En el Congreso Argentino de Cardiología distintos
especialistas analizaron los hábitos de los argentinos.
Plantearon en detalle los factores que atentan contra la
salud cardiovascular y definieron la preocupante realidad
actual. Las conclusiones
La realidad es contundente: 1 de cada 3 muertes de origen
conocido en la Argentina se debe a alguna de las
enfermedades cardiovasculares. Estas comprenden las
patologías del corazón, cerebro, aterosclerosis y otras
enfermedades del sistema circulatorio, representando la
primera causa de defunción y el equivalente a un promedio de
197 fallecimientos diarios.
En 2015 murieron 197 personas por día por enfermedades del
corazón (Getty)
"La hipertensión arterial, el colesterol elevado, altos
niveles de sobrepeso y obesidad, tabaquismo, sedentarismo y
el estrés son los principales factores de riesgo para
desarrollar enfermedad cardiovascular. Si a eso le sumamos
la demora en acudir a la atención médica ante una emergencia
y la falta de adherencia a los tratamientos médicos, tenemos
un combo explosivo que se refleja en los altos índices de
mortalidad y de enfermedad cardiovascular", dijo Miguel
A. González, presidente de la Sociedad
Argentina de Cardiología (SAC).
Las declaraciones se dieron en el marco del 43º Congreso
Argentino de Cardiología, una cumbre en la que los
especialistas coincidieron en que los argentinos no cuidan
lo suficiente el corazón. Particularmente, afirmaron que los
valores promedio de la población, respecto de los
principales factores de riesgo cardiovasculares, arrojan
resultados preocupantes y que esto se debe en gran medida a
una falta de toma de conciencia sobre la importancia de
modificarlos para disminuir el riesgo y combatir la
mortalidad por esta causa.
Las estadísticas así lo reflejan: entre los mayores de 18
años, 1 de cada 4 argentinos fuma (25,1%), casi 6 de cada 10
presentan sobrepeso u obesidad (57,9%), 3 de cada 10 son
hipertensos (34,1%) y de ellos el 38,8% no lo sabe; tiene
colesterol elevado el 29,8%, de los cuales apenas la mitad
(53,2%) está bajo tratamiento; el 54,7% realiza un nivel
bajo de actividad física y 1 de cada 10 tiene diabetes
(9,8%), pero el 38,6% no se trata.
"Si presentar cualquiera de estos factores de riesgo por sí
solo ya puede predisponer a padecer una enfermedad
cardiovascular, la sumatoria de dos 0 más factores
incrementa el riesgo de manera alarmante. Es muy frecuente
encontrar que en un mismo paciente confluyen valores de
presión y de colesterol elevados, un considerable sobrepeso
y sedentarismo, solo por dar un ejemplo", explicó Ricardo
Migliore, vicepresidente de la SAC.
Además, entran en consideración parámetros que el individuo
no puede modificar, como el hecho de ser varón (los hombres
tienen más riesgo que las mujeres), la edad y la carga
hereditaria.
Respecto de la atención del infarto, un trabajo evidenció
que es muy alta la demora entre el inicio de los primeros
síntomas, el arribo a un centro asistencial y la realización
de un tratamiento de desobstrucción coronaria. Según
resultados preliminares del estudio ARGEN IAM-ST, que
involucró los datos de 1670 personas con infarto que
llegaron a la guardia de 247 centros de todo el país, casi 1
de cada 2 (45,6%) demoró más de 3 horas en promedio desde
los primeros síntomas hasta arribar a una sala con capacidad
para la realización de una angioplastia, de los cuales el
18,4% demoró entre 3 y 6 horas, el 14,3% entre 6 y 12, el
7,8% entre 12 y 24 y el 5,1% más de 24 horas.
"Este relevamiento, realizado en forma conjunta por la SAC y
la Federación Argentina de Cardiología (FAC), formó parte de
las presentaciones del 43° Congreso Argentino de
Cardiología, ya que evidencia los tiempos excesivos no solo
de los pacientes en requerir asistencia, sino del propio
sistema en brindarla", acotó Hector Deschle,
secretario de la SAC.
Causas y factores de riesgo:
Cambios en el estilo de vida y conocer cómo actuar ante
urgencias son fundamentales
Tabaquismo: 1
de cada 4 fuma. Si bien se trata del único factor que
disminuyó con respecto a relevamientos anteriores (en 2007
era del 29,7%), aún es una cifra elevada que contribuye en
el desarrollo de un gran abanico de patologías, no
únicamente las del corazón.
Exceso de peso: casi
6 de cada 10 tienen sobrepeso u obesidad. El 23% de los
casos de cardiopatía isquémica puede ser consecuente de esta
condición, por lo que también conforma un elemento central a
modificar para lograr un mejor estado de salud.
Hipertensión: 1
de cada 3 adultos es hipertenso, pero casi 4 de cada 10 no
lo saben. Según el Ministerio de la Nación en el país atañe
al 34,1%.
Demora en intervención ante casos de IAM: el
estudio ARGEN IAM-ST relevó que 1 de cada 3 pacientes con
infarto agudo de miocardio demoró más de 4 horas en promedio
desde los primeros síntomas hasta arribar a una sala con
capacidad para la realización de una angioplastia, mientras
que lo recomendado es un tiempo inferior a las dos horas.
Colesterol: el
29,8% de los mayores de 18 años presenta colesterol elevado
y, dentro de esa población, solamente el 53,2% registró
estar bajo algún tratamiento, ya sea modificaciones en el
estilo de vida o la toma de alguna medicación.
Sedentarismo: más
de la mitad (el 54,7%) hace poca actividad física, a pesar
de disminuir la morbimortalidad mediante la reducción de la
incidencia de diferentes enfermedades.
Estrés: estudios
internacionales como el denominado Interheart, realizado
hace más de una década, señalan que las percepciones
permanentes de estrés junto con los antecedentes de
hipertensión se encuentran entre los factores asociados más
fuertemente con el infarto, seguidos en frecuencia por la
diabetes y la obesidad abdominal.
Diabetes: condición
que padece 1 de cada 10. Esta patología se relaciona con un
mayor riesgo de padecer una afección del corazón. De hecho,
la mitad (50%) de quienes padecen diabetes muere a causa de
una enfermedad cardiovascular. Casi 4 de cada 10 (38,6%) no
recibía ningún tratamiento, lo que representa un dato
negativo en el control de las enfermedades no transmisibles.
Leído en InfoBAE
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