(Los acentos fueron obviados por
cuestiones tecnicas)
Hacia
las baterias digeribles para energizar pildoras electronicas
Imaginemos una “pildora
inteligente” que pueda notar los problemas en nuestros intestinos y liberar
de forma activa los farmacos apropiados. Hay conocimientos biologicos
suficientes para crear tal dispositivo, pero aun falta encontrar los
materiales adecuados para la electronica de tal pildora (como baterias y
circuitos) que no supongan un riesgo para la salud del usuario si la pildora
queda encallada dentro del cuerpo.
Los dispositivos medicos electronicos ingeribles no
son una idea nueva. Desde los años 70 del pasado siglo, bastantes personas han
tragado minusculos aparatos de esta clase, incluyendo prototipos, que miden la
temperatura y otros parametros biomedicos. Actualmente, existen camaras
ingeribles para cirugias gastrointestinales asi como sensores enlazados a
medicamentos para estudiar como se descomponen los farmacos dentro del cuerpo.
El principal riesgo es la toxicidad intrinseca de
estos materiales, por ejemplo, si la bateria queda mecanicamente fijada en el
tracto gastrointestinal y la cubierta protectora se degrada. Cuando una pila
convencional actua sin barreras dentro del cuerpo humano tras haber sido
tragada, puede causar estragos. Es bien conocido lo peligroso que puede resultar
ingerir pilas electricas. Cada año, miles de niños acuden a urgencias despues de
tragarse pilas de boton, las baterias diminutas, planas y redondas que abastecen
de energia a juguetes, audifonos, calculadoras y muchos otros dispositivos.
Ingerir esas pilas tiene graves consecuencias, incluyendo quemaduras que dañan
de forma permanente el esofago, desgarros en el tracto digestivo, y en algunos
casos, incluso la muerte.
La alternativa deseable para energizar dispositivos
electronicos que deban ser ingeridos es, por tanto, recurrir a nuevas clases de
pilas que resulten inocuas, aunque su vida util sea muy breve. Despues de todo,
para recorrer los intestinos en un trayecto normal solo se necesita que la
bateria funcione unas 24 horas y en caso de que se quede atascada, se disuelva
en un plazo razonable y sin peligro.
El equipo de Christopher Bettinger, de la
Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos, esta explorando como podrian ser
empleados en bioelectronica ciertos minerales disponibles de forma habitual
dentro del cuerpo si la persona sigue una dieta sana, o incluso los pigmentos de
la piel o del ojo. Los dispositivos ingeribles que se usan ahora estan
energizados por pilas convencionales, como la que podemos encontrar en un reloj
de pulsera. Bettinger y sus colegas creen factible que se pueda llegar a
prescindir de esa clase de pilas, ya que los liquidos naturales dentro del
cuerpo pueden ejercer el papel de electrolitos que muevan la corriente a traves
del dispositivo. Hay laboratorios que ya han demostrado que la electronica
construida usando este metodo puede deshacerse en agua despues de 2 a 3 meses de
estar expuesta a ella.
Fuente: NCyT
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