
Salud de la Nación desarrolló una Hoja de Ruta (HdR) para transformar el
sistema de salud argentino en un período de diez años (2020-2030), que se enmarca dentro del Plan Federal de
Salud Digital (PFSD). Esta HdR tuvo como insumos para su construcción a los
talleres de Estado Futuro (EF) y de Factores Críticos de Éxito (FCE), a las
entrevistas y reuniones mantenidas por el equipo de consultores del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) con distintos actores del subsistema de
salud público, las obras sociales, los privados y la academia, entre otros
durante mayo a noviembre del 2020.
Por su parte, en julio de este año, la Fundación
Soberanía Sanitaria, presidida por el médico sanitarista Leonel Tesler, publicó
el informe “Sistema Nacional Integrado de Salud” con el que propone sentar las
bases para discutir algunas definiciones que permitirían llegar a acuerdos para
ir hacia un sistema integrado de salud en la Argentina.
Entre otros puntos, el informe de la Fundación
destaca y abre a debate distintas premisas: el rol del Estado para garantizar
la salud como derecho universal, el impacto de la fragmentación del sistema en
la desigualdad del acceso a los servicios de salud, la particularidad del
sistema argentino con obras sociales y Estado constituyendo un sistema
solidario, el problema de la inequidad geográfica de los profesionales de la
salud, y que una política integrada de medicamentos y tecnología médica
mejorará el acceso del pueblo a la salud y reducirá los costos para los financiadores.
Escenario. El Sistema de Salud Argentino (SSA) está
dividido en tres subsectores: el público/estatal, el de la seguridad social y
el de la medicina privada. El primero se financia con las rentas nacionales,
provinciales o municipales; el segundo, con los aportes de trabajadores y
empleadores y el tercero, con las cuotas que pagan los clientes de las empresas
de medicina prepaga. Los tres subsectores también se diferencian en sus
principios rectores: mientras que tanto el subsector estatal como el de la
seguridad social se rigen por la solidaridad para garantizar el ejercicio del
derecho a la salud, el privado se basa en la búsqueda del lucro por parte de
las empresas y la búsqueda de un mejor servicio por parte de los usuarios.
Tanto en obras sociales como en empresas de medicina prepaga, el Estado
Nacional es el que regula.
La HdR para la Agenda Digital de Salud 2020-2030 se
estructura en tres fases, que comprenden distintos períodos de tiempo, las
cuales suman un total de nueve años de planificación, y que revelan a la
integración como una parte fundamental del proceso de transformación.
Como alinear los elementos de las distintas fases es
clave, se definieron los siguientes pasos. Primero, identificar el escenario
futuro de la salud en Argentina, así como el estado futuro en las áreas
prioritarias definidas por el gobierno al final del mandato. Luego identificar
y priorizar tecnologías como elementos necesarios para la transformación
digital. Como tercer momento, identificar el ecosistema tecnológico necesario
para apoyar las tecnologías priorizadas. En cuarto lugar, co-crear y validar el
plan con actores críticos del ecosistema argentino de forma iterativa; y por
último, identificar fuentes de financiamiento, tiempos, y mecanismos de
implementación generales para elaborar el plan.
Fase por fase. La primera etapa destinada al fortalecimiento
del subsistema público está orientada a robustecer las bases, capacidades y los
desarrollos de trasformación, considerando que en períodos pasados se
realizaron desarrollos importantes dentro del Ministerio de Salud de la Nación
y, por ende, se busca continuar su consolidación. Las
prioridades serán el despliegue de los proyectos de Impulsa y del Plan de
Incentivos. Las principales inversiones están orientadas a
suplir necesidades de conectividad y de infraestructura de equipos y de
tecnología de base. Asimismo, se apuntará a al fortalecimiento de la
gobernanza, los aspectos normativos, ampliar la cobertura del Federador de
pacientes, el proyecto de Historia Clínica Digital y el bus de
interoperabilidad. “Estos cimientos son la base fundacional para poder crecer
en sistemas de información integrales y alineados a la estrategia del sistema
de salud argentino”, señala el documento.
La Fase 2 es clave. Apunta a la integración de los
procesos de los tres subsistemas de salud y está proyectada para el bienio
2022-2023. Requiere de una normativa habilitante que lo permita, como también
solidos mecanismos de ciberseguridad que garanticen procesos de intercambio de
información seguros. Asimismo, propone el despliegue de una solución de
imagenología a nivel de las 24 provincias y el fortalecimiento de acciones en
gestión del conocimiento como en desarrollo de personas y cultura. Al final de esta fase, se espera conectar
2.200 establecimientos, llegando al 80% (3.200). También
se contempla el despliegue del proyecto de imagen médica, el cual va a requerir
acondicionamiento y redimensionamiento de la infraestructura en las
jurisdicciones. “La expansión nacional se instrumenta en este período”.
Los seis años que van de 2024 a 2030 estarán
destinados a lo que el documento llama “Trasformación digital para la equidad”
y sugiere lineamientos ya que está planificada para un nuevo período de
gobierno. La intención es que la transformación del sistema de salud se pueda
concretar y, para ello, describe al detalle cómo se piensan los componentes
para alcanzar esta transformación. Se busca, en suma, que la nueva
administración tome los logros alcanzados y sea tomada como una política de
Estado y no como una política de un gobierno.
TICs para mejorar. En este punto, es importante distinguir que la
transformación digital no es digitalización, sino que es un proceso en el cual
las TICs cambian las reglas de participación, la manera que trabajamos e
interactuamos y pensamos.
Las TICs son una herramienta para esta
transformación digital que requiere la alineación o la aceptación de tres
componentes principales e interrelacionados: la misión, los procesos y la
cultura del trabajo de la organización; las personas que realizan este trabajo;
y las herramientas y tecnologías (incluyendo hardware y software) que las
personas usan para hacer el trabajo.
En el documento Global
Strategy for Digital Health la OMS pone énfasis en cómo la
salud digital podrá ser valorada y aceptada, al ser accesible por su
contribución al acceso equitativo y universal a servicios de salud con calidad.
También por mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de los sistemas de salud
en la prestación de servicios, atención asequible y equitativa; y por reforzar
y ampliar la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, el
diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos,
antes, durante y después de una epidemia o pandemia, en un sistema que respeta
la privacidad y la seguridad de la información de salud del paciente. De igual
manera, enuncia como la salud digital aporta a mejorar la investigación y el
desarrollo, la innovación y la colaboración entre los sectores.
El proyecto del Plan de acción y hoja de ruta de los
IS4H (Sistemas de Información para la Salud) de la OPS está estructurado en
tres fases, que incluyen cuatro ámbitos estratégicos para el fortalecimiento de
los IS4H en los países. En primer lugar la gestión de datos y tecnología de la
información, luego la gestión y la gobernanza; y le siguen la gestión y uso
compartido de conocimientos, y la innovación.
Desafíos locales. En
la Argentina el subsistema público de salud es responsable del 36% de la
población del país, así como también, de desarrollar la
articulación efectiva con las obras sociales, los privados y demás actores del
sistema de salud.
Es un contexto al que se le suma el advenimiento de
la interoperabilidad en salud, el uso y promoción de la telesalud, la
inteligencia artificial en procesos diagnósticos y analíticos, la
digitalización de la historia clínica y las ayudas diagnósticas, la receta
electrónica, la promoción de las apps para el cuidado de la salud, entre otros.
Y así como existen nuevas herramientas tecnológicas, el documento de la HdR
plantea que es necesario también reflexionar acerca del relacionamiento y
comportamiento de profesionales de la salud y pacientes con el uso y adopción
de las nuevas herramientas digitales.
En temas de infraestructura TIC, la HdR destaca la
cobertura de 5G en el territorio nacional para ser utilizada en el ecosistema
de salud, el uso intensivo de tecnologías móviles por parte de los equipos de
promoción y prevención en salud, y el empleo e integración de IoT-IoH para la
prevención de la enfermedad y cuidado de la salud.
Leído en
Salud en Línea
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