La mayoría de nosotros necesitamos conocimientos de alguna forma para hacer bien nuestro trabajo.
Quizás
necesitemos comprender cómo está diseñada la base de datos de clientes para poder
extraer un informe en particular.
Tal vez
necesitemos conocer la mejor manera de presentar información para lograr que la
dirección apruebe un caso comercial, o tal vez, incluso, necesitamos saber cómo
prefiere nuestro jefe recibir las malas noticias en los indicadores, para que
podamos transmitirlas de la manera más sencilla posible.
Todas estas
cosas requieren conocimientos específicos y no importa cuál sea nuestro
trabajo, necesitamos este conocimiento si vamos a hacerlo bien.
Si bien esto
parece obvio, se sorprenderían al saber cuántas organizaciones no manejan el
conocimiento sino datos o, a lo sumo, información, y la idea hoy. es que puedas
definir en qué nivel está la que te emplea.
Cuando tienes
una pregunta, ¿te resulta fácil encontrar una respuesta o tienes que buscar
durante horas o días para hallar lo que necesitas saber?
Si la
respuesta es la segunda, es por esto que la gestión del conocimiento es tan
importante.
Esta gestión
es la práctica de organizar, almacenar y compartir información vital, de modo
que todos puedan beneficiarse de su uso.
Pero ¿A qué
llamamos conocimiento?
Palabras como
"datos", "información" y "conocimiento" a menudo
se usan indistintamente, pero hay diferencias más que importantes.
Un dato es
una representación simbólica (numérica, alfabética, algorítmica, espacial,
etc.) de un atributo o variable cuantitativa o cualitativa que describe un
hecho empírico, suceso o entidad.
Los datos
aisladamente no contienen información humanamente relevante, y solo cuando un
conjunto de datos se examina conjuntamente a la luz de un enfoque, hipótesis o
teoría se puede apreciar la información contenida en ellos.
Como
información denominamos al conjunto de datos, ya procesados y ordenados para su
comprensión, que aportan nuevos conocimientos a un individuo o sistema sobre un
asunto, materia, fenómeno o ente determinado.
La palabra,
como tal, proviene del latín informatĭo, informatiōnis, que significa ‘acción y
efecto de informar’.
Por ejemplo,
“Rojo” o “20000” son datos, ahora si digo que “rojo es el color del producto
más vendido de nuestra empresa” o “vendimos 20000 productos XX la semana
pasada” esos datos en un contexto determinado y combinados con otros datos se
han transformado en información.
La
importancia de la información radica en que, con base en esta, podemos
solucionar problemas, tomar decisiones o determinar cuál alternativa, de un
conjunto de ellas, es la que mejor se adapta a nuestras necesidades.
El
aprovechamiento que hagamos de la información, en este sentido, es la base racional
del conocimiento.
El
conocimiento a su vez se refiere al conjunto de experiencias, sensaciones y
reflexiones que conllevan al razonamiento y el aprendizaje, teniendo como base
un proceso cognitivo que se desarrolla a medida que obtenemos mayor información,
bien sea anterior o no de la experiencia.
Dicho de otro
modo, es bueno tener información, pero inútil si no sabemos qué hacer con ella.
Bien, el tema
es que hay muchas organizaciones plagadas de datos, pero con poca información,
o no toda la que podrían tener si organizaran los datos bajo algún concepto o
foco.
Hay otro
tanto, que tiene mucha información, elaborada en reportes de distinto nivel,
pero que no es usada para tomar decisiones o plantear soluciones que es lo que
hace el tener el conocimiento, es decir, nuevamente, no basta la información
sino saber qué hacer con ella.
Siguiendo con
nuestro ejemplo anterior, el tener conocimiento, nos permitiría saber que hay
un cambio de tendencia en los consumidores porque nuestros colores más vendidos
fueron siempre azul y verde, o que la última vez que vendimos 20000 unidades
del producto XX en una semana, tuvimos un quiebre de stock.
Para ser
honesto, debo decir que todavía hay una instancia superior al conocimiento que
es la sabiduría, una cualidad atribuida a quien posee una gran cantidad de
conocimientos y se distingue por usarlos con prudencia y sensatez.
La sabiduría
se desarrolla con el tiempo, a partir de las experiencias propias y ajenas, y
de la observación y la reflexión sobre la vida y los eventos por los que pasa
la organización.
Volviendo al
tema de niveles y la manera de llegar al menos al conocimiento, es, en un
primer estadio, cosechar y guardar todos los datos posibles sobre la operación,
el mercado donde actúa la organización, las reglas de negocio, las
restricciones del entorno, y los eventos del exterior que estén o puedan estar
relacionados.
El segundo
estadio es generar con esos datos información relevante que permita tomar
decisiones, es decir, elaborar conjuntos de datos con sentido y propósito para
ser usados.
El tercer
estadio, utilizar la información para la toma de decisiones haciendo valer la
experiencia acumulada en la materia.
Si pudiste
responder a la pregunta de dónde se encuentra tu organización y no es en el
tercer estadio, ya tienes entonces trabajo para hacer…
Fuente: ROI Agile
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