Existe un
escenario en el que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs)
pueden ayudar y mucho. Y es en el seguimiento y la gestión del ciclo de vida
del instrumental médico y quirúrgico de centros de salud y hospitales. Algo que
resulta central tanto para el aspecto médico como para el económico de las
instituciones. De este modo, se ahorra dinero, se optimizan procesos y, sobre
todo, se aumenta la calidad prestacional, soslayando enfermedades.
Telemedicina – Salud en línea conversó en exclusiva con tres
responsables de diversas instituciones de Salud argentinas: Mauro Vega,
jefe de Sistemas en Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce” Dr. Néstor
Carlos Kirchner; Nicolás Passadore, jefe del Departamento de Informática
en Salud (DIS) del Grupo CEMICO de Neuquén; y Marité Miranda,
farmacéutica especialista en esterilización y coordinadora de la Comisión de
Esterilización y Productos Médicos para la dirección Provincial de Farmacología
y Normatización de Drogas, Medicamentos e Insumos Sanitarios, del Ministerio de
Salud, Desarrollo Social y Deportes del gobierno de Mendoza; quienes dieron
respuestas a interrogantes tan elementales como trascendentales acerca de las
estrategias implementadas, el rol de las nuevas tecnologías y los desafíos que
enfrentan.
La obtención de información rápida y segura sobre la vida de un
instrumental se facilita al tener una trazabilidad informatizada y en tiempo
real, es decir, poder realizar el seguimiento del producto en cada una de sus
etapas. Y esto porque la digitalización de los datos, su procesamiento y
almacenamiento, logra transformarlos en información clave para el control de
los insumos; y así conocer extravíos, roturas, necesidad de reposición, etc de
cualquier producto médico-, además de permitir la toma de decisiones en tiempo
y forma.
Debe y haber. El Hospital El Cruce realiza un
seguimiento de los insumos mediante un sistema de terceros que etiqueta cajas,
pero no posee una trazabilidad completa del instrumental médico. Como esto no
es suficiente, están en plena evaluación del estado de situación junto al
proveedor B. Braun, a fin de poder definir cuál sería la solución más adecuada
e incorporarla.
Jefe de Sistemas del Hospital de Alta Complejidad en Red “El Cruce”, Dr. Néstor Carlos Kirchner
“Al no tener una trazabilidad completa entre quirófano y esterilización, buscamos opciones del mercado para incorporar un sistema de punta a punta que nos permita unificar el proceso con nuevas tecnologías”, admitió Vega sobre el camino que los condujo a encarar esta búsqueda y mejora de la gestión
En Mendoza existen políticas públicas desplegadas en este sentido y se
creó -por decisión ministerial- una Comisión permanente de Esterilización en la
que entidades públicas y privadas bregan por conseguir “la máxima seguridad del
paciente, con una óptima calidad en los conocimientos asociados al
reprocesamiento y esterilización de productos médicos”, repasó Miranda sobre
una iniciativa que se concentra en los procesos productivos y en la preparación
de material estéril para uso clínico.
“En el campo de la esterilización, la trazabilidad consiste en lograr un
control integral del producto a lo largo de todas las fases del proceso;
pretende reconstruir en sentido inverso el historial de un objeto desde el
momento en que fue usado en un determinado paciente hasta el momento en que
anteriormente se recibió sucio en la Central de Esterilización u otro lugar”,
explicó Miranda.
A su turno, Passadore de CEMICO en Neuquén contó que están “focalizados”
en varios proyectos que involucran la trazabilidad, entre los que se encuentra
el instrumental médico, aunque “aún no hemos llegado hasta ese punto dentro de
la línea de planificación”, dijo y agregó que la solución planteada fue
diseñada por ellos mismos y que apunta a resolver, en principio, la
trazabilidad interna.
Jefe del Departamento de Informática en Salud (DIS) del Grupo CEMICO
Sucede que
el proyecto que llevan adelante en Neuquén contempla la “necesidad de modificar
ciertos procesos internos porque insta a marcar el instrumental médico con
etiquetas generadas por el sistema de gestión hospitalario (HIS, por sus siglas
en inglés), para identificar de forma precisa cada elemento y llevar adelante
el control de inventario y mantenimiento preventivo”.
“Este tipo de iniciativas, no obstante, deben contemplar también
necesidades externas que, seguramente será el futuro del seguimiento de este
tipo de materiales”, adelantó Passadore.
El aporte tecnológico. A los ojos de Vega, las TICs
tienen un rol “muy importante” en esta práctica dado que además del software
también involucran, por ejemplo, el uso de tecnologías de QR, que permiten
grabar al instrumental directamente, y que facilitan la realización de una
trazabilidad completa, que va desde el uso, el lavado, la esterilización y que
llega hasta la reutilización optimizada. “Pero que además se trata de gestionar
el tiempo, dado que la correcta ubicación del instrumental adecuado facilita la
respuesta médica en la urgencia”, resumió el ejecutivo.
La de la Comisión en Mendoza, a su vez, es una tarea que se sustenta en
la posibilidad de contar con un espacio físico acorde, con recursos humanos y
técnicos específicos, y procedimientos claros porque, para Miranda, aunque
ninguna de esas categorías “es más importante que la otra”, valoró “altamente
recomendable” incorporar a las TICs como requisito de los sistemas de gestión
de calidad.
Farmacéutica especialista en esterilización y coordinadora de la Comisión de Esterilización y Productos Médicos de Mendoza
“Además,
representa un elemento de seguridad para el establecimiento sanitario al
permitir la recuperación de los productos defectuosos susceptibles de presentar
un riesgo, algo completamente necesario para evaluar los riesgos y vigilar las
posibles Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS)”, agregó la
funcionaria y subrayó que estas acciones redundan en calidad prestacional,
beneficios y satisfacción para los pacientes, además del ahorro de costos y las
mejoras operativas para las instituciones.
“Es necesario entender que los procesos quirúrgicos involucran mucho más
que la cirugía en sí misma, ya que comienzan fuera de las organizaciones de
salud”, consideró Passadore y justificó con ello la necesidad de “trabajar en
sinergia” con los organismos nacionales e internacionales, para proteger a los
pacientes y eventualmente detectar por ejemplo material defectuoso o
falsificado. En ese sentido, utilizar las TICs “permite agregar valor a la
cadena de trazado de materiales y la obtención de datos para una ubicación
rápida y gestión eficiente del instrumental”, observó Passadore.
Los desafíos y las tendencias. “La trazabilidad presenta una
solución a las nuevas necesidades de control, pero se necesitan cambios a nivel
organización y de procesos. El uso de las tecnologías en este campo es lo que
hace posible a la trazabilidad, pero la mirada no debe ser solo interna, sino
también externa, dado que la cadena de distribución afecta a las organizaciones
y su planificación”, evaluó Passadore e instó a “tener presente que la
trazabilidad tiene como eje central la seguridad del paciente, por lo tanto,
todos los eslabones de la cadena son importantes”.
En sintonía, Vega resumió que “más que preocupaciones o urgencias, se
trata de la optimización de los procesos y los recursos, por la capacidad de
reutilizar o dar el adecuado seguimiento del instrumental”, dijo y apuntó a que
la tendencia va “claramente” a la utilización de la tecnología en todo ámbito
médico, “aún más en un hospital que tiene una informatización casi del 100% de
los recursos, como el nuestro”.
Miranda fue más allá de la propia experiencia mendocina al declarar que
“debería ser un requisito solicitado en la normativa legal vigente”, dada la
relevancia en materia de calidad prestacional y de gestión operativa que le
imprime a la práctica médica.
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