Datos, planificación, articulación y gestión basada en la información. Cómo es la experiencia de Neuquén en salud pública según el ministro de Salud Martín Regueiro.
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La provincia patagónica se consolida como un caso singular en el fortalecimiento del sistema de salud. Con una estrategia que combina datos, planificación y articulación, la gestión apuesta a nodos de atención ampliada, expansión de líneas de cuidado e inversión en herramientas digitales, priorizando accesibilidad y equidad.
En un contexto
nacional marcado por el corrimiento del Estado nacional y la disminución de
recursos, Neuquén avanza en la construcción de un modelo sanitario propio. «El
acceso a la información permite ordenar prioridades, evaluar impacto y
garantizar decisiones sanitarias basadas en evidencia», explicó Martín
Regueiro, ministro de Salud de Neuquén, en el marco de un webinario organizado
por la Asociación Argentina de Salud Pública.
Para Regueiro,
el crecimiento demográfico plantea desafíos singulares. Con más de 710.000
habitantes —el doble del promedio nacional en la última década—, el 71% de la
población neuquina depende del sistema público, mientras que el 11% se atiende
a través de la obra social provincial (ISSN) con una articulación entre ambos
actores que considera «es decisiva». «Trabajamos de manera conjunta para
garantizar más prácticas, diagnósticos oportunos y tratamientos de calidad,
eliminando coseguros en líneas de cuidado priorizadas», subrayó Regueiro, al
tiempo que destacó un modelo que combina la atención con calidad y oportunidad
en las respuestas.
La inversión
también juega un rol clave en la estrategia, que se orienta no sólo a
infraestructura y equipamiento, sino también a estructuras de gestión que
fortalezcan los procesos internos y mejoren la calidad de las prestaciones.
«Invertimos en salud entendiendo que no se trata únicamente de camas o
edificios, sino de sistemas que funcionen para sostener la atención primaria,
la prevención y la continuidad de los cuidados», puntualizó.
El funcionario
resaltó que uno de los pilares de esta gestión es la creación de nodos de
atención ampliada: centros de salud con horarios extendidos hasta 12 horas
diarias, de lunes a lunes, que incorporan nuevas especialidades. Estos
dispositivos, planteados desde la lógica de la Atención Primaria de la Salud
(APS), «no solo acercan prestaciones a la comunidad, sino que también
descongestionan las guardias hospitalarias, garantizando mayor accesibilidad en
zonas de rápido crecimiento poblacional».
El diseño de
políticas se apoya en un insumo clave: la lectura sistemática de datos
epidemiológicos. A partir del análisis de mortalidad, morbilidad y motivos de
consulta, la provincia definió 15 líneas de cuidado prioritarias, entre ellas
cáncer de mama, enfermedades cardiovasculares, diabetes, salud mental, consumos
problemáticos y siniestralidad vial. Para cada una se trazaron planes de acción
específicos, con estructuras que fortalecen procesos, estandarizan prácticas y
sostienen la continuidad de cuidados. Este abordaje se organiza a través de un
sistema de semaforización (rojo, amarillo, verde) que permite medir el grado de
avance en cada línea y orientar decisiones.
«La estrategia
no se limita a la organización asistencial, también incluye una ampliación
sostenida de líneas de inversión», señaló Regueiro y se refirió a la historia
clínica unificada que articula sectores público y privado, la receta
electrónica y los sistemas de trazabilidad de medicamentos como «parte de una
agenda que busca consolidar transparencia, control y calidad». «Son
herramientas que permiten integrar información, mejorar la gestión clínica y
avanzar en políticas públicas que garanticen derechos», apuntó.
El ministro
también destacó la modificación de la ley de recupero, que permitió mejorar la
facturación a las obras sociales -incluida la provincial- y ajustar los valores
de las prestaciones para evitar pérdidas. En paralelo, subrayó la inversión en
equipamiento médico -como mamógrafos-, en medicamentos de alto costo y en el
fortalecimiento del recurso humano. En este punto, resaltó el programa de
residencias médicas que ofrece mejores condiciones salariales y laborales con
el fin de retener profesionales en el sistema público.
Si bien se
muestran resultados positivos como el aumento del uso del sistema público y la
disminución de muertes tempranas por algunas enfermedades, también se reconocen
desafíos, entre ellos el aumento de la mortalidad infantil y la necesidad de
mejorar la definición y medición de las barreras en el acceso a la salud.
Regueiro sostuvo
que con este esquema «la provincia asume un rol protagónico frente al retiro de
recursos nacionales». La composición demográfica -población joven y feminizada,
con fuerte presencia migrante y pueblos originarios- demanda respuestas diferenciadas
y sostenidas. «El corrimiento del Estado nacional en materia de salud obliga a
las provincias a redoblar esfuerzos. Neuquén elige sostener un sistema público
fuerte, con la atención primaria como base y con políticas de ampliación de
derechos», concluyó el ministro.
Por María José
Ralli.
Fuente: Comunicar
Salud

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