Sanidad universal, resistencias a los antibióticos,
cambio climático, seguridad del paciente, entre las resoluciones aprobadas en
la 72ª asamblea de la OMS.
“Nuestra visión es un mundo en el que la gente
no sufra simplemente por ser pobre”. Esta fue una de las
últimas frases de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), para cerrar su 72ª asamblea, que terminó el pasado martes
en Ginebra tras ocho días de reuniones.
La piedra
angular sobre la que gira la estrategia de la OMS es la cobertura sanitaria
universal, el principal y más claro objetivo desde que Ghebreyesus se puso al
mando de la organización en 2017. Los países miembros de las Naciones Unidas
han aprobado decenas de medidas. Estas son las siete que su propio director
subrayó en su discurso final:
Cobertura
sanitaria universal
La asamblea ha
asumido varios compromisos para lograr llevar los servicios de salud más
básicos a la mitad de la
población mundial que todavía no tiene acceso a ellos.
El objetivo es todas las personas y comunidades reciban la sanidad que
necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarla. El plazo para
conseguirlo termina en 2030 y los países de la ONU debatirán este objetivo al
más alto nivel (entre jefes de estado y gobierno) el próximo septiembre en
Nueva York.
La estrategia
pasa por reforzar los sistemas de salud primaria y a los trabajadores
comunitarios, que son claves para hacer llegar la cobertura a las zonas más
remotas y empobrecidas del mundo. La OMS va a evaluar su labor para aportar la
ayuda que sea necesaria en su tarea.
Resistencia
a los antibióticos
Morir por una
infección parecía un problema superado, al menos en los lugares con una sanidad
aceptable. Pero los antibióticos están perdiendo efectividad.
Las bacterias están adquiriendo resistencias y los medicamentos dejarán de ser
útiles en muchos casos. Ya mueren cada año 700.000 personas por este hecho y se
prevé que en 2050 esta sea una causa de muerte más común que el cáncer: 10
millones fallecerán anualmente si no se toman medidas.
Los países se
han comprometido en la asamblea a redoblar esfuerzos para no llegar a esta
cifra con planes nacionales de acción multisectorial. La resolución urge a
reforzar las medidas de prevención y control, incluidas las que tienen que ver
con saneamiento del agua e higiene. La idea es mejorar el funcionamiento del
sistema global de vigilancia y promover el uso prudente de los antibióticos, ya
que una de las razones de estas resistencias es el abuso que
se hace de ellos, con la consiguiente pérdida de efectividad.
Estrategia
por la salud el medioambiente y el cambio climático
La salud de las
personas está estrechamente ligada la del planeta.
El cambio climático afectará al bienestar de millones de personas, así como la
polución, que no solo contamina el aire, también el organismo de quienes la
respiran. La contaminación de las aguas y los ríos dificulta una alimentación
saludable y el calentamiento global puede propagar enfermedades transmitidas
por mosquitos a lugares donde no existían.
Aunque el
cambio climático trasciende las competencias de la OMS, en la asamblea los
países se comprometieron a tratar de paliar su impacto y a disminuir los
riesgos ambientales físicos, químicos, biológicos y relacionados con el
trabajo.
La asamblea
también debatió sobre los pequeños países insulares en vías de desarrollo, que
están literalmente en peligro de desaparición por la subida del nivel del mar.
La OMS aprobó un plan con cuatro líneas estratégicas: empoderamiento (apoyo al
liderazgo en salud de estos estados); evidencia (buscando inversiones);
implementación (preparación para los riesgos climáticos, adaptación y políticas
de mitigación que promueven la salud); recursos (facilitando el acceso a las
finanzas del clima).
La
seguridad del paciente
Cada año se
producen 134 millones de eventos adversos debido a la atención insegura en
hospitales en países de ingresos bajos y medianos, que contribuyen a 2,6
millones de muertes, según la OMS. En los ricos, uno de cada diez pacientes se
ve perjudicado al recibir atención hospitalaria. La asamblea solicitó a la OMS
que formule un plan de acción global para mejorar la seguridad del paciente en
todo el mundo. Además, respaldó el establecimiento del Día Mundial de la
Seguridad del Paciente el 17 de septiembre.
Invertir
en servicios de agua potable, saneamiento e higiene en instalaciones sanitarias
Sin
instalaciones sanitarias con agua segura no se conseguirá ni una cobertura
universal decente ni acabar con las infecciones. Una de las resoluciones que
Ghebreyesus mencionó expresamente en su discurso de cierre fue la que han
tomado los estados para mejorar los servicios de agua potable, saneamiento e
higiene en los establecimientos de salud.
La OMS estima
que el 15% de los pacientes del mundo desarrollan una o más infecciones durante
una estancia hospitalaria, con mayor riesgo en los países de bajos ingresos.
Esto sucede, en gran medida, porque uno de cada cuatro centros de salud no
tiene servicios básicos de agua y uno de cada cinco carece de saneamiento, lo
cual afecta a 2.000 y 1.500 millones de personas, respectivamente. Invertir en
solucionar este problema es clave para cumplir con los Objetivos de
Desarrollo Sostenible en materia de salud.
Transparencia
de precios para medicamentos, vacunas y otros productos de salud
Muchos de los
medicamentos y vacunas que llegan al mercado con patentes de la industria
farmacéutica habrían sido imposibles de desarrollar sin una investigación
básica pública que, sin embargo, no obtiene beneficios. Los precios de algunos
de estos fármacos son prohibitivos o están muy por encima de las posibilidades
de quienes los necesitan.
En un foro
mundial sobre precios justos y acceso a los medicamentos, organizado por la OMS
el pasado abril, los delegados de los gobiernos y las organizaciones de la
sociedad civil pidieron una mayor transparencia de los costos de la
investigación y desarrollo de los fármacos, así como de su producción, para que
los compradores puedan negociar precios más asequibles. Es una iniciativa que
ahora se ha trasladado a la asamblea, con un llamamiento a los países para
fomentar un mercado transparente.
Clasificación
estadística internacional de enfermedades y problemas de salud
Los estados
miembros acordaron adoptar la 11ª revisión de la Clasificación Estadística
Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE-11), que
entrará en vigor el 1 de enero de 2022. Se trata la base para la identificación
de tendencias y estadísticas de salud, y conforma un estándar internacional
para informar sobre enfermedades. Esta herramienta define el universo de
dolencias, trastornos, lesiones y otras afecciones, además de identificar
factores que influyen en la salud, o causas externas de mortalidad y
morbilidad. "Comprender qué es lo que hace que las personas se enfermen, y
qué es lo que eventualmente las mata, es el núcleo del mapeo de las tendencias
de las enfermedades y las epidemias, a la hora de decidir cómo programar los
servicios de salud, asignar los gastos de atención médica e invertir en mejorar
las terapias y la prevención", explica la OMS.
La
asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reune cada año en
Ginebra desde 1948 para determinar sus políticas, su presupuesto y, cuando
corresponde, nombrar a su director general. A ella acuden delegaciones de todos
los países miembros de las Naciones Unidas, que debaten y votan resoluciones.
Por un lado, marcan las líneas de actuación de la propia OMS y, por otro,
instan a los estados a aplicar las políticas que allí se acuerdan. No son
medidas de obligado cumplimiento, sino recomendaciones en materia de salud.
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