(Los
acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
Oncologos diseñan una medicina personalizada que conjuga el
perfil genetico para tratar el cancer.
La conjugacion de los estudios de
los genomas, con los mapas de genes que instruyen el funcionamiento celular, y
de la extraordinaria capacidad de procesamiento de datos clinicos a escala
global, diseñan el futuro de una "medicina personalizada", que busca
juntar cada subgrupo de pacientes con la terapia que les de ventaja en su lucha
contra el cancer.
Ese cruce de condiciones optimas entre el
conocer las caracteristicas del cancer contra el que se libra el combate por la
vida y la caracterizacion de cada grupo de pacientes que permita anticipar su
respuesta al tratamiento, fue tema de un foro de actualizacion oncologica que
se desarrollo en la ciudad colombiana de Cartagena.
Esta estrategia farmaco genetica esta
orientada a “superar los actuales tratamientos agresivos e inespecificos, con
rango terapeutico limitado”, afirmo el genetista español Javier Benitez,
director del Programa de Genetica del Cancer Humano en el Centro Nacional de
Investigaciones Oncologicas.
“El Proyecto Genoma Humano sento las bases
para la medicina personalizada, que ha sido un cambio radical para establecer
perfiles geneticos especificos, con informacion que se recoge de los genes, que
permitan prevenir, predecir, diagnosticar y tratar la enfermedad” con ventaja,
planteo.
Ese proyecto de investigacion cientifica
establecido en 1990 logro en 2003 determinar la secuencia de pares de bases quimicas
que componen el ADN (un ‘sistema operativo’ biologico que instruye la sintesis
de una o varias proteinas), e identificar y mapear unos 20.000 genes del genoma
humano.
Ya en 1970 se conocieron genes importantes en
el desarrollo tumoral; en 1985 fue identificada una mutacion en los genes BRCA1
y BRCA2 que incrementaba el riesgo de cancer de mama; en 1999 se logro un farmaco
a partir de un agente antiproliferativo de la tirosina quinasa, cuya actividad
se establecio como el evento molecular causal en la leucemia.
La investigacion basica transita hoy los
derroteros de la farmaco genetica, que busca analizar el subgrupo de pacientes
diagnosticados con una misma patologia, en el que vaya a dar resultado un
tratamiento especifico.
No se trata de diseñar un traje a medida exclusivo
para un individuo sino de establecer, a partir de la comprension de los
mecanismos moleculares celulares, subgrupos de pacientes en los que responda
eficazmente una bateria terapeutica.
Un estudio global analiza “250 tumores para
ir estableciendo el perfil de mutacion” y se desarrollo un “modelo en ‘ratones
avatar’ a los que se trasplanta cancer humano” para investigar, informo Benitez.
Todavia no hay un fenomeno tangible de
traslacion del conocimiento proveniente de la investigacion basica hacia la practica
medica: “No existe una guia de aprobacion farmacologica que diga cuando se debe
introducir un test genetico en la practica clinica (para detectar marcadores
oncogeneticos) y no esta consensuado quien debe pagar el test”, indico Benitez.
El argentino Daniel Ciriano -director medico
de Roche para Latinoamerica y de los programas de capacitacion en Metodologia
de la Investigacion Clinica en la universidades de Buenos Aires y Catolica de Cordoba-
dijo que uno de los aspectos que influye en la subutilizacion de este recurso
diagnostico es que “no toda la informacion esta disponible ampliamente y esto
tiene que ver con la predisposicion del medico a la actualizacion”.
“A partir de la identificacion genomica del
tumor que manda a analizar, y de esos datos comparados con una base (’Big
data’) de estudios clinicos, lo que recibe el medico en devolucion es la
perfilacion mas un informe que dice ‘paciente con tumores con estas caracteristicas
genomicas han respondido de la mejor forma a tal linea de tratamiento‘”, conto
Ciriano.
Es realmente “una utilizacion de los datos
historicos y actuales fantastica, porque el medico puede tener a partir de los
datos que se publican una informacion exactamente para ese perfil tumoral”.
Estas pruebas que se ofrecen a los pacientes
-22 de ellas ya fueron requeridas desde Argentina a la “Foundation Medicine”-
pretenden establecer una base de datos (Big data) molecular del cancer en el
mundo, que calcula establecer la posibilidad de encarar la medicina
personalizada por arte de la biomedicina y la bioinformatica.
Ciriano considero que otro aspecto es la
“disparidad de acceso en Latinoamerica, donde hay sistemas de salud que cubren
ampliamente (el costo de) los test diagnosticos y otros, parcialmente; ademas,
algunos test se hacen con tecnicas mas o menos precisas, que pueden dar falsos
positivos o falsos negativos, y se toman decisiones sobre resultados de
tecnologias no tan sensibles”, observo.
Fuente: TELAM
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