Científicos del MIT crean un dispositivo implantable que ataca al tumor y
ralentiza la enfermedad.
El
cáncer de páncreas es uno de los más temidos, y con razón. No es un tumor muy
frecuente (unos 6.500 casos anuales en España, frente a los 25.000 del de mama o
pulmón), pero sí de los más letales, sobre todo por la dificultad de su
diagnóstico, que hace que en la mayoría de los casos se detecte en fases
tardías. Tiene una mortalidad del 95 % cinco años después de la diagnosis, la
supervivencia media no supera los 6 meses y solo uno de cada cuatro afectados
pasa del año de vida.
Además,
la localización del páncreas, que se halla en lo más profundo del abdomen,
dificulta que la quimioterapia alcance su objetivo. Para ayudar a vencer ese
obstáculo, investigadores del MIT y el Hospital General de Massachusetts han
desarrollado un pequeño dispositivo implantable que libera las sustancias
curativas directamente en el tumor.
En un
ensayo con ratones, los científicos encontraron que este tratamiento era 12
veces más efectivo que aplicar la quimioterapia a través de inyecciones
intravenosas, que es el método más común para atacar esta enfermedad.
El
objetivo es que este sistema reduzca el tamaño del tumor hasta que sea posible
que los cirujanos lo extirpen con éxito.
Los
investigadores han creado un polímero flexible a partir de un polímero llamado
PLGA. El resultado es una finísima película que puede enrollarse e introducirse
en un estrecho tubo que se inserta en un catéter. Una vez que la película
alcanza el páncreas, se despliega, se adapta a la forma del tumor y va liberando
de forma programada los medicamentos que contiene. El material se ha diseñado de
forma que solo secreta las sustancias por el lado que se halla en contacto con
el tumor, lo que minimiza los efectos secundarios en los órganos cercanos.
Funciona con roedores
Las
pruebas con ratones a los que se provocó un cáncer de páncreas mostraron que los
tumores de los que recibían este novedoso tratamiento crecían más despacio que
los de los roedores a los que se administraba quimioterapia por vía intravenosa.
Además, este "ataque focalizado" aumentaba la cantidad de tejido necrótico
(células tumorales muertas fáciles de extraer quirúrgicamente), y la película
actuaba como una barrera física que reducía la metástasis a órganos cercanos.
Esta
investigación abre nuevas vías en la lucha contra el mortífero cáncer de
páncreas, muy resistente a la quimioterapia, dadas sus características. Las
inyecciones fracasan por tres motivos: la profundidad a la que se encuentra este
órgano en el cuerpo, la escasez de vasos sanguíneos en los tumores pancreáticos
(lo que dificulta a los medicamentos el acceso a su interior) y la existencia de
una gruesa capa de tejido fibroso que suele rodear y proteger al foco canceroso.
Fuente:
Muy Interesante.
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