Aunque hablemos en genérico de ChatGPT, este es sólo uno más de los modelos de lenguaje que han ido surgiendo en los últimos meses (todas las grandes tecnológicas están implementando los suyos), aunque fue el primer modelo en causar impacto y por eso vamos a seguir hablando de él.
Recurrimos de nuevo a ChatGPT para preguntarle
sobre cuál podria ser el impacto de esta tecnología en nuestro ámbito y esto es
lo que nos ha contestado:
“En el campo de la salud, ChatGPT tiene varios
impactos significativos. Uno de ellos es la capacidad de proporcionar
información médica y de salud de manera rápida y accesible. Los
profesionales de la salud pueden utilizar ChatGPT como una herramienta para
obtener respuestas a preguntas específicas, obtener orientación sobre
diagnósticos, tratamientos y protocolos médicos, o incluso para estar al tanto
de las últimas investigaciones y avances en el campo de la salud.
Además, ChatGPT puede ser útil en la educación
médica y la formación de profesionales de la salud. Puede ser
utilizado como una especie de "tutor" virtual que brinde información
y retroalimentación a estudiantes de medicina, enfermería u otros campos
relacionados. Esto podría ayudar a mejorar el acceso a la educación médica,
especialmente en áreas con escasez de recursos educativos.”
Sin duda, una visión prometedora y
posiblemente bastante realista de hacia dónde caminamos en el uso de estas
herramientas en salud, aunque con sus correspondientes ‘peros’, de los que
también hablaremos más adelante. El principal problema de estos modelos es
que ‘alucinan’ con relativa frecuencia, es decir, se inventan
informacion y aunque están mejorando, ese margen es suficiente como para echar
por tierra una respuesta sobre un tema relacionado con la salud.
Posibilidades y usos de ChatGPT en salud
Por todo lo que hemos visto hasta ahora sobre
el funcionamiento de estos modelos, podemos diferenciar dos formas de uso en
nuestro ámbito. En primer lugar, en todo lo relacionado con la gestión
de la información sanitaria. Podemos por ejemplo pedirle a ChatGPT que nos
resuma textos sanitarios y los adapte a diferentes niveles de alfabetización en
salud, lo que nos ayudaría a prescribir consejos de salud personalizados, como
es por ejemplo explicar a un niño recién diagnosticado de diabetes en qué
consiste su enfermedad.
Y en la misma línea podríamos pedir la adaptación
de un informe de alta o documento técnico en un lenguaje entendible
por la mayoría de la población.
La creación de contenidos de salud
para pacientes es otro de los campos en los que estos modelos nos
pueden ayudar a los profesionales, generando nuevos textos o ayudándonos a
mejorar nuestros propios contenidos. Es posible que la prescripción
personalizada de contenidos de salud sea uno de los grandes beneficiados por
esta tecnología.
Por otro lado, estos modelos también están
a disposición de la población general, lo cual supone un arma de doble filo
porque, del mismo modo que ahora consultan al Dr. Google sobre sus problemas de
salud, también harán lo mismo con el nuevo Dr. ChatGPT o equivalente. Y no solo
recibirán consejos muy elaborados sobre su salud (que puede que en la mayoría
de los casos sean acertados), sino que a la vez se encontrarán con algunas de
esas ‘alucinaciones’, las cuales pueden poner en riesgo su salud (por
mucho que el modelo suela terminar sus respuestas diciendo que no olvidemos
consultar con un profesional sanitario). Y aquí tenemos un problema muy
importante con el que tendremos que lidiar a corto plazo.
Pero si somos capaces de mejorar estos modelos
y maximizar la fiabilidad de las respuestas, a la vez que eliminamos otros
problemas como son los sesgos, se podrían convertir en unos grandes aliados a
la hora de ofrecer consejos de salud, de forma que como pacientes podamos
resolver nuestas dudas en cualquier momento y lugar. Todo ello por supuesto
salvando las distancias relacionadas con que estas herramientas carecen de
contexto personal, por lo que están limitadas a ofrecer consejos genéricos.
Por ejemplo, le podríamos pedir información
acerca de un informe médico y a partir de ahí solucionar algunas dudas:
Y, en segundo lugar, hablaremos del uso que
más nos puede interesar a los profesionales en este momento, que es el de
utilizar estos modelos de lenguaje como copilotos’ que nos ayuden en nuestra
formación y actualización de conocimientos. Y aquí el término copiloto ha
sido cuidadosamente escogido, porque estas herramientas se pueden convertir en
las grandes aliadas a la hora de ayudarnos en nuestra tarea de gestión del
conocimiento y búsqueda de evidencias. Porque van mucho más allá de lo que
hasta ahora podíamos conseguir con cualquier buscador generalista o científico,
y nos ayudan a encontrar evidencias concretas, relacionarlas entre sí o incluso
sintetizar información a partir de textos o enlaces que le pidamos a través de
nuestras consultas. Para ello, debemos usar versiones que estén conectadas a
Internet como es el caso de BingChat (la versión gratuita de ChatGPT de momento
no lo está), las cuales además indican las fuentes de las que han obtenido la
información, que podremos verificar.
Algunos ejemplos de peticiones podrían ser:
- Indícame cuáles podrían ser los 5 temas más importantes para tratar en un artículo relacionado con el tema XXXX
- Necesito aprender sobre el tema XXX ¿qué aspectos me recomiendas abordar?
- Encuentra los 5 artículos más citados en español sobre el tema XXXX publicados en los últimos 3 años y hazme una tabla comparativa de los resultados de cada uno de ellos.
- Hazme un resumen del siguiente artículo https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-21-0090
Preguntando a BingChat por un artículo a
través de su DOI
Sin olvidarnos de que prácticamente todas las
herramientas que ya estamos usando para gestionar nuestro conocimiento, van a
incorporar de una u otra forma a estos modelos de inteligencia artificial muy
pronto. Tanto Microsoft como Google, ya han presentado sus versiones de Teams o
Documentos vitaminadas con IA.
Y con este panorama ¿podríamos decir que
estamos por tanto ante un nuevo momento imprenta?
En próximas entregas iremos desgranando las
distintas aplicaciones y abordaremos los riesgos que plantean estas
tecnologías.
Si quieres ampliar esta información te
recomiendo escuchar alguno de los episodios del podcast Conectando Puntos, en
los que ya hemos abordado este tema:
·
Episodio 213: Chateando con GePeTo #ChatGPT https://conectandopuntos.es/episodio-213-chateando-con-gepeto-chatgpt/
· Episodio 219: Inteligencia práctica ¿Para qué sirve Chat GPT? https://conectandopuntos.es/episodio-219-inteligencia-practica-para-que-sirve-chat-gpt/
Por último, te dejo algunos enlaces
interesantes:
·
El arte de hacer preguntas https://mailchi.mp/23fb7bffb1a5/el-arte-de-hacer-preguntas
·
¿Cómo puede utilizar la inteligencia artificial un profesional
sanitario? Cuatro aplicaciones que puedes empezar a utilizar ya https://www.linkedin.com/pulse/c%25C3%25B3mo-puede-utilizar-la-inteligencia-artificial-un-que-ernesto/
·
El uso del ChatGPT en medicina y la jubilación del doctor Google https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2023-03-05/uso-chat-gpt-en-medicina_3586060/?utm_source=substack&utm_medium=email
·
ChatGPT puede ayudar a los médicos pero perjudicaría a los pacientes si
no se usa adecuadamente https://es.wired.com/articulos/chatgpt-ayudaria-a-medicos-pero-perjudicaria-a-pacientes
·
ChatGPT: entre la exageración, la controversia y los desafíos éticos https://espanol.medscape.com/verarticulo/5910594?ecd=mkm_ret_230513_mscpmrk-ES_2AngDiscussions&uac=177766CY&impID=5419148&faf=1
Fuente: boletín de Salud conectada
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