Tras el suceso que fue Llamando al doctor, la médica y empresaria fundó una nueva plataforma llamada Nume
Después
de crear y consolidar Llamando al doctor, su primera empresa de citas médicas
online, Ingrid Briggiler, de 35 años, no se detiene y fundó una nueva startup
llamada Nuevo Método (Nume), una plataforma que reúne a ginecólogas
virtuales que asesoran a pacientes. Y el sitio cuenta, además, con un generador
de recetas electrónicas que se transformó en un spin off del negocio, luego de
que el Ministerio de Salud de la Nación prohibiera recientemente la
presentación de fotos de órdenes médicas.
“El
Portal de Recetas Electrónicas (PRE) nace de una idea diferente. Mis anteriores
emprendimientos son servicios para pacientes y PRE es un servicio para médicos,
a raíz de los problemas que trajo la resolución del pasado 26 de diciembre. Va
a estar disponible en unas semanas y va a tener un costo para los médicos de
US$9,90 al mes o US$99 al año. Pero también los laboratorios van a poder dar
este servicio a a los médicos visitados como un beneficio”, explicó la médica y
emprendedora en diálogo con LA NACION.
Asimismo,
la ginecóloga dijo que está en conversaciones con distintos ministerios del
país para poder implementarlo a nivel público y a nivel nacional, de manera que
esté disponible para todos los médicos. “La decisión del Ministerio de Salud de
la Nación fue quizás abrupta, pero es adecuada. Lo de las fotos de las recetas
no se podía mantener en el tiempo. La receta es un documento. Lo que tiene que
suceder es que los médicos tenemos que digitalizarnos. Si queremos atender a
pacientes por telemedicina, por Zoom o por WhatsApp -que tampoco es recomendable,
pero es lo que ocurre en la realidad- tenés que hacer recetas electrónicas”,
afirmó Briggiler.
La
ventaja de PRE respecto de otras plataformas que permiten hacer recetas
electrónicas de forma gratuita es que no es necesario imprimirla, sino que con
ir a la farmacia y decir el DNI las recetas aparecen en sistema y el paciente
elige si compra todo o el medicamento de alguna receta en particular. “Tenemos
resuelta la interoperabilidad con las prepagas, las obras sociales y las
farmacias. El usuario quizás ni sabe de lo que estamos hablando, pero la parte
tecnológica de nuestro producto es un diferencial. Para todos es una ventaja”,
aseguró.
La
inversión inicial en Nume y PRE fue de US$300.000 y la plataforma ya recibió en
un año de operación más de 10.000 consultas de mujeres de la Argentina, México,
Costa Rica y Perú.
“Arrancamos
como un gestor para la adquisición de anticonceptivos y después nos
transformamos en la ginecóloga de cabecera virtual. Anatómicamente la mujer
necesita estar en pleno contacto con un ginecólogo toda la vida desde la
primera menstruación hasta que se muere y Nume la quiere acompañar y resolverle
los problemas. Hay prepagas y farmacias que ofrecen nuestro servicio y también
las mujeres nos pueden pagar directamente”, describió.
Más
allá de los números, Briggiler dice que el propósito de la compañía es
acompañar a las mujeres para que puedan dar su máximo potencial. “Si las
mujeres tienen resuelta su salud pueden estudiar, viajar, conseguir un mejor
trabajo y aprovechar mejor su vida sexual. Además, pueden usar mejor su tiempo
que esperando o buscando un turno médico y haciendo trámites en la obra
social”, detalló.
Por último, la empresaria, que sigue siendo accionista y presidente de Llamando al doctor (firma que factura más de US$3 millones al año), dijo que cree que las personas necesitan de gestores para cuidar su salud. “Las personas necesitan de ayudantes para ir a las consultas anuales o para no quedarse sin medicación, por ejemplo. Incluso, si alguien tuviera esto en cuenta, los costos del sistema de salud bajarían muchísimo. Nadie está pensando en ser el gestor”, cerró.
María Julieta Rumi
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