Distintas funcionalidades que se encuentran actualmente en
la práctica.
El uso de las impresoras 3D en la Medicina se plantea como
una revolución. No sólo se piensa en ellas para diseñar implantes a la medida de
cada paciente, sino que en la actualidad los científicos investigan esta la
posibilidad de crear órganos que se puedan implantar en humanos. El gran
reto consiste en lograr que dicho constructo se integre con éxito en la persona
receptora.
De todas formas, al momento, esta producción ya es una
realidad y su uso se incrementa año a año en distintas disciplinas del ámbito de
la salud.
Implantes dentarios
La impresión 3D aumenta la calidad de las piezas y acelera
la producción. Esta tecnología permite tanto obtener un alineador dental
transparente impreso para uso diario, como implantes, fundas dentales, puentes y
una variedad de aplicaciones dentales.
Desarrollo ortesis
Las ortesis son elementos externos diseñados para mejorar
la estructura o funcionalidad de las personas. Existen diversos tipos, desde
plantillas hasta botas. Su diseño generalmente responde a estándares y en
algunos pocos casos su construcción es personalizada.
Las impresoras 3D permiten con facilidad generar diseños
adaptados a la persona y con una precisión difícil de comparar.
Audífonos
La revolución comenzó en este caso en 1998, y en la
actualidad la mayoría de los audífonos existentes se han fabrican usando
impresión 3D. Una sola máquina actual a imprimir 30 aparatos en solamente hora y
media.
Piel
Los injertos de piel llevan ya tiempo formando parte de
los tratamientos médicos, siendo a la vez extremadamente dolorosos, ya que se
cogen fragmentos de piel sana para cubrir una zona dañada del cuerpo. Se han
desarrollado procesos, combinando una impresora 3D asociados a otras tecnologías
de desarrollo celular que permiten crear este tejido. La importancia de este
descubrimiento radica sobre todo en el tratamiento de heridas de gran extensión,
dada la dificultad de encontrar injertos de piel de ciertos tamaños.
Pastillas 3 D
Hay muchos pacientes que toman 5-10 pastillas al día,
generalmente personas mayores, con patologías que exigen un control preciso de
las dosis.
Las impresoras 3D permiten la creación de pastillas
personalizadas en las que combinar varios tipos de principios activos.
También serviría para crear pastillas personalizadas para
niños, minimizando que los mismos adquieran el rol de enfermo: dar píldoras con
formas divertidas podría hacer más fácil tratar a niños con problemas crónicos.
Fuente: IProfesional
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