miércoles, noviembre 07, 2012

Descubrimiento argentino en ciencia basica.


(Los acentos fueron obviados por cuestiones tecnicas)


Una investigacion develo el mecanismo en el cual las celulas transforman la energia que consumen. Encontraron un proceso doble, que nunca habia sido identificado antes.
Un equipo de investigadores argentinos del Conicet desentraño los procesos que dan energia a las celulas, un tema que era fuente de discusion cientifica a nivel mundial.
A partir del estudio de una proteina de la bacteria Thermus thermophilus, el equipo descubrio que existen dos circuitos -no uno solo, como se suponia hasta ahora- que regulan el mecanismo de transferencia de electrones, un proceso en el  que los alimentos que se ingieren se transforman en la fuente de energia que utilizan las celulas.
Alejandro Vila, del Instituto de Biologia Molecular y Celular de Rosario (IBR), que trabajo en conjunto con los cientificos del Inquimae (el Instituto de Quimica Fisica de los Materiales, Medio Ambiente y Energia), lo compara con una puerta que se puede abrir en dos sentidos.
“La clave reside en unos atomos de cobre alojados dentro de la proteina y que actuan como conductores de los electrones”, explica. Estas particulas deben entrar y salir, y esto ocurre a traves de dos caminos diferentes: hasta ahora se veia que el transporte ocurria por una unica via, como una puerta que se abre en un sentido.
“Se creia que por un mismo camino entraba o salia”, explico.
Sin embargo, cuando modificaron ligeramente la estructura de la proteina descubrieron que la puerta se podia “abrir” hacia ambos lados. “El sitio de cobre tiene dos estados: uno que le permite tomar electrones y otro que le permite enviarlos hacia otra parte”, asegura Vila.
Segun los autores del trabajo, comprender como funciona la teoria permitiria eventualmente aprender a imitar, regular y mejorar el funcionamiento de enzimas para su uso.
Ademas, a largo plazo, este tipo de hallazgos podrian contribuir en investigaciones sobre enfermedades mitocondriales (que afectan a uno de cada 4 mil niños), como el sindrome de Kearns-Sayre.
Tambien, conocer este proceso permitiria optimizar, por ejemplo, dispositivos usados para generar energia solar o fabricar biocombustibles.



Fuente: Diario Hoy

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