En Kazajistán, el secretario de
Gobierno disertó en el plenario de apertura sobre la revitalización de la
atención primaria de la salud para lograr la cobertura universal en forma
efectiva.
El secretario de Gobierno de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein,
brindó un discurso en el plenario inaugural de la Conferencia Internacional
sobre Atención Primaria de la Salud a 40 años de la Declaración de Alma-Ata en
la que los Estados y las organizaciones internacionales se comprometieron a
adoptar medidas adecuadas para que todos los pueblos del mundo alcanzaran en el
año 2000 un nivel de salud que les permitiera llevar una vida social y
económicamente productiva en la que la atención primaria de salud fuera la
clave para alcanzar esa meta.
“En 1978, Salud para todos en el año 2000 parecía ser algo muy
distante, un objetivo aspiracional más que operativo. En ese momento, las
enfermedades infecciosas, los problemas de salud de la madre y el niño y la
desnutrición aún eran dominantes en los países en desarrollo, y las
enfermedades no transmisibles recién estaban apareciendo en escena”, recordó
Rubinstein durante el primer plenario de la conferencia que comenzó hoy en
Astaná, capital de Kazajistán.
“Cuarenta años después -advirtió- considerando los dramáticos cambios
demográficos y epidemiológicos que se produjeron en los países en desarrollo,
se debe reorganizar la atención primaria de la salud para hacer frente a la
creciente carga de las enfermedades no transmisibles que son mucho más
complejas que la mayoría de las enfermedades transmisibles y contribuyen con
más del 70 por ciento a la mortalidad prematura y morbilidad en estos países”.
En el plenario de apertura - dedicado a la revitalización de la atención
primaria de la salud (APS) para lograr la cobertura universal de salud-
Rubinstein indicó que el principal desafío es analizar cómo reformar la APS
ante un escenario de envejecimiento de la población, aumento de la carga de las
enfermedades no transmisibles y el incremento de los costos de las nuevas
tecnologías que “desafían la sostenibilidad de los sistemas de salud”.
Luego, el secretario de Gobierno de Salud ofreció algunos ejemplos de
América Latina con sistemas orientados a la atención primaria de la salud que
están bien desarrollados y cuentan con un buen desempeño como en Brasil, Costa
Rica y Cuba. “Brasil ha innovado en el acceso y en la cobertura a través de su
programa de salud familiar que brinda atención primaria a poblaciones definidas
al establecer equipos con un médico de familia, una enfermera y entre cuatro y
seis agentes comunitarios de tiempo completo”.
Para aportar más datos, Rubinstein indicó que bajo este modelo, Brasil
hoy atiende a más del 90 por ciento de la población brasileña de casi 200
millones. “Numerosos estudios han demostrado que la expansión del programa de
Brasil tuvo como resultados grandes reducciones en la mortalidad infantil por
diarrea e infecciones respiratorias, así como una disminución en la mortalidad
cardiovascular y en las hospitalizaciones”.
Finalmente, Rubinstein explicó que Argentina está en vías de
implementación de un plan inspirado en la estrategia de salud familiar de
Brasil que se basa en la nominalización de la población y asignación de la
misma a equipos de salud de medicina familiar. Esta estrategia se implementará,
en una primera etapa, para las personas sin obra social ni prepaga que
representan un tercio de la población. “El proceso se fomentará a través de
incentivos financieros y no financieros específicos, el cumplimiento de
objetivos de calidad y la aplicación de referencias adecuadas a través de redes
locales y regionales integradas de salud”, afirmó.
“Hoy en Astaná, 40 años después de la declaración de Alma-Ata, tenemos
una oportunidad enorme para un cambio duradero”, concluyó Rubinstein en la
conferencia que se desarrollará hasta mañana.
Fuente: Prensa Secretaría de Salud de la Nación
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