Un nuevo estudio sugiere que los robots móviles pueden navegar y realizar tareas
no invasivas del cuerpo difíciles de alcanzar.
Imagen: Un
microrobot en forma de bala con una cavidad interior programada, nadando en H2O2
al 5%
(Fotografía cortesía del Instituto Max Planck).
(Fotografía cortesía del Instituto Max Planck).
Actualmente el Instituto Max Planck para Sistemas Inteligentes (Stuttgart,
Alemania) y la Universidad Carnegie Mellon (CMU, Pittsburgh, PA, EUA), diseñan
fabrican y ensayan los microrobots, de primera generación, que podrán
suministrar productos terapéuticos y otras cargas a sitios específicos del
cuerpo, así como a dispositivos microfluídicos, de órgano en un chip,
encerrados, que contienen células vivas. Se utiliza un nuevo método de dos pasos
para proporcionar a los dispositivos microrobóticos las funciones deseables. El
primer paso utiliza la litografía láser tridimensional (3D) para reticular los
polímeros sensibles a la luz.
En la segunda etapa, la estructura base, químicamente homogénea, formada, es
funcionalizada modificándola en sitios geométricos específicos con moléculas
pequeñas químicamente compatibles que introducen nuevos grupos químicos usando
iluminación de litografía láser 3D selectiva; Esto hace que se elimine un
precursor del polımero que no ha reaccionado y se introduce en su lugar un nuevo
precursor con la funcionalidad química deseada. La técnica permite que los
microrobots sean fabricados con alta versatilidad.
Para demostrar el concepto, los investigadores prepararon un micro-nadador, en
forma de bala, en el que una cavidad interna fue modificada selectivamente con
nanopartículas catalíticas de platino. Los investigadores también diseñaron una
estructura de microflor que llevaba grupos ortogonales de biotina, tiol y
alquino en posiciones definidas con precisión. Según los investigadores, las
nuevas construcciones sub-milimétricas contienen una miríada de aplicaciones en
varios campos además de microrobots, incluyendo la entrega dirigida, la
ingeniería tisular, los sistemas de autoorganización, la materia programable y
los microactuadores suaves. El estudio se publicó el 8 de mayo de 2017 en la
revista Lab Chip.
“Nuestro objetivo principal es desarrollar nuevos métodos de fabricación de
materiales miniaturizados que funcionen inteligentemente en entornos complejos e
inestables”, dijo el investigador postdoctoral, principal, Hakan Ceylan, PhD,
del Instituto Max Planck. “En un futuro próximo, probablemente en alrededor de
10 años, esto podría tener enormes aplicaciones en la ingeniería
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