Junto a un equipo de emprendedores crearon un prototipo realizado en impresión 3D y realidad aumentada para complementar el conocimiento médico, optimizar los resultados de las cirugías y devolver la salud a sus pacientes.
El primer
prototipo funcional del simulador pediátrico con módulos intercambiables que
permite variar la anatomía del paciente y modificar los escenarios para dar
mayor o menor complejidad.
En plena cuarentena, y
siempre con el deseo de mejorar los tiempos y las técnicas para operar pequeños
corazones, un grupo de médicos de la institución pediátrica más antigua del
continente americano comenzó a pensar en la manera de crear un objeto de
entrenamiento que los ayude a lidiar con los desafíos propios de una
intervención tan compleja como la coartación aórtica.
Con esa meta, los
médicos Ignacio Lugones y Verónica Laudani, junto al resto
del equipo quirúrgico en colaboración con el emprendimiento MIRAI 3D,
desarrollaron simuladores pediátricos y neonatales, combinando impresión
3D con polímeros siliconados para entrenar las técnicas específicas de
cada cardiopatía congénita con altísimo realismo.
“El simulador superó
todas las expectativas”, le admitió Ignacio Lugones, jefe de la Unidad de
Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Hospital General de Niños Dr. Pedro de
Elizalde, a Infobae y contó que la innovación fue presentada el
pasado 18 de diciembre durante una jornada de día completo que él lideró y
contó con la participación de médicos del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y
el equipo quirúrgico del Hospital Austral.
Ignacio
Lugones, jefe de la Unidad de Cirugía Cardiovascular Pediátrica del Hospital
General de Niños Dr. Pedro de Elizalde.
“Desde hace poco más de
un año, comenzamos a construir un nuevo Servicio de Cirugía Cardiovascular,
renovado y con la vista puesta en el futuro y la innovación, con el
objetivo de ser referentes en la región”, afirmó y agregó: “Nuestra razón de
ser es el bienestar integral de nuestros niños y sus familias, y para lograrlo
es vital la formación continua de cada uno de los integrantes del equipo y la
implementación de nuevas tecnologías. La medicina del siglo XXI exige la
personalización de los tratamientos y el entrenamiento continuo para lograr el
mejor resultado posible”.
Por su
parte, Matías Ezequiel Biancucci, co-fundador de MIRAI 3D (el
emprendimiento que realizó las impresiones), resumió: “En cirugía
cardiovascular pediátrica, la impresión 3D es una herramienta de mucho
valor para planificar las cirugías a medida del paciente. Se pueden obtener
modelos fieles de las estructuras intracardíacas y entender mejor la relación
entre los múltiples vasos”.
La ex Casa Cuna es uno
de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires, comenzó su historia el
7 de agosto de 1779 y tiene reconocimiento por su calidad médica en toda la
región. En estos 241 años, gracias al compromiso y esfuerzo de sus
profesionales que apuntan a las innovaciones propuestas por las nuevas
tecnologías, la impresión 3D y la realidad aumentada complementan hoy el
conocimiento médico para optimizar los resultados de las cirugías y devolverles
la salud a los pacientes.
Un espacio colonial con
tecnología de avanzada para “entrenar” a cirujanos
“La coartación
aórtica es una enfermedad en la cual la arteria aorta —que es la
principal en el cuerpo porque irriga sangre a todos los órganos, excepto los
pulmones— tiene una zona estrecha, al punto que casi no pasa sangre
entonces para corregirlo hay que entrar por debajo del omóplato, hacer un tajo,
abrir el tórax, correr el pulmón y llegar a esa zona donde está la arteria con
estrechamiento y cerrar el flujo de sangre antes y después, cortar esa parte y
reconstruirla con una sola sutura y en tiempo récord porque la mitad inferior
del cuerpo no recibe sangre”, explica Lugones la complejidad con la que se
encuentran cuando deben realizar una cirugía en niñas y niños con ese
padecimiento.
Jornada de
simulación en corrección de coartación aórtica en el Hospital Elizalde.
Y agrega: “Es una
enfermedad que cuando uno está empezando aprender y a entrenarse en cirugía
cardiovascular no existe una manera de practicarla sino que la enseñan los
pares y superiores durante una cirugía, por eso se nos ocurrió la
simulación. Esto es el futuro hecho presente”.
Respondiendo sobre ese
paso futurista, quien realizó los diseños que terminaron en el prototipo
reflexionó: “La evidencia científica demuestra que al utilizarse modelos 3D en
la planificación previa a quirófano, hasta un 40% de los cirujanos cambia
su estrategia original y se obtiene una reducción en tiempos críticos de hasta
25 minutos”.
De esa manera, los
cirujanos pueden operar los simuladores como si fuesen pacientes reales, con el
mismo instrumental, ensayando las diferentes técnicas existentes para cada
patología y enfrentando las mismas complicaciones que se presentan durante
una intervención.
“En el entrenamiento,
cada uno de los 12 especialistas pudo realizar la cirugía en al menos tres
ocasiones y corregir errores”, contó Lugones y confió feliz que todos ellos se
mostraron más que complacidos por la experiencia que había vivido.
Entre cada simulación
hubo charlas y videos con detalles técnicos de la corrección de esta patología.
“No existe en el mundo otro simulador con cualidades similares, por lo que
publicaremos los resultados de esta experiencia en una revista científica
internacional”, adelantó.
Visión a
largo plazo
El proyecto contempla el
desarrollo de un programa integral de simulación en cardiopatías congénitas en
línea con programas líderes a nivel mundial como el creado por el SickKids
Children´s Hospital de Toronto, Canadá.
Se espera para febrero
de 2021 presentar a la comunidad científica los primeros resultados de estas
experiencias y luego lanzar nuevas soluciones para otras patologías en cirugía
cardiovascular pediátrica.
Por Fernanda Jara
Fuente: InfoBae
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