Hay acuerdo en el Congreso para dar dictamen favorable al proyecto
que modifica la denominada Ley de Medicamentos Genéricos, para
prohibir la aparición de marcas comerciales en las recetas.
“Buscamos evitar abusos comerciales”, dijo la legisladora autora de
la norma. Especialistas convocados por la Comisión de Salud
respaldaron la medida.
Desde que nació en plena crisis económica y social en el año 2002, la denominada
Ley de Medicamentos Genéricos ha tenido un largo recorrido, y si bien la mayoría
de los especialistas coincide en su beneficio, su cumplimiento es parcial.
Incluso, en la actualidad, la mayoría de las recetas no cumple con la letra fría
de la normativa. Por eso, se presentó un proyecto para reformar algunos
artículos de la ley, para hacer más rígida la aplicación, y prohibir la
aparición de nombres comerciales. La iniciativa comenzó a ser tratada en la
Comisión de Salud de la cámara de Diputados nacional, y hay coincidencia en los
diversos bloques para aprobarla la semana que viene. Los especialistas
convocados coincidieron en la necesidad de tener una mirada social sobre los
medicamentos.
El proyecto de la diputada nacional Carolina Gaillard fue tratado esta semana en
la Comisión de Salud, que ella preside. Allí, los diversos bloques coincidieron
en la posibilidad de aprobar la iniciativa, que prevé la obligatoriedad de
prescribir medicamentos por su nombre genérico, sin sugerir nombres comerciales.
“Como legisladores debemos trabajar para garantizar el acceso al bien social que
es el medicamento”, manifestó Gaillard.
Según se puso saber, el proyecto cuenta con el visto bueno de la mayoría de los
bloques políticos, y llegará a la sesión de la semana que viene de la cámara
baja. El diputado Sergio Wisky, del bloque Cambiemos, apoyó esta iniciativa
aunque solicitó esperar una semana más para la firma del dictamen de la
comisión. “La ley de 2002 (vigente en la actualidad) estipula la obligatoriedad
de prescribir por nombre genérico, pero prevé la posibilidad de mencionar la
marca comercial del medicamento, de este modo la excepción se hizo regla. Es muy
bajo el porcentaje de recetas que hoy cumplen con la ley vigente”, expresó
Gaillard.
“Con esta propuesta de modificación intentamos promover que la norma sea una
herramienta eficaz para que los pacientes no sean víctimas de abusos comerciales
y puedan elegir libremente los medicamentos consultando a su farmacéutico las
distintas opciones de la droga prescripta por el médico, evitando que sea
inducido a adquirir una en particular. Nosotros abordamos el acceso al
medicamento como una política de Estado, enmarcada en una política pública de
Salud que lo garantice. Y en este sentido, como legisladores, debemos trabajar
para garantizar el acceso al bien social que es el medicamento”, dijo.
Para apoyar su postura, en la última reunión de comisión la legisladora invitó a
especialistas de la materia, para apoyar la reforma que fue presentada en su
momento por la diputada nacional Gloria Bidegain (MC). Entre otros, estuvieron
en el encuentro Jorge Rachid, médico sanitarista, Daniel Gollán, ex ministro de
Salud de la Nación, Patricio de Urraza, Vicedecano de la Facultad de Ciencias
Exactas de la Universidad Nacional de la Plata y en presidente de la Agencia
Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP), entre otros.
En su exposición, Rachid señaló que “la sanción de esta modificación a la ley de
genéricos representa una política de Estado”. “Nosotros sostenemos y defendemos
que el medicamento es un bien social y las reglas de juego no pueden quedar
libradas al mercado; por eso, si hablamos de accesibilidad también debemos
hablar de precios y de la estructura de costos”, agregó.
Por su parte, Gollán explicó que “los costos de los medicamentos ponen en jaque
cualquier sistema de salud del mundo; la prescripción por genéricos es crucial
ya que casi un tercio de la inversión en Salud se lo lleva la industria
farmacéutica”. Asimismo, realizó un “llamado a los colegas médicos para que
prescriban por el nombre genérico, ya que las normas en sí mismas no cambian la
realidad. Con la ley no alcanza, hay que cumplirla”, concluyó.
Patricio de Urraza, manifestó que “la producción pública de medicamentos genera
una baja de precios y revela el verdadero costo de la producción de
medicamentos. Así que considero que esta ley abre una discusión sobre cómo el
Estado se plantea el abordaje de las distintas aristas del tema medicamentos.
Para nosotros, el rol del Estado es garantizar la accesibilidad al medicamento,
ya que la industria farmacéutica tiene como fin maximizar sus ganancias”.
Por su parte, Rubén Sajem, presidente del Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad
de Buenos Aires, ratificó que “una gran mayoría de los médicos ya no receta por
nombre genérico sino que lo hace por marca comercial, y los farmacéuticos se ven
obligados a suministrar el medicamento, ya que si no podrían incurrir en
abandono de persona”.
La ley de prescripción por nombre genérico fue aprobada en agosto de 2002, un
proyecto que contó con un amplio respaldo del justicialismo, el ARI, el
radicalismo, Polo Social, Frente para el Cambio, los partidos provinciales, y
sólo anunciaron su voto negativo Marta Alarcia y se abstuvieron los legisladores
de Autodeterminación y Libertad. Según cálculos extraoficiales del Ministerio de
Salud en esos días, con la sanción de esta ley “se podría ahorrar un 60 por
ciento los costos en medicamentos de la población, que representarían una cifra
cercana a los 4.000 millones de pesos anuales”.
"Recetar por nombre genérico era sólo el comienzo de una política para regular
el mercado de medicamentos. Además, había que fomentar un mercado de genéricos,
que la Argentina aún no tiene, excepto para muy pocos productos, como los que se
utilizan para tratar el VIH/sida", sostiene Aldo Neri, ex ministro de Salud.
Fuente: Mirada Profesional
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