¿Qué
es la nube? ¿Dónde está la nube? ¿Estamos en la nube? Probablemente hayas
escuchado estas preguntas más de una vez o incluso tú mismo te las has hecho.
Desde hace varios años el cloud computi forma parte de nuestras vidas y
parece que ha venido para quedarse.
Para que todo el mundo lo entienda: la computación en nube significa
almacenar y acceder a datos y programas a través de Internet en lugar de
almacenar toda esa información en un disco duro.
El término “nube” es simplemente un nombre metafórico para denominar el
almacenaje de información en Internet. Tiene su origen en los diagramas de
flujo y presentaciones que representan la gigantesca infraestructura de los servidores
de Internet.
El cloud
computing no es un disco duro.
Cuando se almacenan datos en el disco duro o se ejecutan programas desde el
disco duro se habla de almacenamiento local y computación.
Todo
lo que necesitamos está físicamente cerca de nosotros, lo que significa que el
acceso a nuestros datos desde nuestro ordenador o desde cualquier otro que esté
conectado a la red local es rápido y fácil. Así se ha trabajado desde hace
décadas: todo en local.
La nube tampoco se trata de tener un hardware o dispositivo de almacenamiento vinculado a la red doméstica
(por sus siglas en inglés, “NAS”). El almacenamiento de datos en una red
doméstica u oficina no cuenta como utilización de la nube, aunque es verdad que
algunos dispositivos de almacenamiento vinculados a la red te permiten acceder
en remoto a través de Internet.
Para que se considere computación en nube se tiene que acceder a los
datos o a los programas a través de Internet, o al menos, tener esos datos
sincronizados con otra información a través de la web. De esta manera, con una
conexión en línea, la computación en
nube se puede llevar a cabo en cualquier lugar y en cualquier momento.
La “nube empresarial”
En este artículo vamos a hacer referencia a los sistemas de cloud computing para consumidores individuales o para empresas pequeñas o medianas que no necesitan un sistema de almacenaje a gran escala.
Para las empresas o negocios de gran tamaño existe una “nube” diferente.
Algunas empresas optan por implementar un Software como
servicio (por sus siglas en inglés, “SaaS”), de manera que la empresa se
suscribe a una aplicación a la que accede a través de Internet.
También
existe la Plataforma como servicio (por sus siglas en inglés, “PaaS”), que
proporciona una plataforma y un entorno que permite que los desarrolladores creen
aplicaciones y servicios que se puedan utilizar a través de Internet. Y otras
empresas utilizan la Infraestructura como servicio (por sus siglas en inglés,
“IaaS”), donde empresas como Amazon, Microsoft o Google proporcionan una
infraestructura de procesamiento que puede ser alquilada por otras compañías.
Ejemplos conocidos de nube
La computación local y la computación en nube son muchas veces difíciles de distinguir. Esto se debe en parte a que, hoy en día, casi todos los programas de nuestros ordenadores tienen algo que ver con la nube.
Por ejemplo, puedes tener instalado el paquete de Microsoft Office 365
como software local. Sin embargo, este software
local utiliza Microsoft OneDrive para
el almacenamiento, que es una forma de computación en la nube.
Además, Microsoft también ofrece un conjunto de aplicaciones basadas en
la web, Office Online, que son versiones
para Internet de Word, Excel, PowerPoint y OneNote a las que se accede a través
del explorador web sin necesidad de instalar nada en nuestros
ordenadores. Por lo tanto, es otra versión del cloud computing.
Analicemos los sistemas de almacenamiento en la nube gratis y de pago
más conocidos y que seguro estáis utilizando u os han hablado de ellos.
Google Drive
Se trata de un servicio de cloud computing puro y duro. Drive te ofrece 15 GB de almacenamiento online gratuito para que puedas guardar fotos, artículos, diseños, dibujos, grabaciones, vídeos o lo que quieras.
Drive almacena toda la información en línea de manera que se pueden
utilizar las distintas aplicaciones de Google en la nube: Google Docs, Google
Sheets y Google Slides. Puedes acceder a tus archivos desde tu ordenador o
desde una Tablet o un smartphone. La verdad es que la mayoría de
los servicios de Google podrían considerarse computación en la nube: Gmail,
Google Calendar, Google Maps, etc.
Apple iCloud
Todos los dispositivos Apple incluyen iCloud para guardar fotos, archivos, notas y demás contenidos. El servicio en la nube de Apple se utiliza principalmente para el almacenamiento en línea, guardar las copias de seguridad y para la sincronización del correo, los contactos, el calendario, etc.
Todos los datos que necesites estarán disponibles estés donde estés y
podrás acceder desde tu dispositivo iOS, Mac OS e incluso Windows. iCloud te
ofrece 5 GB de almacenamiento gratis que se pueden aumentar fácilmente con
los distintos planes de almacenamiento que ofrece.
Apple
tiene además versiones basadas en la nube de su procesador de texto (Pages),
hojas de cálculo (Numbers), Notas y presentaciones (Keynote) para que los pueda
utilizar cualquier usuario de iCloud. En iCloud también está la función
“Encontrar mi iPhone” (y demás dispositivos), que es fundamental cuando
perdemos el teléfono.
Amazon Cloud Drive
También existen servicios híbridos como Box, Dropbox y SugarSync que funcionan en parte en la nube porque almacenan una versión sincronizada de los archivos en línea, pero también sincronizan los archivos con el almacenamiento local. La sincronización es la clave de la experiencia de la computación en nube, incluso si se accede al archivo localmente.
Ventajas de la nube
·
Puedes acceder a los archivos e incluso
modificarlos en cualquier momento y lugar y desde cualquier
dispositivo.
·
Flexibilidad en
cuanto a la capacidad del almacenamiento.
·
Posibilidad de hacer copias de
seguridad en la nube.
·
Precios asequibles
de los distintos planes de almacenamiento.
·
Favorece el trabajo en equipo.
Desventajas de la nube
·
El servicio puede fallar.
Ningún proveedor puede asegurar que su servicio sea infalible. Si la conexión a
Internet falla o si el servicio falla, puede que estés un tiempo sin poder
acceder a tus archivos.
·
Aunque los proveedores de cloud
computing implementan los mejores estándares de seguridad, la
red no es 100 % segura. En el cloud computing, se puede
acceder a todos los componentes desde Internet. Como todos sabemos, cualquier
aparato o dispositivo conectado a Internet puede sufrir un ciberataque.
·
Además de la seguridad, también hay que
considerar la privacidad del cliente. ¿Hasta qué punto confías
en el proveedor de servicios?
·
Dado que la infraestructura de la nube
es totalmente propiedad del proveedor del servicio y está completamente
gestionada y monitorizada por él, transfiere un control mínimo al
cliente.
Leído en Spartanhack
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