En el inicio del evento Links – Business Meeting de TICs para la Salud organizado por Salud en Línea, se generó un interesante debate sobre la ética y la regulación en el sector.
La
implementación de la Inteligencia Artificial (IA), el consentimiento informado
y la propiedad de la historia clínica electrónica fueron los principales ejes
de discusión.
La apertura del evento estuvo a
cargo de Ana Amaya, directora de Salud en Línea, quien agradeció la
participación en el evento y realizó un breve recorrido por los diferentes
contenidos que están disponibles en el sitio de noticias sobre TICs para la salud,
entre los que se destaca la infografía RX, para luego
dar paso al debate que captó la atención de los presentes.
Bajo el título “Cuestiones
éticas, jurídicas y operativas de la implementación de Tecnologías de la
Información y la Comunicación en el ámbito de la Salud”, María Isabel
Iñigo Petralanda, coordinadora del CEI, Instituto de Bioética de la
Universidad Católica Argentina (UCA); y Guillermo Schor-Landman,
abogado y profesor universitario especializado en regulación de salud digital;
dieron el puntapié inicial a la jornada de debate, exposición y
relacionamiento.
La IA, el tema preponderante en
el sector TIC, también es de central interés en las aplicaciones y servicios
relacionados con la salud. Al respecto Schor-Landman remarcó que “la IA se
tiene que ver como una herramienta al servicio de los profesionales”, y remarcó
que “en caso de dudas siempre debe primar la opinión del médico, ya que por más
que parezca imparcial se debe tomar conciencia de que la IA cuenta con los
sesgos y prejuicios de quienes las programan”. En coincidencia Iñigo Petralanda
destacó que “la IA permite potenciar el trabajo de los médicos”, aunque aclaró
que “se debe prestar atención en quien está encargado del desarrollo de la
tecnología, ya que es donde se requiere la mayor inversión”.
Ambos disertantes coincidieron en
la ventaja que supone una legislación laxa para que las TICs se puedan
desarrollar de forma más eficiente. “Si bien el marco regulatorio carece de
claridad conceptual, no deja de ser una oportunidad para que se puedan desarrollar
innovaciones de forma más libre”, destacó Iñigo Petralanda.
Por otra parte, ambos acordaron
en la importancia del consentimiento informado como una de las medidas a tomar
para poder llevar adelante las prácticas médicas. Iñigo Petralanda destacó que
“es fundamental como proceso y herramienta del sector”. Mientas que
Schor-Landman destacó que “además del consentimiento, es preciso que se trabaje
para que quede clara la comprensión del paciente sobre el consentimiento que
está firmando”.
Los especialistas también
coincidieron cuando dialogaron sobre quien debe tener la propiedad de la
historia clínica. Ambos expositores remarcaron como un error de la legislación
actual poner en manos del paciente la propiedad de la historia clínica. Iñigo
Petralanda opinó que “lo correcto es que el paciente tenga el derecho de acceso
y portabilidad de la historia clínica, pero no es necesario que tenga los
derechos de propiedad”. Mientas que Schor-Landman remarcó que “la legislación
es exagerada en plantear la propiedad de la historia clínica”.
Fuente Salud
en Línea
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