domingo, agosto 04, 2019

“La Telemedicina permite acortar brechas y compartir conocimientos”


La TeleSalud es una nueva forma organizacional de trabajo que además de incorporar tecnologías, se centra en el trabajo colaborativo. Con la Estrategia de Salud Digital como marco, su implementación ya es una política de Estado.
 
Entrevista Dr. Emiliano López, director de la Dirección de TeleSalud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación
TeleSalud es un área que depende de la Dirección Nacional de Sistemas de Información en Salud y a su vez de la Subsecretaría de Coberturas Públicas Efectivas y de la Secretaría de Coberturas públicas, Sanitarias y Recursos. El Dr. López habla de las barreras, los objetivos a corto y largo plazo y de los ejes de acción para su implementación en todo el país.
¿Cuáles son los objetivos de esta Dirección?
Desde TeleSalud impulsamos fortalecer la estrategia nacional que es la Cobertura Universal en Salud. TeleSalud es un componente de los sistemas de información que son un pilar esencial para fortalecer la CUS. Desde octubre de 2017 la Secretaría de Salud toma como estrategia la Cus y en ese sentido trabaja con tres grandes pilares: los sistemas de información, la cobertura por programa sanitario y por último el trabajo territorial. El pilar de sistemas de información abarca la historia clínica electrónica, los turnos online, el plan de conectividad y una red de interoperatividad, esto es que diferentes sistemas de información del país puedan dialogar e intercomunicarse. Y la TeleSalud es otro de los componentes. Yendo a lo particular, la TeleSalud es el uso de las tecnologías de la información y de la comunicación en pos de los servicios sanitarios, tanto para la asistencia del paciente como para la formación de los equipos de salud.

¿Cómo se aplican esas tecnologías en el sistema sanitario?
Estamos impulsando la creación de una red de instituciones públicas vinculadas y conectadas, trabajando de manera colaborativa utilizando las herramientas tecnológicas. Por un lado en tiempo real, de manera síncrona que son equipos de videoconferencia, y por otro una tecnología asíncrona o diferida, que es una plataforma de consultas de pacientes. El objetivo es que profesionales puedan hacer consultas entre ellos de pacientes complejos y poner a disposición cursos y programas de actualización parea los profesionales. Se busca acortar brechas con las problemáticas existentes que tiene que ver con la distribución desigual de los recursos de salud. Sabemos que en las grandes urbes hay especialistas que en sitios más alejados no hay. Esta tecnología nos perite acercar estos conocimientos específicos a áreas alejadas y desprovistas y el paciente y la comunidad en general se benefician de estos conocimientos. Esto trae además como beneficio evitar traslados innecesarios, porque con la Telemedicina se pueden resolver a distancia muchas de las problemáticas, disminuyendo el costo económico para la familia, el desarraigo y el impacto también económico para el sistema sanitario.

¿Está preparado el Sistema de Salud para ofrecer y sostener esto a nivel infraestructura?
El primer cuello de botella que encontramos es la brecha digital. Para poder implementar la Tele-medicina obviamente necesitamos Internet, y hoy está estimado que menos del cincuenta por ciento de las instituciones médicas del país no cuentan con esta red. Por eso la Estrategia de Salud Digital como marco, va a trabajar el Plan Nacional de Conectividad. TeleSalud tiene que estar acompañado de actividades concretas para poder sentar las bases para que se pueda llevar adelante. Luz eléctrica e Internet son las primeras herramientas. En cuanto a la tecnología, aún si todos los establecimientos tuvieran Internet, no cuentan con sistemas de video conferencia ni la tecnología necesaria para una plataforma de consulta como la Telemedicina. Desde Nación estamos habilitando los medios para poder ofrecer y brindar de manera progresiva las tecnologías que hagan posible la Telemedicina. Nuestro plan operativo anual considera la adquisición de la tecnología necesaria para poder brindarla de manera descentralizada. Si nosotros contamos que el país tiene diez mil instituciones de salud pública, nuestra red cuenta con 500 instituciones conectadas.

¿Cuándo comenzó este trabajo de Salud Digital?
Este trabajo de conexión comenzó a finales de 2014, previamente se llamó programa de CyberSalud y con la nueva gestión cambió a TeleSalud. Para mí esto es muy importante porque una política pública se define en tratar de brindar las garantías necesarias para que el objeto se lleve a cabo. En este caso, que todos los establecimientos del país cuenten con Telemedicina. Si el Estado toma el compromiso de llevar a la TeleSalud como una política y arbitra los medios, que haya trascendido dos gobiernos es señal de que es una firme política pública. Desde ese entonces hasta la fecha ese fue nuestro objetivo y este año se terminó de escribir el Plan Nacional de TeleSalud, una herramienta de gestión que ya está reglamentado. Esto nos da la pauta de cómo vamos a trabajar.

¿Cómo lo van a implementar? 
Lo haremos con tres ejes estratégicos. Por un lado, tener en cuenta la Gobernanza, para lo cual invitamos a las 24 jurisdicciones a conformar su equipo de TeleSAlud, que cada provincia tenga su propia entidad. Sabemos que la TeleSalud es una disciplina emergente y necesitamos que todas las provincias se sumen para poder llevarlo a cabo. En ese punto la idea es crear un grupo asesor representado por instituciones públicas y privadas, que sea un ámbito natural de discusión sobre la TeleSalud. También planteamos trabajar estándares para la adquisición de la infraestructura. Otro punto de trabajo es el vacío legal que existe aún en este tema y para lo cual es necesario trabajar interdisciplinariamente.
El otro eje es la Gestión del Plan y que tiene que ver con cómo vamos a desplegar la tecnología en los hospitales para incluirlos en una red amplia y que considere en primer lugar la Atención Primaria de la Salud. El tercer eje se llama Programas de TeleSalud, que le brinda un marco de acción, que define de qué manera se llevan a cabo servicios que nutren la Red. Por ejemplo, salir a incentivar a que las instituciones atiendan ciertas problemáticas como diabetes, enfermedades de corazón, las enfermedades cónicas no transmisibles, etc.

Son muchos cambios los que se incorporan. ¿Ve permeable a los profesionales de la Salud frente a estas nuevas herramientas? 
Lo más complejo es el cambio cultural de una nueva forma de trabajar orgánicamente. La TeleSalud es una nueva forma organizacional de trabajo, más allá de las tecnologías. Lo central es trabajar colaborativamente. Es fundamental la gestión del cambio, adoptar nuevas formas de trabajo y enfrentar las resistencias a esta nueva modalidad. En este sentido hay que trabajarlo paulatinamente, porque el siglo XXI e Internet concibieron un mundo distinto. Están los nativos digitales y están quienes tienen otra forma de operar la comunicación. Hay un gran desafío por delante.
Desde mi punto de vista, se puede crear una cultura organizacional diferente de varias maneras. Una, es que se incluya en los planes de estudio las tecnologías de la información, brindando complementaria- mente cursos de formación. Pero otra forma tiene que ver con el devenir propio del momento histórico que se atraviesa. Hay que dar tiempo a los nuevos profesionales a que incorporen las tecnologías a la vida cotidiana. Los resultados no van a ser inmediatos.

Hablamos de las barreras de infraestructura, de la formación de capital humano, y mencionó el vacío legal. ¿Qué otros factores tienen en cuenta para la implementación de estas nuevas tecnologías?
Un factor importante tiene que ver con cuál es el reembolso por esta prestación. Y para eso hay que generar un mecanismo con las obras sociales y la medicina privada. Todo está en proceso. Estamos pensando trabajar con el programa SUMAR, que hace una transferencia de fondos por prestaciones cumplidas, para que a través de TeleSalud, la segunda opinión a distancia sea una prestación que genere un reintegro para las instituciones involucradas.

¿Es optimista con respecto a los resultados?
Sí, soy muy optimista. Existe la necesidad de compartir el conocimiento, y las tecnologías nos ofrecen la posibilidad de dar respuestas a muchas necesidades. Es importante que más allá que se den resultados a corto plazo pueda trascender como política pública para que siga creciendo. La innovación es verdadera cuando se ancla en una necesidad puntual, real y concreta. Cuando la tecnología aporta a esa necesidad la innovación se vuelve verdadera.

Por María José Ralli
Leído en Femecon Informa


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