miércoles, agosto 14, 2019

Una capacitación del Hospital Garrahan para Latinoamérica contó con un trasplante transmitido en vivo.




Cirujanos de distintos hospitales de la región participaron de un curso organizado por el Hospital Garrahan y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el cual se pudo observar un trasplante transmitido en vivo como parte del entrenamiento. La iniciativa busca generar más centros de trasplantes hepáticos en América Latina, entrenados por los profesionales argentinos.
En un aula del Hospital Garrahan cirujanos de varios países de América Latina miran atentamente una cirugía de trasplante hepático en un donante vivo, es decir la extracción de una parte del hígado que luego será trasplantado en una persona con una enfermedad hepática terminal. El dato crucial de ese momento, que a simple vista puede parecer una clase de cirugía común, es que el trasplante se está haciendo en vivo.
Mientras tanto, el jefe del Servicio de Trasplante Hepático del Hospital Garrahan, Oscar Imventarza, se encuentra en un quirófano del Hospital Argerich realizando la cirugía a la donante: una madre de una pequeña paciente que, en otro quirófano en el Hospital Garrahan, es preparada para el trasplante que le permitirá continuar con vida. El operativo trasplante incluye la cirugía de la madre, el traslado de la resección del hígado y la cirugía del bebé: todo transmitido en vivo para los cursantes.
«La OPS junto con la OMS ha designado al Hospital Garrahan como líder de un proyecto de entrenamiento para todos los países de Latinoamérica de trasplantes con donantes vivos», explica Imventarza sobre el curso por el cual más de 50 cirujanos pudieron seguir en tiempo real el operativo en conjunto entre los dos hospitales, que duró más de 10 horas y en el que participaron unos 80 profesionales de diferentes áreas.
El presidente del Hospital Garrahan, Carlos Kambourian, afirmó que «es un orgullo para nosotros poder formar a otros países de América Latina en una técnica de trasplante con donante vivo que permite salvar muchísimas vidas cuando no hay otra opción de tratamiento».
En tanto, Imventarza resaltó: «Afortunadamente, en el hospital ahora podemos desarrollar proyectos tan ambiciosos como este y contar con el apoyo de las autoridades y de la institución».
El procedimiento realizado en la mamá donante se llama hepatectomía, es decir una resección de hígado en la que se conservan los vasos sanguíneos para ser implantados luego en el bebé, en este caso una beba de 11 meses con Atresia de Vías Biliares. «Este pedacito de hígado que trasladamos desde el Argerich al Garrahan lo implantamos en el bebé para que sobreviva y crezca», destacó Imventarza. La primera parte del operativo se realizó en el Argerich desde las 7 a las 13 hs, donde se realizó la ablación de una parte del hígado de la madre, y la segunda parte en el Garrahan desde las 13 hasta las 20 hs, donde finalmente se llevó a cabo el implante en la beba.
Tanto la paciente trasplantada como su mamá donante se encuentran bien y evolucionando favorablemente tras las cirugías. 

Leído en Buena Praxis

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