Imagen: Un nuevo estudio afirma que un programa para reducir las
transfusiones innecesarias de sangre ha mejorado la atención de los pacientes
(Fotografía cortesía de Keith Weller / JHU).
Según un nuevo estudio, la implementación de un programa de administración de
sangre de pacientes (BMP), en todo el sistema, puede reducir sustancialmente la
utilización de sangre y los costos de adquisición de la misma.
La comunidad clínica de manejo de sangre, formada en la facultad de medicina de
la Universidad Johns Hopkins (JHU-SOM, Baltimore, MD, EUA), es un equipo
multidisciplinario, colaborativo y de mejora de la calidad, liderado por
médicos, formado para implementar las mejores prácticas para el manejo de la
sangre de los pacientes. Para determinar la efectividad del sistema, se
compararon los cambios en el uso de sangre y los costos de adquisición de sangre
en los pacientes durante los períodos antes y después de la implementación del
BMP.
Los resultados revelaron que, para todo el sistema de salud, las órdenes de
transfusión de varias unidades de eritrocitos disminuyeron de 39.7% a 20.2%,
casi la mitad. El porcentaje de pacientes transfundidos disminuyó para los
eritrocitos del 11,3% al 10,4%, para el plasma del 2,9% al 2,2% y para las
plaquetas del 3,1% al 2,7%. El número de unidades transfundidas por 1.000
pacientes también disminuyó; para los eritrocitos en un 19,8%; para el plasma en
un 38,9%; y para las plaquetas en un 15,6%. El ahorro total en los costos de
adquisición de sangre fue de 2.120.273 dólares por año, un retorno estimado del
400% para la inversión. El estudio fue publicado el 7 de septiembre de 2017, en
la revista Anesthesiology.
“Los hospitales de todo el país se fusionan en sistemas de salud, en parte para
lograr economías de escala mediante la mejora de la calidad. Nuestra experiencia
con un programa de manejo de sangre de los pacientes muestra que es factible
hacerlo”, dijo el autor principal, el profesor de anestesiología y medicina
crítica, Steven Frank, MD. “Nuestra premisa es que los médicos no quieren que se
les diga cómo practicar la medicina mediante alertas que aparecen en la
computadora; ellos preferirían oír hablar de los estudios que respaldan las
directrices”.
El programa PBM fue lanzado en enero de 2012 en el Hospital Johns Hopkins con un
programa de educación clínica que consistió en presentaciones en vivo, en
persona, durante las grandes rondas, a diversos departamentos clínicos con el
fin de informar a los médicos, enfermeras y otro personal sobre las directrices
de la política de transfusión hospitalaria, y los resultados de ocho estudios
publicados que apoyan la reducción en el uso de las transfusiones. La única
intervención más eficaz, según el estudio, fue la campaña “¿Por qué dar 2 cuando
1 funciona?” para fomentar las transfusiones de una sola unidad.
Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Leído en HospiMedica
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