Así funciona la piel electrónica que anticipa y percibe el tacto desde distintas direcciones
En
el futuro podría servir para reconstruir piel humana dañada.
Un
equipo de investigación del Centro de Investigación de Materiales,
Arquitecturas e Integración de Nanomembranas en la Universidad Tecnológica de
Chemnitz, ha explorado una nueva vía para desarrollar sensores de campo
magnético en tres dimensiones extremadamente sensibles y dependientes
de la dirección que se pueden integrar en un sistema e-skin (es decir, piel
electrónica).
El
equipo de investigadores utilizó un enfoque completamente nuevo para la
miniaturización y la integración de matrices de dispositivos 3D y
dio un gran paso hacia la imitación del tacto natural de la piel humana.
Los científicos aseguran que este nuevo enfoque permite una disposición
espacial precisa de elementos sensores funcionales en 3D que se pueden producir
en masa en un proceso de fabricación paralelo. Dichos sistemas de sensores son
extremadamente difíciles de generar mediante métodos establecidos de
fabricación microelectrónica.
Similar al tacto de la piel humana
El
núcleo del sistema de sensores presentado por el equipo de investigación es el
llamado sensor de magnetorresistencia anisotrópica (AMR). Se puede usar un
sensor AMR para determinar con precisión los cambios en los campos magnéticos.
Los sensores AMR se utilizan actualmente, por ejemplo, como sensores de
velocidad en coches o para determinar la posición y el ángulo de los
componentes móviles en
determinadas máquinas.
Para
desarrollar el sistema de sensor, altamente compacto, los investigadores
aprovecharon el llamado proceso de micro-origami. Este proceso se utiliza para
plegar los componentes del sensor AMR en arquitecturas tridimensionales que
pueden resolver el campo vectorial magnético en tres dimensiones. El
microorigami permite que una gran cantidad de componentes microelectrónicos
encajen en un espacio pequeño y los organicen en una geometría que no se puede
lograr con ninguna tecnología de microfabricación convencional. Los procesos de
microorigami se desarrollaron hace más de 20 años, y ahora se puede explotar
todo el potencial de esta tecnología para nuevas aplicaciones microelectrónicas
como el desarrollo de la piel electrónica.
El
equipo de investigación integró la matriz de sensores magnéticos de
microorigami 3D en una sola matriz activa, donde cada sensor individual puede
ser direccionado y leído convenientemente por circuitos microelectrónicos.
"a combinación de sensores magnéticos de matriz activa con arquitecturas
de microorigami autoensamblables es un enfoque completamente nuevo para
miniaturizar e integrar sistemas de detección 3D de alta resolución.
Pelos que anticipan y perciben la
dirección del tacto en tiempo real
El
equipo de investigación también logró integrar los sensores de campo magnético
3D con pelos finos enraizados magnéticamente en una piel
electrónica artificial. La piel electrónica está hecha de un material
elastomérico en el que se incrustan la electrónica y los sensores, similar a la
piel orgánica, que se entrelaza con los nervios.
Cuando
el cabello se toca y se dobla, los sensores magnéticos 3D subyacentes pueden
detectar el movimiento y la posición exacta de la raíz magnética. Por lo tanto,
la matriz de sensores no solo puede registrar el movimiento desnudo del
cabello, sino que también determina la dirección exacta del movimiento.
REFERENCIAS:
Universidad
Tecnológica de Chemnitz.
Leído en Muy
Interesante
No hay comentarios.:
Publicar un comentario