Un equipo de investigación de la Universidad de Jaén (España) junto a la empresa Neurobase han creado un sistema que analiza los cambios de postura de los pacientes encamados con problemas de movilidad e indica a los cuidadores cuándo y cómo deben mover al enfermo para que no se produzcan complicaciones. Mediante sensores no invasivos colocados en la ropa se controla el tiempo y la posición. El programa envía una alarma al auxiliar para modificar la orientación y así evitar dificultades en la recuperación.
Uno de los
problemas más frecuentes en pacientes sin movilidad o movilidad reducida es la
aparición de úlceras, heridas en la piel provocadas por el roce de las sábanas
y la presión del hueso sobre una zona concreta sobre la que se soporta el peso
del cuerpo. Para evitarlas, el mejor mecanismo de prevención es cambiar de
postura frecuentemente al enfermo. Los cuidadores suelen controlar los tiempos
para que no sufra una exposición prolongada en la misma posición. Sin embargo,
no cuentan con un sistema de asesoramiento sobre la duración y la colocación
exacta para evitarlas.
Para dar
respuesta a este problema, los expertos presentan un sistema inteligente que
monitorea la postura de los pacientes en la cama. Para ello, utilizan sensores
no invasivos que permiten describir la orientación de las zonas del cuerpo de
manera precisa y no invasiva en cada momento. En el artículo ‘Fuzzy Monitoring
of In-bed Postural Changes for the Prevention of Pressure Ulcers using Inertial
Sensors Attached to Clothing’, publicado en la revista Journal of Biomedical
Informatics desarrollan esa clasificación de posiciones y crean un protocolo
seguro que calcula la prioridad de los cambios posturales teniendo en cuenta
los movimientos ya realizados.
Los sensores
utilizados son inalámbricos, de bajo coste y pesan 9 gramos, por lo que pueden
acoplarse a la ropa del paciente como un clip. “Además, la persona cuidadora
recibe alertas en el móvil que determinan el momento y la manera en la que
deben cambiar la postura del enfermo y puede consultar el histórico para
confirmar que se han producido las modificaciones correctamente”, afirma a la
Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Jaén Javier Medina
Quero, autor del artículo y responsable del proyecto.
Los sensores
utilizados son inalámbricos, de bajo coste y pesan 9 gramos, por lo que pueden
acoplarse a la ropa del paciente como un clip. (Foto: F. Descubre)
Aunque
existen estudios y prototipos previos a esta aplicación, ninguno de ellos
incluye todo el protocolo necesario para la toma de decisiones en la prevención
de úlceras. Así, el sistema incluye los sensores de movimiento conectados a la
ropa que describen la orientación de las zonas del cuerpo de los pacientes de
forma no invasiva. La información se almacena en una base de datos para
reconocer y clasificar las posturas en la cama. Además, se soporta sobre un
modelo matemático que calcula la prioridad de los cambios para cada zona del
cuerpo de acuerdo con unas reglas definidas para el enfermo y el tiempo
transcurrido desde las posiciones anteriores.
La
combinación que los expertos del grupo de investigación ‘Avances en Sistemas
Inteligentes y Aplicaciones (ASIA)’ han realizado con los sensores y el
tratamiento de los datos mediante unos modelos matemáticos hacen que el sistema
aporte la información precisa sobre la necesidad de cambio postural del
usuario. En caso de necesidad, emite una notificación al cuidador para que
modifique su posición en el momento requerido.
El sistema
se sustenta en el llamado modelo difuso basado en el conocimiento, una
estructura matemática que interpreta datos imprecisos para la resolución de
problemas. De esta manera, los expertos pueden definir una base de conocimiento
que ofrece la capacidad de tomar decisiones.
La base de
conocimiento está formada por los datos, obtenidos mediante los sensores
directamente de los pacientes, y el conjunto de reglas matemáticas que se
aplican de forma automática para reconocer los objetivos de control. Por
ejemplo, si existe una herida en una determinada zona, el objetivo es minimizar
el peso sobre ella. Así, las reglas que configuran este protocolo personalizado
se reducen para minorar los tiempos en esa posición y favorecer la cura.
Además, el sistema se retroalimenta con la nueva información que recibe, por lo
que puede modificar las órdenes y ofrecer una respuesta individualizada a cada
enfermo en tiempo real.
Los
investigadores continúan sus ensayos para lanzar en breve la aplicación al
mercado. Al contar con sensores de bajo coste, plantean su aplicación en zonas
desfavorecidas y regiones en vías de desarrollo. Al mismo tiempo, la aplicación
podría utilizarse en la monitorización de otros segmentos de pacientes o en la
evaluación de la postura y el movimiento en personas mayores, como los cambios
en la velocidad de la marcha al andar.
El trabajo
se ha financiado mediante los proyectos ‘Sistema inteligente para prevención de
úlceras por presión basado en dispositivos wearables no invasivos’ del Servicio
Andaluz de Salud, ‘Sistema inteligente de decisión basado en reconocimiento de
actividades en el entorno operativo de envejecimiento’ del Ministerio de
Ciencia e Innovación y los pertenecientes al programa Horizonte 2020 de la
Unión Europea ‘PHArA-ON. Pilots for Healthy and Active Ageing in europe’ y ‘The
use of computational techniques to Improve compliance to reminders within smart
environments’. (Fuente: F. Descubre)
Leído en NCyT
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