jueves, mayo 06, 2021

Salud electrónica: ¿cuál es el futuro de la medicina?

Resumen: En la era digital, la sanidad no es una excepción. Sector lucrativo donde los haya, y campo de la ciencia y la tecnología en esencia, la salud es el terreno de juego perfecto para las nuevas tecnologías. La teleconsulta, los objetos conectados y los robots futuristas están invadiendo poco a poco la asistencia sanitaria y multiplicando las posibilidades médicas.

 

👩🏽⚕️ 2020, la odisea de la telemedicina

La gran ganadora de la crisis sanitaria de 2020 es, sin duda, la telemedicina. Hay que decir que la pandemia de coronavirus ha sacudido los sistemas sanitarios de todo el mundo, incluidos los países desarrollados. En muchos países del mundo, las teleconsultas han permitido consultar a un médico a distancia durante todo el periodo de contención, aliviando así la sobrecarga de los hospitales y las consultas.

🏥 Conductas de salud en plena mutación

Lo que la explosión de la telemedicina muestra claramente es un cambio gradual de comportamiento. Hasta el coronavirus, la adopción de la consulta electrónica sufrió entre otras cosas:

  • Un problema de percepción, tanto por parte de los médicos como de los pacientes
  • Obstáculos financieros (inversión)
  • Miedo a la novedad

Es muy sencillo: ¡el cambio requiere tiempo! Sin embargo, los comportamientos y los usos están cambiando gradualmente y la cibersalud ya ha entrado en nuestros hogares antes de la pandemia. ¿Las aplicaciones de fitness que se han generalizado en su reloj o teléfono móvil? ¿Los rastreadores de salud que se han instalado en su móvil? Esto ya es salud electrónica.

La cibersalud se define como «todos los medios y servicios relacionados con la salud que utilizan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación» (Futura Sciences).

Y esta parte de la sanidad electrónica va bien, gracias a ella. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2020 se enviaron más de 14 millones de smartwatches en todo el mundo, lo que supone un salto del 12% respecto a 2019. Según GlobalData, los objetos conectados en el mercado médico tenían un valor de casi 27.000 millones de dólares en 2019, y se espera que el mercado alcance los 64.000 millones de dólares en 2024. Crecimiento ayudado por:

  • El coste de la asistencia 📈
  • El envejecimiento de la población 👵

Incluso el personal médico está entrando en acción y los objetos sanitarios conectados representan ya un tercio del sector del IoT (Internet de las cosas).

Por el lado de las aplicaciones móviles de salud, hay más de 160.000 en Francia y más de 325.000 en todo el mundo, un número que se duplicó solo entre 2015 y 2017. Un jugoso mercado que, según las estimaciones previas a Covid, tendrá un valor de 236.000 millones de dólares en 2026.

Favorecidos por el auge de Internet y el smartphone, e impulsados por el hábito de contar con la tecnología en nuestra vida cotidiana, estos cambios de comportamiento tanto de la profesión médica como de diversos pacientes y adictos al fitness han permitido que la salud conectada se convierta en un mercado floreciente.

En la salud conectada, todo es posible: seguimiento del paciente, prevención (infarto, etc.), apoyo a las enfermedades crónicas… Algunos ejemplos:

  • Estrellas de los objetos conectados, las pulseras te permiten seguir tu actividad física, seguir tu ritmo de sueño o vigilar tu exposición al sol (¡sí, sí!)
  • Las básculas conectadas se instalan en los hogares para ayudar a perder peso
  • Los sensores pueden controlar los niveles de azúcar en sangre de los diabéticos, un parche puede geolocalizar a los enfermos de Alzheimer y los implantes pueden prevenir los infartos.

En el futuro, los objetos conectados podrían desempeñar un papel en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Ya hoy se están desarrollando sujetadores conectados para detectar el cáncer de mama en una fase temprana.

🔭 Cuando la legislación interviene en la innovación

¿Pero qué pasa con la ley? Porque había que legislar. La recopilación de datos personales, el reembolso por parte del sistema de seguros médicos y, en Estados Unidos, la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que aún no ha validado el HealthKit para el Apple Watch, son pasos esenciales para el desarrollo y el uso generalizado de la salud electrónica.

Una directiva europea sobre productos sanitarios enmarca la conformidad de estos productos… ¡y sobre todo define la propia noción de producto sanitario! Se trata de la directiva 93/42/CEE. Le sucedió el reglamento de la UE 2017/745.

Toda esta normativa pretende garantizar a los usuarios :

  • La fiabilidad de los equipos médicos
  • Su seguridad
  • La eficacia médica de este equipo
  • El respeto de su vida privada
  • Su propia aparición, y su evolución aún más, dan fe del desarrollo de la sanidad electrónica.

Ante el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías relacionadas con la salud, ha sido necesario regularlas para proteger a los usuarios y garantizar los derechos y libertades de todos, tanto de los profesionales médicos como de los pacientes.

En esencia, la medicina es el patio de recreo del progreso. En el espacio de un siglo, ha contribuido a prolongar nuestra esperanza de vida en más de 30 años. Ha creado la vacuna, el marcapasos, la resonancia magnética, el trasplante y la terapia génica.

Nuestros campos de batalla han acelerado su progreso; han visto nacer o evolucionar la radiología, la cirugía estética, la transfusión de sangre y la medicina de urgencias. Hoy, ¿el futuro de la medicina pasa por la máquina y la Inteligencia Artificial?

 

🩺 ¿Cómo será la medicina del mañana?

Las innovaciones tecnológicas hacen que las posibilidades de la medicina sean casi infinitas. Para las patologías crónicas, responsables del 70% de los costes médicos, la sanidad electrónica promete un futuro más barato y una vida cotidiana más sencilla.

El aspecto económico es un reto considerable para la sanidad electrónica. Podría, por ejemplo, ayudar a reducir las considerables facturas hospitalarias de los estadounidenses. Pero, por el contrario, también preocupa el costoso potencial de la tecnología médica.

También para la salud mental, la tecnología puede aliviar el sufrimiento:

  • La realidad virtual del Centro Axel puede ayudar a aliviar las alucinaciones de los esquizofrénicos
  • Las aplicaciones móviles ayudan a controlar el estrés, el insomnio y los trastornos del estado de ánimo
  • Los objetos conectados y la IA también ofrecen sólidas perspectivas en el manejo de los trastornos del estado de ánimo o la ansiedad y las adicciones

¿Sabías qué?

En Inglaterra, la empresa Immersive Rehab ofrece rehabilitación asociada a la realidad virtual. ¡Reinventar la fisioterapia es ahora!

Como se ha dicho, la tecnología también es una solución a los desiertos médicos. En Francia, había más de 226.000 médicos en enero de 2019, de los cuales el 45% eran médicos de cabecera. Pero no todo el territorio tiene el mismo acceso a la atención. La teleconsulta puede facilitar el acceso a un médico, pero las perspectivas son también otras.

Imagínese: enfermo e incapaz de moverse, hace que su medicación sea entregada por… un dron. Pues bien, ¡ya es un poco una realidad! En Ghana y Ruanda, los drones de la empresa Zipline están entregando medicamentos a las poblaciones rurales.

Lo cierto es que las posibilidades de innovación son ilimitadas. A veces exigirán cierta cautela, o al menos una evolución de la legislación y una vigilancia extrema en materia de protección de datos personales, pero podemos soñar con un mundo en el que la tecnología acelere la investigación y la lucha contra el cáncer; con un mundo poblado de corazones digitales en 3D y auriculares de realidad virtual; con un mundo en el que la IA rime con la medicina.

En conclusión… 

Una cosa es cierta: la tecnología sanitaria está despegando. Las inversiones en medicina digital están en su punto más alto, con la salud electrónica acelerada por la pandemia de coronavirus. En 2018 se presentaron más de 13.000 nuevas patentes. En 2023, se espera que el mercado de la salud electrónica tome un 160% desde 2019 y alcance más de 230 mil millones de dólares.

Que los médicos de cabecera (¡o los especialistas!) no se preocupen: su tiempo está lejos de terminar. El futuro no sólo estará hecho de robots y aplicaciones móviles. Pero las perspectivas de la sanidad electrónica probablemente redefinirán la profesión.

Para su vida diaria, la tecnología podría significar un seguimiento más fácil y rápido, una planificación más sencilla y una anticipación de la evolución médica de sus pacientes. Y tal vez, al final del camino, la satisfacción de haber salvado una vida que hoy no podría haberse salvado.



Escrito por Raquel Pascual

 

Fuente: Zona Internet

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