jueves, diciembre 04, 2025

IT no está para arreglar el Día a Día, está para transformarlo

En muchas empresas, el departamento de IT vive en un ciclo operativo que no debería ser habitual: proyectos urgentes que nacen “por sorpresa”, incidencias críticas que aparecen en el peor momento y fallos heredados que llevan años esperando turno, como si fueran parte del mobiliario. Con este escenario, la mejora continua desaparece y el equipo funciona en modo supervivencia eterna.

Esto no es falta de conocimiento técnico. Es un modelo operativo que invita al caos.

Cuando todo es urgente, nada es prioritario

La presión constante por entregar “para ayer” convierte cualquier planificación en una especie de mitología interna. El equipo salta de un incendio a otro y el backlog sirve más para decoración que para gestión. Lo inmediato gobierna, lo importante espera sentado.

Los efectos colaterales del modo reacción

Este funcionamiento tiene consecuencias claras:

       Mantenimiento que se pospone hasta nuevo aviso… que nunca llega.

       Herramientas críticas sin seguimiento, esperando milagros.

       Incidencias que vuelven como secuelas de una película que nadie pidió.

       Usuarios frustrados porque “no funciona nada” justo cuando más lo necesitan.

       Decisiones rápidas que luego generan más trabajo, más riesgos y más café.

IT pasa de ser socio estratégico a convertirse en un servicio de emergencias internas que opera 24/7 sin sirenas, pero con el mismo estrés.

Por qué desaparece la mejora continua

La mejora continua no ocurre por inspiración divina. Necesita:

       Tiempo para analizar.

       Tiempo para documentar.

       Tiempo para optimizar.

       Tiempo para corregir.

Si ese tiempo no existe, lo que aparece es una rueda infinita de incidencias, parches y promesas de “cuando pase esta urgencia” que jamás se cumplen.

La deuda técnica crece, la eficiencia cae y el equipo empieza a hablar del backlog como si fuera una leyenda urbana.

Qué tiene que cambiar

Salir del modo supervivencia requiere un cambio serio:

       Backlog gobernado y priorizado, no una lista de deseos del negocio.

       Bloques de mantenimiento protegidos como si fueran un activo crítico, porque lo son.

       Capacidad reservada para mejora continua, planificada y respetada.

       Alineación real entre negocio y IT, basada en impacto y sostenibilidad.

       Cultura de prevención, para que el incendio no empiece cada lunes a las 9:00.

Reflexión final

Si IT vive apagando incendios, la mejora continua no tiene espacio. No porque el equipo no quiera, sino porque el entorno lo impide. Y mientras este modelo no cambie, el coste seguirá creciendo: ineficiencia, desgaste y pérdida de valor tecnológico.

El futuro no se construye desde la urgencia permanente. Se construye con gobernanza, priorización y tiempo para mejorar.



Por: Norvis (Gabriel) Fagundez

No hay comentarios.: