Los autores de la investigación, que se
aprovecharon de la redundancia del código genético, publican sus
resultados en la última entrega de ‘Science’.
Hackear un organismo para simplificar
su genoma al tiempo que mantenemos (e incluso ampliamos) sus funcionalidades.
Eso es lo que un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha
logrado recientemente, reduciendo de 64 a 57 el número de codones (combinaciones
de 3 nucleótidos, responsables de codificar los aminoácidos) del ADN de una Escherichia
coli. Los resultados de su trabajo de investigación se han publicado
en el último número de la prestigiosa revista Science.
Para lograr esta reducción de codones, los científicos han
aprovechado la redundancia del código genético (dado que varios codones
distintos pueden codificar las mismas clases de aminoácidos). En palabras de
Matthieu Landon, uno de los autores del estudio y estudiante de postdoctorado de
Harvard, “reducir siete codones parecía un
buen equilibrio entre el número de cambios que parecían técnicamente posibles y
el número con el que podría sobrevivir una célula“.
El sistema elegido para ello se basaba en reemplazar de
manera sistemática cada una de las 62.214 localizaciones de estos siete codones
por otros alternativos. Los científicos eliminaron en cada gen, por ejemplo, los
codones ‘CCC’ y lo sustituyeron por ‘CCG’. de tal manera que no afectaron a la
codificación de la prolina. Hasta ahora, los
investigadores sólo han probado el 63% de los genes recodificados.
De esta manera, se ha logrado dar un paso fundamental
hacia la meta de crear un organismo completamente recodificado. Los
investigadores sostienen, además, que un organismo recodificado podría tener
‘funcionalidades jamás vistas en la naturaleza’. “La
industria farmacéutica podría aprovechar las bacterias inmunes a los virus, que
ahorrarían miles de millones de dólares en pérdidas causadas por
contaminación viral”, señalan los autores en el estudio.
Los investigadores también abordan en su artículo el
aspecto más conflictivo de las técnicas de reescritura no natural del código
genético: su seguridad. Y es que muchos expertos temen que las proteínas
diseñadas por el nuevo genoma de la E. coli podrían ser tóxicas y ser
resistentes a virus, con el peligro sanitario que ello conlleva. Sin embargo, el
equipo de Harvard sostiene que un
organismo de este tipo no podría contaminar células naturales, dado
que fuera del laboratorio presenta varias limitaciones.
Escrito por Marcos
Merino
Vía | Agencia
SINC
Fuente TIC Beat
Leído en Revista Médicos
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