Mandar a un astronauta a una misión espacial no solo supone un reto para
ingenieros, físicos o matemáticos. También es un desafío para la Medicina. En
situaciones de gravedad cero o gravedad reducida, tomar muestras de fluidos
corporales como la sangre para diagnosticar problemas cardiacos, dolencias en el
hígado o en los riñones o enfermedades como la diabetes es una misión
prácticamente imposible. Y es precisamente en estos ambientes de micro-gravedad
cuando ciertas funciones del sistema inmunitario pueden verse afectadas. Ocurre
que las células inmunes son incapaces de proteger de forma adecuada a los
astronautas, de ahí que hongos como la cándida albicans se hagan extremadamente
agresivos.
En diciembre de 2013, investigadores de nueve Universidades de Estados Unidos,
junto con la NASA, publicaron un estudio titulado “Los
vuelos espaciales aumentan la agregación celular al azar en la cándida albicans” en
la revista PLOS ONE. Este documento mostró que este hongo común, que se
encuentra en la piel, en la boca y en el tracto gastrointestinal, urogenital y
tracto vaginal de 80 % de la población humana y puede causar enfermedades graves
en las personas con un sistema inmunológico debilitado, es mucho peor en el
espacio.
Esto, unido a que entre los equipos de exploración no se contempla la presencia
de profesionales que puedan ofrecer una adecuada atención sanitaria a los
navegantes espaciales, ha sido el detonante para que la NASA haya puesto todo su
empeño en diseñar una tecnología que fuera capaz de encontrar y cuantificar
sustancias en el organismo de los astronautas y así obtener datos de la
funcionalidad de sus diferentes órganos. Una de las soluciones es Bioscan, un
instrumento de diagnóstico no invasivo de última generación que permite medir
250 parámetros médicos en dos minutos sin extracción de sangre.
Una tecnología basada en términos biofísicos que descarta los pinchazos
El doctor Mariano Bueno, director médico de Biosalud, explica: “Ante las
dificultades de tomar muestras de sangre en el espacio, lo que hizo la NASA fue
elaborar una serie de protocolos basados más en términos biofísicos y no en
términos bioquímicos en los que, con determinados sistemas y con determinados
equipos, podemos captar las señales de sustancias en nuestro organismo y podemos
cuantificarlas para tener datos de la funcionalidad de los diferentes órganos de
modo que podamos hacer un chequeo de una persona sin necesidad de extraerle
sangre ni de utilizar métodos invasivos para extraer muestras biológicas como
normalmente se hace en medicina”. Y no hablamos exclusivamente de astronautas.
Bioscan también está disponible para cualquier ciudadano que quiera prevenir
enfermedades.
Durante la celebración de la III Edición de Fitur Salud, el espacio dedicado al
turismo sanitario de la Feria Internacional de Turismo que se celebra anualmente
en Madrid, este experto ha detallado que Bioscan permite “detectar problemas
incluso antes de que surjan. Porque en todas las enfermedades hay una etapa
intermedia en la que se va generando el problema. Estos dispositivos permiten
detectar las cosas antes de que realmente aparezcan y esto supone la medicina
preventiva ideal porque antes de que surja el problema, ya lo estamos
solucionando. No dejamos que el síntoma aparezca”.
Este método, que presenta Biosalud Day Hospital, mide la densidad ósea, la
función pulmonar, la glucosa, el sistema endocrino o el estado cardiovascular,
entre otros. Su principal objetivo es llegar a las causas y el origen de ciertas
anomalías, para poder ofrecer programas de medicina integrativa y antiaging a
quienes quieran mejorar su calidad de vida, prevenir problemas de salud y
reducir los efectos negativos del estrés diario. “La medicina convencional está
resolviendo de forma extraordinaria situaciones límite, agudas, pero tiene
algunas lagunas en los procesos crónicos y ahí es donde tiene un éxito seguro la
medicina biológica o integrativa”, comenta el doctor.
Fuente: Mirada Profesional
No hay comentarios.:
Publicar un comentario