El proyecto, que implementaría un sistema de «salud abierta», está
inspirado en la plataforma de «open banking» diseñada por el Banco Central en
el mercado financiero.
El Ministerio de Salud brasileño analiza un proyecto para implementar
un sistema de “Open health” (Salud abierta) inspirado en la plataforma de “Open
banking» (banca abierta) diseñada por el Banco Central en el mercado
financiero. De implementarse, el sistema que fue anunciado y promovido por el
ministro Marcelo Queiroga en enero de este año, permitirá compartir
los datos de los pacientes con las compañías de seguros de salud.
Según el ministro Marcelo Queiroga, la medida apunta a aumentar la
competencia en el mercado de seguros de salud. Al igual que con la “banca
abierta”, que estandarizó el intercambio de datos entre instituciones
financieras permitiéndoles ofrecer servicios más ventajosos según el perfil del
cliente, la “salud abierta” abriría los datos de los pacientes con las
compañías de planes de salud para que puedan ofrecer servicios de acuerdo a las
necesidades de cada uno. El modelo también se inspiró en el mercado sanitario
australiano.
Pero, aunque el modelo de “salud abierta” promete más transparencia y
competitividad, como sostiene el ministro Queiroga, los críticos plantean
dudas sobre la seguridad y el propósito de usar los datos de los pacientes, si
se implementa el intercambio.
Sobre todo, porque, según la Ley General de Protección de Datos
(LGPD) -aprobada en 2018 y vigente desde el año pasado-, la
información personal sobre la salud de una persona es considerada un dato
sensible. El artículo 11 de la LGPD prohíbe el uso de estos datos “con
fines de aprovechamiento económico”, salvo que la información sea solicitada
por el interesado.
En este sentido, la idea de compartir datos de usuarios entre planes de
salud, con el argumento de aumentar la competencia en este sector, fue
duramente criticada por dos de los mayores especialistas en el área.
“Es oportunista e inconstitucional”, dijeron la profesora Ligia Bahia,
de la UFRJ, y el profesor Mário Scheffer, de la USP, en una nota
conjunta publicada en el mes de enero. Ambos expertos, que coordinan grupos de
estudio sobre planes de salud en sus instituciones, sostienen que el proyecto
no solo viola la Ley General de Protección de Datos (LGPD) y la Constitución
sino que también “al prever el libre flujo de datos de pacientes entre
operadores, la medida tiene dos propósitos explícitos: permitir la
selección de riesgos, para que las empresas puedan elegir a aquellas personas
que no tienen ninguna enfermedad; y facilitar la venta de planes ‘a la medida’,
con coberturas más bajas, basados en el historial del paciente, sin considerar la
imprevisibilidad futura de las necesidades de salud de las personas”.
Para ellos, no corresponde al Ministerio de Salud definir la legislación
del sector, y cualquier medida provisional que se emita sobre esta materia será
impugnada en el Supremo Tribunal Federal (STF).
Por su parte, la coordinadora adjunta de la Comisión Intersectorial de
Salud Suplementaria del CNS (Consejo Nacional de Salud), Shirley
Morales, afirmó que el consejo no fue buscado oficialmente por el gobierno
para participar en la discusión del nuevo sistema. El 7 de febrero pasado, la
CNS publicó una recomendación dirigida al Ministerio de Salud, exigiendo que el
debate sobre “salud abierta” se realice con la participación de la sociedad civil,
la más interesada en el caso.
Según Morales, existe la preocupación de que la recolección de
datos pueda perjudicar a los beneficiarios, quienes podrían ver cercenados sus
derechos o sufrir alguna exclusión de acuerdo a su perfil. “Si el paciente tiene
una condición de salud más frágil, por ejemplo, el plan puede negarse a ofrecer
ciertos procedimientos, o incluso cobrar cantidades abusivas”, explicó.
También existe el temor al riesgo por la protección de los datos de los
usuarios, quienes quedarían a merced de llamadas y ofertas de planes menos
ventajosos, pero con mejores precios. Por eso, Morales cree que la
participación de la CNS y de la sociedad civil, a través de audiencias
públicas, sería la mejor manera de adaptar el proyecto a la realidad brasileña.
¿Cómo funcionaría Open Health?
Para que los datos personales sean compartidos con las compañías de
seguros de salud, se requerirá la autorización previa del paciente. Con
información como registros de enfermedades, medicamentos de uso continuo y procedimientos
quirúrgicos realizados por el cliente, los operadores podrían ofrecer el
servicio más adecuado para cada beneficiario.
Según la Agencia Nacional de Salud Complementaria (ANS), Brasil tiene
727 operadores médicos hospitalarios registrados, 700 de los cuales están
activos con los beneficiarios.
Leído en eHealth
Reporter
Fuentes:
- https://www.metropoles.com/blog-do-noblat/especialistas-open-health-de-queiroga-atende-a-empresarios-da-saude
- https://www.metropoles.com/brasil/open-health-como-plataforma-impactaria-usuarios-de-planos-de-saude
- https://valor.globo.com/empresas/noticia/2022/01/19/governo-estuda-mp-para-criar-o-open-health.ghtml
- https://www.saudebusiness.com/industria/ministerio-da-saude-estuda-implementar-sistema-open-health-no-brasil
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