“Son
tantas las debilidades de cada sector que tenemos que unir debilidades,
construir poder social. No veo otro camino posible”, dijo el Dr. Ginés González
García, ex ministro de Salud de la Nación, en el marco de la jornada “La salud
en todas las políticas, construyendo la agenda”, que organizó la Universidad
Isalud el 4 de septiembre. Consultado sobre su rol en el próximo escenario, el
sanitarista adelantó: “Voy a estar en el próximo gobierno”.
El evento
convocó a los financiadores de la Salud, obras sociales y prepagas, a la
industria farmacéutica, a las autoridades regulatorias de los medicamentos y a
la Superintendencia de Servicios de Salud para intercambiar visiones sobre las
políticas que se deberían aplicar para dar sustentabilidad al sistema. Fue el
primero de una serie de encuentros de análisis y debate con los actores del
sector.
El Dr.
Rubén Torres, rector de Isalud destacó el objetivo de la jornada: “Ha llegado
el momento de volver a poner la salud en la agenda política”.
En el
panel de financiadores surgió como una de las principales problemáticas el
financiamiento de los tratamientos especiales. “Estamos totalmente desamparados
ante las presentaciones judiciales por medicamentos de alta complejidad”, dijo
Javier Turienzo, presidente de la Obra Social Provincial de Chaco. Gabriel
Lebersztein, gerente médico de la Obra Social de Empleados de Comercio –OSECAC,
agregó: “El sistema de reembolso de la Seguridad Social se está hundiendo”.
Lebersztein propuso que en vez de ministerio o secretaría de Salud haya una
agencia de promoción de la salud cuyas autoridades trasciendan los gobiernos de
turno y pueda implementar políticas sanitarias a largo plazo.
También
señaló: “El techo del Programa Médico Obligatorio es el financiamiento. Se
deben poner límites a determinadas prestaciones y se deben implementar listas
de espera priorizadas”.
Por su
parte, David Aruachan, Presidente de la Obra Social de Unión Personal – UP,
opinó que se han sancionado leyes relacionadas a las prestaciones de salud que
tienen “poca racionalidad; sin tener en cuenta su viabilidad y el impacto en
los presupuestos”. Coincidió en que el “Fondo Solidario de Redistribución está
prácticamente quebrado y obsoleto en relación a la realidad”. Criticó también
que las obras sociales y prepagas tengan que hacerse cargo de prestaciones
sociales a pacientes, como transporte y educación, afirmando que es el Estado
quien debe asumir ese costo. Afirmó que “hay que repensar el modelo de atención
y focalizarlo en la medicina preventiva y la promoción de la salud”.
El lic.
Hugo Magonza, director general del CEMIC, opinó: “El sistema de salud se empieza
a deteriorar cuando no hay políticas de Estado” y agregó: “No hay manera de que
los sistemas –incluso los privados- no sean solidarios. Los privados somos
engranajes de las políticas públicas”.
Casinotti,
director del PAMI, hizo un balance de su gestión de dos años al frente del
Instituto. En su disertación destacó como un logro el precio diferenciado para
los afiliados, pero admitió: “Si esto no se acomoda, va a ser difícil seguir
sosteniéndolo con el aumento de precios. La brecha se está agrandando”.
También
resaltó la implementación de la receta digital y opinó que se debería avanzar
en ese sentido otras obras sociales, así como en la concreción de las compras
conjuntas.
El
funcionario concluyó que “hay muchísimo para hacer, pero no veo que en diez años,
con la cantidad de jóvenes por adulto se pueda seguir financiando el PAMI. Es
inviable si no cambiamos el modelo de fondo”.
En el
panel de la industria farmacéutica Miguel Maito, gerente de relaciones
institucionales de CILFA, y Alejandro Poli, director de salud de CAEME, dieron
la visión del sector sobre la crisis del sistema. Adelantaron que luego de la
última devaluación luego de las PASO, los medicamentos que no son totalmente
importados sufrieron un aumento de entre el 7 y 10%.
Ambos se
refirieron también a cómo encarar la sustentabilidad de los medicamentos de
alto costo. Maito sostuvo que hay que crear un fondo o seguro para enfermedades
catastróficas y Poli señaló que éste es un problema en todo el mundo. Apuntó
que los medicamentos son solo una parte de las distorsiones que hoy tiene el
sistema de salud en la Argentina y enumeró otros factores de desequilibrio como
la “medicina a la defensiva”, el “acceso irrestricto al consumo”, el “derroche
de recursos”, la “falta de cumplimiento por parte de los médicos de las guías
médicas”, la “cobertura a monotributistas” y “el dictado de leyes que después
no se pueden cumplir”. También los recursos de amparo y el IVA a la salud,
entre otros.
Carlos
Chiale, Administrador Nacional de la ANMAT, focalizó en los desafíos
regulatorios para la ANMAT, que son los nuevos medicamentos biotecnológicos.
Afirmó que se requieren cambios administrativos para poder convocar a los
profesionales que necesitan para la evaluación y control de esas tecnologías y
también una nueva legislación que enmarque no sólo a los medicamentos, sino
también a los productos para la salud combinados como las bolsas de sangre
anticoagulada.
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