lunes, septiembre 02, 2019

Florencio Varela: el Hospital El Cruce es el primero del país en el que recetarán aceite de cannabis a adultos.


Harán una prueba con 60 pacientes de 18 a 60 años. Hasta ahora sólo lo utilizaban con chicos, en el Garrahan.
Hospital el Cruce de Florencio Varela. (Foto: Mario Quinteros)

La expectativa por la novedad inunda los pasillos del Hospital El Cruce, de Florencio Varela. Se aprobó el protocolo que permitirá tratar la epilepsia refractaria con cannabis medicinal. 60 pacientes fueron seleccionados para la etapa de prueba.
El Cruce es el primer hospital del país en el que autorizan la utilización de cannabis en adultos. La resolución ya fue publicada en el Boletín Oficial.
La finalidad del estudio es medir la efectividad, seguridad y tolerabilidad en los pacientes que posean esa enfermedad.
La investigadora del Conicet Silvia Kochen está a cargo de la investigación y de la implementación en El Cruce.
“Se viene trabajando en esto desde hace mucho tiempo y es un gran paso porque en los estudios que se publicaron previamente, lo que uno observa es que la mitad de la población que padece epilepsia y usa cannabis logra una muy buena respuesta”, comienza diciendo Kochen, directora de la unidad de Neurociencias del Hospital.
La epilepsia es una enfermedad vinculada específicamente al sistema nervioso. Se convierte en refractaria -es decir, con ataques frecuentes y limitantes- cuando los tratamientos convencionales no logran causar efecto y es necesario recurrir a otro tipo de métodos.
El aceite de cannabis se utiliza desde enero en el Hospital Garrahan y ahora lo recetarán en el Hospital El Cruce. (Foto: Emmanuel Fernandez)
“Lo que sucede en este sentido es que hay pacientes que ya probaron con distintos métodos. Ahí es donde se acude a estos tratamientos alternativos”, continúa.
Ese fue un aspecto considerado para el reclutamiento de los pacientes, que participan del ensayo: que se hubieran sometido a un tratamiento con drogas antiepilépticas tradicionales y lo hubiesen abandonado por la falta de resultados. Y, además, que no fueran candidatos a una cirugía o, en caso de haberse sometido a ella, no haya sido efectiva.
En principio eligieron 40 personas que estaban siendo atendidas en el propio Hospital. Pero también hay otras 20 a las que seleccionaron en otros centros médicos de la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Neuquén, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Salta y Mendoza.
El Cruce es el segundo centro de salud de la Argentina donde se ensaya un protocolo como este. En enero empezaron a utilizar cannabis en el Hospital de Pediatría Juan Garrahan, en Capital. Pero el hecho inédito es que mientras allí las pruebas se realizan en niños, en El Cruce están enfocados en adultos, de 18 a 60 años de edad.
El proyecto prevé que si en algún momento un paciente desea interrumpir el tratamiento pueda hacerlo.
Un aspecto tenido en cuenta a la hora de diseñar el protocolo es el hecho de que cuando un individuo necesita acceder al cannabis medicinal, al peso propio de la enfermedad se le suman las demoras y el estrés por las complicaciones y la burocracia que implica conseguir -principalmente, importar, ya que la producción en la Argentina todavía es mínima- el aceite.
“Es necesario ofrecerle al paciente control de calidad y no que tenga que gastar 300 dólares en importar un aceite, algo que, por otra parte, solo es posible hacer bajo la carátula de suplemento dietario”, lamenta Kochen. Y agrega: “Acá está lleno de gente comprometida y súper capaz de seguir investigando y aportando”.
En este sentido, la científica hace referencia a lo que sucede en otros países, poniendo el foco en Uruguay, donde la regulación del uso data de marzo del 2013.
“Uruguay fue la vanguardia. Pero tiene un factor fundamental para lograr eso y es que el estado, en esa materia, está presente y también a nivel social se tiene mucha más conciencia. Como investigadora, algo que preocupa es que si bien aquí se están dando grandes avances, el estado sigue sin tener presencia en este terreno”, concluye.
La experiencia de Mamá Cultiva
En 2016, Valeria Salech junto a otras madres y padres de chicos con epilepsia decidió oficializar Mamá Cultiva Argentina, una organización que se dedica a informar acerca del uso del cannabis medicinal y visibilizar experiencias, tanto propias como ajenas, con respecto a lo que sucede en el cuerpo de una persona cuando pasa de un tratamiento con medicamentos tradicionales a uno alternativo.
”Lo que logro Silvia (Kochen) es muy valioso porque se incluye a otra población que no son niños. Cuando se elige cannabis por sobre determinados fármacos es porque es una terapia natural que tiene otro tipo de efectos”, asegura.
También hace un punteo acerca de cómo se modifica la vida de una persona luego de probar esta terapia.
“Se acude al método pensando en la epilepsia y en aplacar el dolor -dice- y terminamos viendo que mejoran el sueño, la digestión, y hay un despertar cognitivo: cuando mi hijo duerme mejor, come mejor y esta de mejor humor, a pesar de encontrarse dentro del espectro autista, les presta atención a cosas que antes no consideraba. Eso le permite crecer y desarrollarse más”, cuenta en primera persona, a partir de la historia de su hijo Emiliano.
A pesar -o a la par- de los avances que se dieron en el último tiempo, desde la organización no paran de informar y asesorar a las familias que acuden, algunas veces, desesperadas.
“Generarle una mejor calidad de vida a un familiar enfermo es maravilloso”, concluye Valeria.
JT
Leído en Diario Clarin

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