“¿Hacia
dónde se dirige el sector salud tras dos años de pandemia? El ámbito sanitario
fue uno de los principales protagonistas de una pandemia sin precedentes en el
siglo XXI, que cambió radicalmente el contexto social, económico e, incluso,
cultural en el que nos moveremos a partir de ahora”. Con esa pregunta y esa
sentencia comienza el informe “Tendencias Salud 2022: un sector protagonista en
plena transformación”, en el que Llorente y Cuenca identificó una docena de
claves que, a escala global, “darán forma al futuro de la salud”.
La
transformación digital, la sostenibilidad, el enfoque integral de la salud, la
democratización del cuidado y la equidad son algunas de las tendencias que se
suman a enfoques como la salud mental, las enfermedades no transmisibles (ENT),
el envejecimiento poblacional y la medicina personalizada, como también el rol
de las farmacéuticas, la colaboración público-privada, figuran entre esa decena
de temas y tendencias abordadas en este trabajo.
La
transformación digital. Se trata del primer tópico abordado y señala el cambio
conceptual y procedimental que introdujo la pandemia en todos los sistemas
sanitarios al exigirles la digitalización. “Es momento de que este proceso de
transformación digital se consolide en aquellos países donde ya se ha iniciado,
como ocurre en Europa, y que termine de arrancar en otras regiones como América
Latina, donde la digitalización sigue siendo deficiente y avanza muy
lentamente”, dice el reporte y pone en palabras una realidad palpable que, como
es de imaginar, requiere inversión.
“Es
el momento de invertir en procesos estructurales basados en las nuevas
tecnologías, de planificar y de adoptar medidas para impulsar una verdadera
transformación digital del sector sanitario, creando sistemas de salud modernos
e interconectados”, advierte en este punto el reporte y señala tecnologías como
la Inteligencia Artificial (IA), la robótica, el big data, la monitorización
remota del paciente (RMP), la telemedicina, las aplicaciones y dispositivos
móviles, que “van a revolucionar el futuro de nuestra salud”.
Y,
en ese sentido, la pandemia fue un ejemplo claro, práctico y elocuente: el uso
de la teleconsulta permitió evitar el colapso de los servicios de atención
primaria durante la emergencia, pero también permite trazar estrategias
innovadoras para la adherencia a los tratamientos y el seguimiento remoto de
pacientes; sin mencionar los beneficios implícitos que el uso de grandes
volúmenes de datos puede aportar a todo el sistema.
La
sostenibilidad y enfoque One Health “La sostenibilidad y la salud deben de ir
de la mano para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030”,
advierte el trabajo y recuerda que uno de los grandes desafíos de la época es
abordar la problemática del cambio climático y su impacto en la salud de las
poblaciones; un enfoque que está vinculado con la priorización que diferentes
actores de la Salud y gobiernos hicieron sobre la conexión entre salud y
medioambiente.
Es
indiscutible que se trata de factores asociados; sin ir más lejos, la
disponibilidad o no de agua potable condiciona la salud de su población. De ahí
en adelante, todo. Un ejemplo lo cita el propio informe al señalar que un 23%
de las muertes en todo el mundo están determinadas por la cuestión medioambiental.
A
esta idea se suma la propuesta de abordar la salud como un concepto integral:
tanto humana como animal y asociada al ecosistema, con el objetivo de “aunar”
esfuerzos interdisciplinarios. “La globalización, las migraciones, la
resistencia antimicrobiana y el cambio climático favorecieron la transmisión de
enfermedades de animales a humanos, lo que conocemos como zoonosis” dice este
informe y señala, a modo de ejemplo, como la Covid-19 surgió de la transmisión
de murciélagos a humanos.
Salud
Silver. Se trata de dar respuesta a la tendencia signada por la longevidad de
la población mundial y del descenso de las tasas de natalidad. “Los mayores se
convertirán en el motor económico en sectores como el turismo, el ocio, la
vivienda y la educación ya que muchos son consumidores con un alto poder
adquisitivo”, dice el informe y señala que, en lo que refiere a la salud, hace
prever a poblaciones con padecimientos crónicos que necesitarán de asistencia y
seguimiento y, por ello, se prevé el incremento de prestaciones vinculadas a la
telemedicina o la teleconsulta.
Nanomedicina
y genómica. En este caso, la tendencia señala a una medicina personalizada
signada por la farmacogenómica, que estudia los genes de un paciente y sus
posibles efectos medicamentosos; la nanomedicina y toda la implementación
asociada de la nanotecnología en Salud; y la epigenómica, en relación al
estudio de la manera en que los genes se activan o desactivan sin cambiar la
secuencia del ADN. Así, tejidos artificiales, desarrollo de órganos y
medicamentos a medida son posibles y son tendencias de investigación que
permitirán que la medicina de grandes pasos en cuanto precisión y
personalización.
Medios.
“La divulgación científica tiene más peso que nunca para llegar a las
diferentes audiencias con mensajes correctos sobre salud”, dice el informe y lo
ubica último entre sus tendencias para advertir que las redes sociales, por
ejemplo, ofrecen la aparición de nuevos perfiles profesionales sanitarios cuya
labor está vinculada a la difusión de la Salud. “Y lo hacen de una forma
cercana, con un formato y lenguaje adaptado a sus audiencias y sin perder
rigor, basando sus afirmaciones en la evidencia disponible”, sentencia, pero
también advierte sobre la problemática que imprimen las fuentes no autorizadas,
las noticias falsas (fake news, por su denominación en inglés)
El
documento, disponible aquí, repasa otras tendencias y elabora una revisión de
distintos aspectos que no son ajenos a los profesionales de la salud de todas
las latitudes y que, en buena medida, requieren de políticas activas. Por
ejemplo, si se habla de asequibilidad y accesibilidad, de conectividad y de
teleasistencia, también hay que hablar de la posibilidad de tener servicios de
conectividad disponibles y robustos, con enlaces, pero también con capacidades
acorde, y de poblaciones alfabetizadas digitalmente y con disponibilidad de
acceder a los dispositivos tecnológicos acorde.
Fuente:
Saludenlinea
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