La
plataforma Key Opinion Leaders midió el grado de influencia y relevancia de los
nacionales. Mucha participación, predominancia femenina y poco federalismo.
El
trabajo de investigadores argentinos está teniendo impacto en otras partes del
mundo. Así lo muestran los estudios realizados por la plataforma Key
Opinion Leaders, que puede ser usada de múltiples maneras por diferentes
stakeholders en la comunidad científica. La lista completa para cada
especialidad muestra algunas particularidades a resaltar. Por un lado, figuran
más mujeres que hombres.
“Esto es algo
inusual que no se da prácticamente en ningún otro país, ni siquiera en Europa.
Creo que habla muy bien sobre la igualdad de género en la República Argentina”,
señala Ana Codallo, Chief Technical Officer de la empresa. Otra cosa
interesante es que gran parte de estos profesionales trabaja en la Ciudad de
Buenos Aires. “Es comprensible por ser la capital, pero en otros países hemos
observado un poco más de diversidad geográfica”, dice respecto al poco
federalismo registrado. Hay más. Se calcula que el 2% de los
investigadores, científicos y académicos que forman parte de la base
de datos de esta plataforma, son argentinos o se han formado en el país.
“Teniendo en cuenta que la cobertura actual de Key Opinion Leaders es de más de
50 millones de profesionales que han hecho su aporte en los últimos 120 años en
más de 170 países, ese 2% indica que Argentina no es un país promedio en cuanto
a investigación científica y la repercusión de esa investigación fuera de sus
propias fronteras. Está por arriba de la media”, afirma Codallo.
En
el podio
Según estas
estadísticas, las especialidades tradicionalmente más investigadas en Argentina
son Cardiología, Oncología y Virología, a las que en los últimos dos años se
agregó síntomas de
covid. En la lista de los médicos más influyentes en las
investigaciones sobre COVID-19 en Argentina, los tres primeros son Fernando
Ferrero, de la división Neumonología del Hospital de Niños Dr. Pedro de
Elizalde; Liliana Patrucco, de la división de Neurología del Hospital Italiano
de Buenos Aires; y Judith D. Steinberg, del grupo de trabajo de
Neurofarmacología de la Sociedad Neurológica Argentina.
En cuanto a los de Cardiología, están Juan Pablo Costabel;
Lucrecia Maria M Burgos, ambos del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires; y
Mariano Anibal Giorgi, del departamento de Cardiología CEMIC. En el área de Oncología, aparecen Guillermo Luis Chantada,
del departamento de Oncología del Hospital Garrahan; Aldo Renato Eynard, del
Instituto de Biología Celular de la Facultad de Ciencias Médicas de la
Universidad Nacional de Córdoba/CONICET; y María del Pilar Díaz, del
Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA-CONICET).
https://youtu.be/VglLJDcSmUM
Sobre
el mecanismo de medición
En un mundo en el
que lo que abunda es información, la clave es poder entender quién sabe
verdaderamente sobre algo y validar la veracidad de esos dichos. Esta
necesidad se transformó en urgencia cuando los papers científicos se
multiplicaron de un modo inaudito con la pandemia que comenzó en 2020.
“En los primeros 40
días del estado de emergencia por COVID-19, se publicaron con ese tópico el
0,12% del número de publicaciones total que existen en todas las áreas del
saber humano durante los 100 años anteriores. Fue un crecimiento rápido y
desproporcionado, y en la naturaleza, todo crecimiento exponencial produce
caos. Así que empezamos a tratar de resolver ese problema específico, para
identificar a los autores con mayor credibilidad e influencia, basándonos en
métodos de análisis estadístico. Cuando lo logramos, decidimos expandir la
cobertura a todas las áreas de la medicina”, explica Codallo.
En ese sentido, Key
Opinion Leaders mide y cuantifica el nivel de influencia para conceptos
técnicos específicos, de cada investigador. El modo en el que cuantifican los
puntajes de influencia para cada concepto tiene que ver no solo con las veces
que el profesional haya escrito sobre ese tópico específico, sino también con
las que haya sido citado por otros en el contexto de ese tema. Y también,
cuánta influencia implica su cita. De ese modo, por ejemplo, tiene más peso ser
citado por un investigador que es reconocido como un experto en el tema, que
por otro sin ese grado de relevancia.
Si bien otras
plataformas de búsqueda disponen de medidas del nivel de influencia de los
autores en forma del “número de citas”, ese puntaje es un número global y no
hay forma de discernir cuántas ocurrieron para un concepto “A” o en el contexto
de otro concepto “B”. Tomemos como ejemplo al Dr. Bernando Houssay,
uno de los investigadores Argentinos más prominentes de la historia moderna y
ganador del premio Nobel de Medicina en 1947. En el buscador Key Opinion
Leaders no solo se puede ver que, por ejemplo, en 2021 tuvo 53 citas en
publicaciones médicas, sino que se ofrece más nivel de detalle en cuanto al
contexto en el que ocurren:
Beneficios
para la comunidad científica
¿Cómo hace un
hospital para contratar a un experto en determinada materia? Una alternativa es
leer todos los papers sobre el tema, para detectar cuáles son los nombres que
suenan más a menudo, pero la frecuencia no necesariamente es igual a calidad.
Con un buscador como Key Opinion Leaders, la institución médica puede
entender rápidamente quiénes son las personas de mayor influencia en el
contexto de ese concepto específico, en cualquier ciudad o país del mundo,
y en una base objetiva.
A su vez, como la
investigación científica requiere de redes, y los médicos e investigadores
muchas veces necesitan dar con la persona más reconocida sobre un concepto
específico, ya sea para consultar una duda, para hacer una propuesta de
investigación o para discutir una idea; la plataforma permite la
conexión con colegas. Del mismo modo, las universidades invierten recursos
humanos y económicos en programas de investigación. La efectividad de esas
inversiones en investigación, puede ser medida por el impacto o influencia que
esas publicaciones tienen en círculos científicos, pero no hay una forma
sistemática de medir ese impacto a largo plazo.
“Nuestra plataforma
ofrece herramientas para hacer seguimiento del nivel de influencia de un
individuo, o un grupo de individuos para conceptos científicos específicos, a
través del tiempo. Esto le permite a las universidades medir su Retorno por
Inversión (ROI) para cada individuo o grupo de investigación”, dice Ana
Codallo. Las empresas de biotecnología también están interesadas en entender
quienes son los expertos sobre ciertos temas para invitarlos a ser embajadores
de sus productos, o para conducir estudios clínicos. “Nuestra plataforma les
muestra rápidamente que tan alto sería el ROI en caso de trabajar con un
investigador”, concluye Codallo.
Así, esta plataforma
brinda una medida cuantitativa y objetiva del nivel de influencia de cada
médico e investigador para cada concepto específico y proporciona una
forma rápida de contactarlos. Una herramienta para el beneficio del mundo
académico, científico, empresarial y de la salud.
Leído
en Clarin
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