(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
Fallecio el Dr. Enrique Gurfinkel. Dirigia la Unidad Coronaria de la Fundacion Favaloro y era miembro del Conicet.
"Fue un referente, uno de los cardiologos mas importantes del pais. Pero por sobre todas las cosas, un gran entusiasta y un trabajador incansable."
Asi define su compañero, colega y amigo, Oscar Mendiz, al profesor doctor Enrique Gurfinkel, jefe de la Unidad Coronaria y de la de Dolor Toracico del Hospital Universitario Favaloro, que ayer fallecio en esta ciudad por un tumor de pulmon muy infrecuente, pero de gran malignidad, apenas cinco meses despues de que se lo detectara. Tenia 53 años.
"Estamos consternados", confeso Mendiz, que comenzo junto con Gurfinkel su carrera en la Unidad Coronaria de la Fundacion hace dos decadas y mas tarde se dedico a la hemodinamia.
"Quique trabajaba sin descanso: iba tanto al gran congreso internacional del Colegio Norteamericano de Cardiologia como respondia a una invitacion a dar una clase en un pueblo -recuerda-. Planteo ideas innovadoras, que hoy forman parte del uso diario de la medicina. Manteniamos grandes discusiones: nos gustaba azuzarnos uno al otro cuando teniamos puntos de vista diferentes sobre algun tema, y como resultado todos aprendiamos mucho. Para nosotros, es un golpe muy duro."
Maratonista, amante del jazz, aficionado al saxo y fanatico de Independiente, Gurfinkel se habia recibido como medico en la UBA, en 1982, y mas tarde se doctoro en la misma universidad, en 1995.
Fue residente, instructor de residentes y medico de planta en el Hospital Fernandez hasta que, en 1992, con la apertura del Instituto de Cardiologia y Cirugia Cardiovascular de la Fundacion Favaloro, se convirtio en su primer jefe de Unidad Coronaria. En 2008 recibio el nombramiento de jefe de Cardiologia del Hospital Universitario de esa entidad y director academico de su Departamento de Ciencias Cardiovasculares.
En el ambito cientifico, Gurfinkel fue investigador del Conicet, y como tal realizo o dirigio estudios que abrieron caminos.
Como el que demostro que la crisis que azoto al pais entre 1999 y 2002 causo 20.000 muertes cardiacas y 10.000 infartos no fatales mas de lo habitual; el que permitio comprobar que personas de entre 45 y 55 años, sin sintomas, ya presentaban placas capaces de producir coagulos que llevan al infarto, o el que descubrio que los angulos de bifurcacion determinarian la ubicacion de las placas ateroscleroticas y los aneurismas.
Sus logros profesionales fueron sobresalientes. Miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiologia y del Grupo Cooperativo Argentino de Hemostasia y Trombosis (y tambien de su homonimo latinoamericano), miembro internacional del Consejo de Cardiologia Clinica de la Asociacion Norteamericana del Corazon y del Colegio Norteamericano de Cardiologia, asi como integrante de otras numerosas sociedades de la especialidad (como la venezolana, la ecuatoriana y la lituana), Gurfinkel fue tambien el unico integrante latinoamericano del grupo de tareas de la Organizacion Mundial de la Salud que redefinio el diagnostico del infarto de miocardio.
Actuo como investigador principal o asociado en mas de 30 estudios internacionales y numerosos locales, publico 70 estudios en revisas internacionales con referato, fue conferencista en mas de 100 cursos en el pais y en el extranjero, miembro del comite editorial de Nature Clinical Practice y de la revista de la Federacion Argentina de Cardiologia, entre otras. Fue autor de dos libros y coautor de 18 capitulos en otros tantos.
Pero mas alla de su labor cientifica, fue tambien un medico sabio y etico, alejado de todo conflicto de interes, y un marido y padre dedicado, que siempre guardaba un dia a la semana integro para sus hijos adolescentes, Natasha y Martin.
Revisando la casilla de mi correo electronico, encuentro su ultimo mail, en el que el 18 de marzo me hacia llegar un editorial sobre remedios genericos y biogenericos preparado para la revista de la Federacion Argentina de Cardiologia. En el recuerda sus investigaciones pioneras en el mundo en el uso de heparinas de bajo peso molecular en la enfermedad coronaria, hoy estandar del cuidado de los pacientes cardiacos, una investigacion realizada sin mas apoyo que "el soporte inestimable de un puñado de colaboradores" y el de su institucion.
"Sabia que tenia una enfermedad mortal -cuenta Mendiz, conmovido-, pero se resistia a entregarse: vio pacientes hasta el jueves pasado. Solo la ultima noche le dijo al especialista que lo trataba: «Se que no llego a mañana; gracias por todo»."
Murio con la misma lucidez e integridad con la que vivio. El sepelio sera hoy, en el cementerio de La Tablada. El cortejo partira desde O'Higgins 2442, Capital. Pidio que quienes desearan hacer llegar un arreglo floral se abstuvieran e hicieran una donacion a la Fundacion Favaloro. Hasta en el ultimo detalle, un gran señor.
Fuente: Nora Bär , LA NACION
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