Cirujanos de
distintos hospitales de la región participaron de un curso organizado por el
Hospital Garrahan y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el cual
se pudo observar un trasplante transmitido en vivo como parte del
entrenamiento. La iniciativa busca generar más centros de trasplantes hepáticos
en América Latina, entrenados por los profesionales argentinos.
En un aula del Hospital Garrahan
cirujanos de varios países de América Latina miran atentamente una cirugía de
trasplante hepático en un donante vivo, es decir la extracción de una parte del
hígado que luego será trasplantado en una persona con una enfermedad hepática
terminal. El dato crucial de ese momento, que a simple vista puede parecer una
clase de cirugía común, es que el trasplante se está haciendo en vivo.
Mientras tanto, el jefe del
Servicio de Trasplante Hepático del Hospital Garrahan, Oscar Imventarza, se
encuentra en un quirófano del Hospital Argerich realizando la cirugía a la
donante: una madre de una pequeña paciente que, en otro quirófano en el
Hospital Garrahan, es preparada para el trasplante que le permitirá continuar
con vida. El operativo trasplante incluye la cirugía de la madre, el traslado
de la resección del hígado y la cirugía del bebé: todo transmitido en vivo para
los cursantes.
«La OPS junto con la OMS ha
designado al Hospital Garrahan como líder de un proyecto de entrenamiento para
todos los países de Latinoamérica de trasplantes con donantes vivos», explica
Imventarza sobre el curso por el cual más de 50 cirujanos pudieron seguir en
tiempo real el operativo en conjunto entre los dos hospitales, que duró más de
10 horas y en el que participaron unos 80 profesionales de diferentes áreas.
El presidente del Hospital
Garrahan, Carlos Kambourian, afirmó que «es un orgullo para nosotros poder
formar a otros países de América Latina en una técnica de trasplante con
donante vivo que permite salvar muchísimas vidas cuando no hay otra opción de
tratamiento».
En tanto, Imventarza resaltó:
«Afortunadamente, en el hospital ahora podemos desarrollar proyectos tan
ambiciosos como este y contar con el apoyo de las autoridades y de la
institución».
El procedimiento realizado en la
mamá donante se llama hepatectomía, es decir una resección de hígado en la que
se conservan los vasos sanguíneos para ser implantados luego en el bebé, en
este caso una beba de 11 meses con Atresia de Vías Biliares. «Este pedacito de
hígado que trasladamos desde el Argerich al Garrahan lo implantamos en el bebé
para que sobreviva y crezca», destacó Imventarza. La primera parte del
operativo se realizó en el Argerich desde las 7 a las 13 hs, donde se realizó
la ablación de una parte del hígado de la madre, y la segunda parte en el
Garrahan desde las 13 hasta las 20 hs, donde finalmente se llevó a cabo el
implante en la beba.
Tanto la paciente trasplantada
como su mamá donante se encuentran bien y evolucionando favorablemente tras las
cirugías.
Leído en Buena Praxis
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