martes, octubre 10, 2017

El impacto de la deuda técnica en la eSalud.

La llamada "deuda técnica"  es un concepto definido originalmente por el norteamericano Ward Cunningham y que hace referencia a las consecuencias que puede tener la falta de atención en el desarrollo y mantenimiento del software o en el despliegue de hardware.
Esta deuda técnica se genera cuando determinadas tareas necesarias en el desarrollo de aplicaciones o en el mantenimiento de sistemas se ignoran o no se llevan a cabo por motivos presupuestarios, por una deficiente asignación de recursos o prioridades o por cualquier otro motivo. En estos casos se generan problemas que afectan de manera notable al uso que se hace de los mismos y pone en dificultades a los profesionales en su trabajo diario.
Formas de manifestación de la "deuda técnica"
La deuda técnica puede manifestarse en uno o varios de los siguientes factores:
·         Desarrollos con errores desconocidos, deficientemente corregidos o simplemente no subsanados.
·         Dificultades en las aplicaciones cuando hay que incorporar nuevas funcionalidades.
·         Errores a la hora de implantar y actualizar nuevas versiones.
·         Problemas a la hora de actualizar la tecnología o migrar a nuevas plataformas.
·         Documentación incompleta, inexacta, inservible o simplemente inexistente.
·         Problemas derivados de la falta de actualización o mantenimiento de los servidores y equipos de trabajo, especialmente derivados de la seguridad.
·         Pobre rendimiento de servidores y equipos de trabajo por la falta de actualización del hardware.
Estas son sólo algunas de las causas que pueden generar deuda técnica y que surgen a  no presentar la debida atención a los procesos de desarrollo de aplicaciones o al mantenimiento de equipos de trabajo y servidores.
Con el tiempo, todos ellos producen situaciones que suelen tener difícil, además de costosa, solución. Adicionalmente se genera un efecto colateral de desencanto o pérdida de confianza en la tecnología por parte de los usuarios, los que más sufren las consecuencias de las carencias tecnológicas.
Implicaciones prácticas de la deuda técnica
Llevado a la práctica, las implicaciones de la deuda técnica se reflejan en el día a día de usuarios y profesionales en muy diversas formas:
·         Ineficiencia de las aplicaciones por errores del software, desarrollos insuficientes o erróneamente concebidos y otros problemas de las mismas.
·         Problemas operativos en los circuitos de trabajo por falta de optimización entre necesidades y desarrollos.
·         Lentitud de las aplicaciones por servidores y equipos de trabajo obsoletos o no adecuados a las necesidades.
·         Errores o carencias en los procesos de transferencia de información debidos a equipos obsoletos o no debidamente comunicados.
·         Exceso de tareas o duplicidades en las mismas por problemas o carencias en los sistemas.
Seguro que para ninguno de nosotros es difícil encontrar ejemplos, tanto de aplicaciones o sistemas desactualizados como de las consecuencias que estos tienen sobre los procesos de trabajo diario. Aplicaciones viejas y poco actualizadas, sistemas u ordenadores anticuados, dispositivos manuales o que no tienen posibilidad de interconexión con otros sistemas ... Los ejemplos están a la orden del día.
Sin dejar de lado la importancia de todos los problemas mencionados, lo más grave sin duda es algo a lo que ya hemos hecho referencia: la pérdida de confianza de los usuarios en la tecnología.
Si un usuario se encuentra con una aplicación que no cumple con sus necesidades o con un sistema que no le permite desarrollar el trabajo que tiene que hacer, dejará de utilizarlo inmediatamenteRecuperar posteriormente a esos usuarios descontentos será un trabajo costoso y complicado y requerirá de una gran dosis de esfuerzo por todas las partes.
Tampoco es despreciable el coste económico generado por la deuda técnica. Porque, a fin de cuentas, cualquier carencia en sistemas o aplicaciones tiene una consecuencia directa sobre los profesionales y, por consiguiente, sobre el coste de sus acciones. Aunque no hay una forma clara de calcular este coste (diversos autores han propuesto diferentes métodos de cálculo), es innegable que existe un coste oculto (y no tan oculto) derivado de la deuda y que debe ser tenido muy en cuenta por los equipos directivos.
La complejidad del mundo sanitario
A pesar de todas las implicaciones que tiene la deuda técnica, no debemos perder de vista la complejidad del sistema sanitario. Las organizaciones son grandes, los cambios, complicados y las inversiones, importantes. Actualizar, por ejemplo, un HIS de un hospital o todo el parque informático de los profesionales no es algo que pueda hacerse de forma habitual y conlleva una pequeña (o gran) "revolución" que hay que saber afrontar y gestionar. Además, muchos de esos cambios (por ejemplo, la actualización de equipamiento más viejo que cumple las funciones que se le exigen) no encuentran debida justificación y no encuentran el necesario apoyo en la dirección.
Tampoco ayuda la tradicional resistencia al cambio del entorno sanitario, donde la introducción de mejoras tecnológicas suele ser lenta y afronta retos importantes para implicar a todo el personal involucrado.
No obstante, la deuda técnica es, en muchos casos, responsable de que los procesos de actualización tecnológica no se puedan poner en marcha. En plena transformación digital las organizaciones, los profesionales y las empresas encuentran que para incorporar o mejorar determinados procesos es necesario afrontar antes cambios en muchos elementos que se encuentran desactualizados u obsoletos. Y eso complica y muchas veces impide poner en marcha nuevas iniciativas que podrían arrancar si esta deuda fuera menor o simplemente no existiera.
La deuda técnica, generada por la falta de atención en el desarrollo, mantenimiento o actualización de aplicaciones y sistemas, tiene grandes implicaciones en el mundo sanitario. Es responsable por un lado del descontento de los profesionales y por otro lado dificulta el proceso de transformación digital que está en marcha en toda la sociedad, generando importantes costes a lo largo de todo el sistema.
¿Cuál es vuestra opinión sobre la deuda técnica y su impacto en el mundo sanitario? ¿Lo percibís diariamente?
Fotos: ccpixs.com y Niko Kaiser

Leído en Hablando de eSalud

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