La definición más ampliamente usada para RISS corresponde a la desarrollada por el Dr. Shortell, Profesor de la Universidad de Northwestern, EUA, quien los define como:
“Una red de organizaciones que presta, o hace los
arreglos para prestar, un continuo coordinado de servicios de salud a una
población definida, y que está dispuesta a rendir cuentas por sus resultados
clínicos y económicos y por el estado de salud de la población a la que sirve”
Estos sistemas
son llamados también “sistemas organizados de servicios de salud”, o
“organizaciones sanitarias integradas”, o “sistemas clínicamente integrados”
Como se señaló anteriormente, las RISS no
requieren que todos los servicios que los componen tengan propiedad única.
Por el contrario, algunos de sus servicios pueden
ser prestados a través de una variedad de arreglos contractuales y/o alianzas
estratégicas.
En la actualidad existen una gran variedad de
modelos de RISS. Sin embargo, la mayoría de los sistemas existentes pueden
clasificarse de acuerdo a tres categorías generales:
i)
sistemas
que integran médicos solamente;
ii)
sistemas
que integran médicos y establecimientos de salud; y
iii)
sistemas
que integran médicos, establecimientos de salud y aseguradoras de salud.
Los beneficios de
las Redes Integradas de Servicios de Salud
El nivel de pesquisa e investigación en materia de
integración de servicios de salud es todavía limitado, particularmente en
países de bajos y medianos ingresos.
No obstante lo anterior, diversos estudios
sugieren que los RISS mejoran la accesibilidad al sistema, reducen el cuidado
inapropiado, reducen la fragmentación del cuidado asistencial, evitan la
duplicación de infraestructura y servicios, reducen los costos de producción y
de transacción, y responden mejor a las necesidades de salud de la comunidad.
La reducción de los costos de producción se
obtendría a través de mejoras en la costo-efectividad de los servicios, reducciones
en las hospitalizaciones innecesarias, reducciones en la utilización excesiva
de servicios y exámenes diagnósticos, disminuciones en los tiempos de estadía
hospitalaria, mejorías en las economías de escala y de producción conjunta, aumento de los
volúmenes de producción, y aumentos en la productividad del sistema. Los
aumentos de los volúmenes de producción se han asociado a su vez con mejorías
en la calidad de la atención.
Además, los RISS tenderían a mejorar el nivel de
ajuste entre los recursos del sistema y las necesidades de salud de la
población a través de un mejor balance entre especialistas y generalistas (58).
En términos financieros, los sistemas integrados se desempeñan mejor en cuanto
a márgenes operacionales totales, flujos de caja e ingresos totales netos.
Desde el punto de vista clínico, la continuidad
asistencial se ha asociado a mejorías en la efectividad clínica, en la
capacidad de respuesta de los servicios, en la aceptabilidad de los servicios,
y en la eficiencia del sistema de salud.
Estos hallazgos son consistentes con pesquisas de percepción
entre gestores y prestadores de servicios que sugieren una relación positiva
entre el nivel de integración y la efectividad del sistema.
Desde la perspectiva del usuario, los RISS
facilitan el acceso oportuno a servicios del primer nivel de atención; mejoran
el acceso a otros niveles de atención cuando son requeridos; evitan la duplicación/repetición
innecesaria de historias clínicas, procedimientos diagnósticos y trámites
burocráticos; mejoran los procesos de decisión compartida entre el prestador y
el paciente; y facilitan la implementación de estrategias de auto-cuidado y
seguimiento de enfermedades crónicas (66). Independiente de los hallazgos
anteriores, existe un amplio acuerdo entre los investigadores del tema que se
deben realizar más estudios para demostrar la relación entre nivel de
integración y resultados a nivel clínico, a nivel de salud poblacional y a
nivel de satisfacción de los usuarios (67).
Un ejemplo claro de buenos resultados de sistemas
integrados de servicios de salud lo constituye Kaiser Permanente (KP) (Ver Box
N. 2). En enero de 2002, el British Medical Journal publicó una comparación de
KP en California y el Servicio Nacional de Salud Británico (NHS).
Entre los sorprendentes resultados del estudio, la
comparación demostró lo siguiente:
- los miembros de KP tuvieron unos servicios del primer nivel de atención más convenientes y completos y un acceso más rápido a servicios especializados e ingresos hospitalarios que el NHS británico;
- las tasas de hospitalización aguda ajustada a la edad en KP son un tercio de las del NHS para condiciones tales como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cirugía de cadera y accidente cardiovascular, mientras que el rendimiento general del sistema es mejor; y
- KP consigue estos resultados a través de un uso más eficiente de los hospitales, la integración de sus servicios de salud y la utilización de sistemas de información.
Por otra parte, evaluaciones hechas por KP a su sistema de información integrado demostró los siguientes beneficios:
- incremento de la satisfacción del paciente debido a las opciones disponibles online (especialmente poder ver los resultados de laboratorio y la reimpresión de recetas) como también al resumen post-visita generado por el sistema para sintetizar lo que el médico le ha recomendado al paciente durante una visita;
- una reducción en el número de visitas a los médicos y llamadas telefónicas;
- una reducción de pruebas redundantes e imágenes, ya que los exámenes nunca se pierden una vez han sido introducidos en el sistema;
- un incremento en la adhesión a directrices basadas en las mejores prácticas; y
- una mejora en los resultados de salud del paciente.
Fuente: Academia.edu
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