viernes, diciembre 22, 2017

Robotización en la oficina de farmacia


La oficina de farmacia ha demostrado saber ser pionera en muchas ocasiones, también ahora con la incorporación de la automatización y las nuevas tecnologías, siendo el último exponente el sistema de receta electrónica.
A la hora de introducir cualquier herramienta de este tipo, el primer objetivo y lo que prima es que comporte una mejora de la calidad del servicio sanitario al paciente.
En esta línea, la robotización tiene efectos sobre la calidad de la atención. Permite liberar tiempo al equipo de la farmacia para poder dedicarlo a los usuarios, reforzando el consejo farmacéutico, seguimiento y control de los tratamientos.
Además, mejora la seguridad para el paciente por dos vías. Por un lado, reduce la posibilidad de cometer errores de dispensación, puesto que se recibe la medicación prescrita con un doble control, farmacéutico y tecnológico. Por otro lado, facilita un control y gestión más eficiente de las caducidades de los productos, al seleccionar para dispensar siempre la unidad que primero entró en stock.
Si nos centramos en los aspectos de gestión, mejora los tiempos de selección y entrega de los productos en el mostrador. Además, optimiza la gestión del inventario, reduce el tiempo de recepción y almacenaje y permite su realización por personas de menor formación y a menor coste.


Dependencia relevante
Si bien es cierto todo lo anterior, a la hora de apostar por un robot, hay que tener presentes diversos factores, como que la dependencia respecto a él es muy relevante, por lo que habrá que tomar medidas de prevención ante cualquier incidencia técnica en su funcionamiento. Otros elementos a tener en cuenta son la importante inversión inicial que supone y los posibles cambios estructurales a realizar en la farmacia para la instalación del robot, así como los costes energéticos y de mantenimiento. No menos relevante es el tipo de farmacia y consiguientemente su inventario, puesto que no es igual un stock corto en referencias, pero profundo que uno amplio en referencias y mínimo en profundidad.
Aparte de los robots pensados para agilizar la dispensación, existen las máquinas de vending, que permiten al usuario acceder al producto sin contar con la intermediación del farmacéutico. En la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC) consideramos, en la línea de lo comentado anteriormente en este artículo, que el verdadero valor e interés de cualquier herramienta tecnológica que se utilice en la oficina de farmacia debe ser el sanitario, y así lo debe percibir el paciente, que en muchas ocasiones elige la oficina de farmacia por su vertiente sanitaria y asistencial, así como por el trato personalizado, hecho que no se da con el vending.
Así, no es estratégicamente recomendable perder el foco de nuestro mayor elemento diferenciador en relación a otros establecimientos y principal razón de ser: el consejo profesional farmacéutico con el eje centrado en la salud y que debe prevalecer en cualquier acción que desarrollemos en nuestras farmacias.

 Fuente: Correofarmaceutico

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