(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)
A todos nos sobrecoge la idea de entrar a quirofano. Una operacion quirurgica siempre entraña riesgos. La imaginacion, en estos casos, se dispara. De modo que si eres especialmente sensible para estas cosas, te recomiendo que no sigas leyendo.
Aunque suene inverosimil, existen mas casos de los que la gente cree de instrumentos que los cirujanos se dejan olvidados dentro de un cuerpo operado. Normalmente las enfermeras son las responsables de contar con precision la cantidad de instrumentos empleados con el paciente. Si hay un error en el conteo, entonces no se debe coser y cerrar al paciente hasta que se verifique el numero de objetos. Si es necesario se puede incluso realizar una radiografia durante la operacion para localizar los objetos que faltan. Pero lo cierto es que esta clase de errores se suceden en muchas ocasiones. Mas de las que nos gustaria.
En Estados Unidos incluso hay bufetes de abogados especializados en demandar a hospitales por este asunto.
Normalmente, estos objetos ocasionan dolores insoportables en la vida cotidiana del paciente, que en principio se suelen adjudicar a los dolores normales de la operacion. Como el caso de un paciente que vivio con un instrumento quirurgico alojado en el vientre.
Lo que mas se suelen dejar dentro de nosotros, no obstante, son las gasas o toallas. Hay pacientes que han sentido nauseas durante dias por este motivo. Hasta que finalmente, vomito una pequeña toalla de 50 centimetros de longitud, por ejemplo. No habia lugar para las dudas: la toalla llevaba escrita en rojo el emblema del hospital donde el paciente habia sido intervenido.
Hay pacientes que han llegado a vivir durante 7 años con unas pinzas en el torax. Existe otro caso de una mujer que vivio con otras pinzas en el intestino por espacio de 30 años.
Solo en un año se pueden registrar 250 casos de objetos olvidados dentro de cuerpos. Sin duda, el mas exagerado, fue el caso de un paciente al que, tras pasarlo por rayos X, descubrieron que se habian dejado en el un aparato para medir la tension.
Como si uno se llevara un souvenir tras la experiencia.
Pone un poco los pelos de punta imaginarse que a uno le puede pasar algo asi cuando entre a quirofano. Pero supongo que, despues de todo, es una minoria de casos: el medicina siempre existe un margen de error, por mucho que el cirujano haya practicado horas y horas con el famoso juego de habilidad Operacion.
Mas informacion Revista Medica Herediana
Fuente: Genciencia.com
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